De Alfonso hablaba pues de modelo de gestión, no de sistema sanitario, ni mucho menos de la sanidad, como le imputó el representante de JxS en su intervención parlamentaria con evidente mala fe, con una rabieta que claramente buscaba un chivo expiatorio para las fechorías sanitarias propias. Y no hablemos del tuit de la diputada Montserrat Candini que acusaba a Albano Dante de ser un simple portavoz del ahora maldito director de la OAC. Como evidencian las declaraciones de mis amigos David Vidal y Albano, ambas recogidas en el reciente
escrito de este último en Crític (contra las cloacas del Estado, las de Twitter y las sanitarias). La referencia más conocida a sus investigaciones es su libro “Artur Mas: ¿dónde está mi dinero?”), y la
intervención de Benet Salellas en el Parlamento (minuto 5:25), el papel de De Alfonso en la persecución de la corrupción ha sido ínfimo y además nos ha salido carísimo. Una de las actividades que más me enorgullece es haber trabajado conjuntamente con David y con Albano en múltiples investigaciones y publicaciones (en
ésta, en castellano, encontrarás la explicación a alguna de las dudas que te pueden surgir en esta lectura). Fue en aquella época cuando construí un gran mapa de relaciones que desprende la peste de nuestro modelo sanitario.