Respuesta: La chuminada de CIMINO (Michael Cimino)
Pues ayer ví en la filmoteca (35mm y VOSE) "The Year of the Dragon" (1985), es decir, "Manhattan Sur" (sic), que me pareció tan irregular como fascinante: empenzando por los puntos negativos, creo que el fiasco de "Heaven's Gate" le pasó factura a Cimino y eso hizo que De Laurentiis -que siempre fue un productor especializado en meter mano en sus productos, de todas formas- controlase más de lo habitual tanto la producción como especialmente el montaje final, que a veces parece deslabazado, algo incoherente y con avances narrativos a trompicones, como si Cimino tuviera en mente una peli de 20-30 minutos más y le hubieran hecho quitarlos. Esto me parece muy evidente en la no-transición en que tras la escena en que Rourke discute con su esposa, a continuación aparezca siguiendo en coche a la periodista china como si nada... lo que resulta chocante. Pero el principal problema del film precisamente es esa actriz de la que no se volvió a saber, la tal Ariane, que prácticamente destroza la credibilidad de las motivaciones del personaje de Rourke, con una de las interpretaciones más pobres que he visto en mucho tiempo (para valorarlo funciona muy bien la versión original), especialmente en los momentos dramáticos, que son varios.
Pero lo positivo es que Cimino continúa con sus temas habituales, como el enfrentamiento entre culturas asentadas en EEUU, la tensión entre las nuevas generaciones y las viejas (de un lado, el personaje de John Lone, que agobia a la mafia china por sus novedosos métodos y, de otro, el de Rourke, que va contra la tradición de "dejar hacer" asentada en la policía), un conflicto entre los personajes a ambos lados de la ley que haría las delicias de Michael Mann (tanto por línea argumental como por personajes y conflictos personales que afectan a su trabajo, se percibe que éste es un film ENORMEMENTE influencial en la carrera del creador de "Miami Vice") o especialmente una garra e incorrección absolutamente ausentes en el mundo del cine USA desde que la carrera de gente como Cimino, Milius, Peckinpah o Friedkin (con su "To Live and Die in LA") se fuese al garete precisamente por su sequedad, cinismo o brutales formas (la secuencia de la discusión final entre Rourke y su mujer y posterior desenlace son de las que te dejan clavado en la butaca). Y, por supuesto, una mención especial a Mickey Rourke, muy denostado desde poco después, pero que aquí se come la pantalla desde el minuto cero a base de carisma y talento para hacerse con un personaje muy dificil, al no ser un héroe tradicional, sino un pirado que acaba con todo lo que le rodea.
Pues ayer ví en la filmoteca (35mm y VOSE) "The Year of the Dragon" (1985), es decir, "Manhattan Sur" (sic), que me pareció tan irregular como fascinante: empenzando por los puntos negativos, creo que el fiasco de "Heaven's Gate" le pasó factura a Cimino y eso hizo que De Laurentiis -que siempre fue un productor especializado en meter mano en sus productos, de todas formas- controlase más de lo habitual tanto la producción como especialmente el montaje final, que a veces parece deslabazado, algo incoherente y con avances narrativos a trompicones, como si Cimino tuviera en mente una peli de 20-30 minutos más y le hubieran hecho quitarlos. Esto me parece muy evidente en la no-transición en que tras la escena en que Rourke discute con su esposa, a continuación aparezca siguiendo en coche a la periodista china como si nada... lo que resulta chocante. Pero el principal problema del film precisamente es esa actriz de la que no se volvió a saber, la tal Ariane, que prácticamente destroza la credibilidad de las motivaciones del personaje de Rourke, con una de las interpretaciones más pobres que he visto en mucho tiempo (para valorarlo funciona muy bien la versión original), especialmente en los momentos dramáticos, que son varios.
Pero lo positivo es que Cimino continúa con sus temas habituales, como el enfrentamiento entre culturas asentadas en EEUU, la tensión entre las nuevas generaciones y las viejas (de un lado, el personaje de John Lone, que agobia a la mafia china por sus novedosos métodos y, de otro, el de Rourke, que va contra la tradición de "dejar hacer" asentada en la policía), un conflicto entre los personajes a ambos lados de la ley que haría las delicias de Michael Mann (tanto por línea argumental como por personajes y conflictos personales que afectan a su trabajo, se percibe que éste es un film ENORMEMENTE influencial en la carrera del creador de "Miami Vice") o especialmente una garra e incorrección absolutamente ausentes en el mundo del cine USA desde que la carrera de gente como Cimino, Milius, Peckinpah o Friedkin (con su "To Live and Die in LA") se fuese al garete precisamente por su sequedad, cinismo o brutales formas (la secuencia de la discusión final entre Rourke y su mujer y posterior desenlace son de las que te dejan clavado en la butaca). Y, por supuesto, una mención especial a Mickey Rourke, muy denostado desde poco después, pero que aquí se come la pantalla desde el minuto cero a base de carisma y talento para hacerse con un personaje muy dificil, al no ser un héroe tradicional, sino un pirado que acaba con todo lo que le rodea.