La Diada 2012, ¿un antes y un después?


Es brutal, lo mejor es que el indepe se ha lanzado a intentar "convencer" al resto y no solo no lo logra sino que cae mas en el ridículo.Atentos:
- Mirad el artículo 2:
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Quedaros con esta parte:"las dos terceras partes de los municipios cuya población represente", mas claro imposible ¿no?

Mirad su respuesta:
"lo que pretendéis supone modificar el art. 9 EAC, que establece el territorio de Catalunya o incluso el que establece que la capital es Barcelona (tal como se ha encargado de recordarme un compañero). No debe respetarse en procedimiento de reforma del EAC?
...
Pues entonces no alcanzo a entender el art. 152.2 CE. "Una vez sancionados y promulgados los respectivos Estatutos, solamente podrán ser modificados mediante los procedimientos en ellos establecidos y con referéndum entre los electores inscritos en los censos correspondientes
...
Por tanto, mayoría de 2/3, creo, en el Parlament. Ese es el muro. Tal como venía diciendo, Tabarnia sólo tiene futuro en el marco de una Ley de Clarida, donde hay que aceptar tambien una Rep Cat para otros territorios. Sin aceptar esa premisa, mejor esforzase en otras empresas."

El amigo está diciendo que da igual lo que diga el artículo 143 de la CE, la supuesta Tabarnia solo podría constituirse en provincia modificando el Estatut y con mayoría en el Parlament. Y además mezcla el proceso de creación de una nueva provincia con la aceptación de la República Catalana. ¡¡OLE SUS WEBS!!
 
Tinta simpática

Mi liberada:

No hay noticia a estas horas de que los dirigentes de los partidos separatistas hayan formalizado la tradicional ceremonia de felicitación al partido vencedor en las elecciones regionales de Cataluña y, en consecuencia, Inés Arrimadas haya recibido una llamada, un whatsapp, una cordialidad cualquiera de sus rivales derrotados. No os distingue, ni siquiera a ti -un buen colegio de pago y el mejor de los bocados-, la buena educación. El proceso de liberación lo ha sido también de las formas elementales del cuidado. Sin duda habrán influido las rudas maneras del agro que revela el origen de la mayoría de vuestros dirigentes. Por algo se le llama urbanidad. A la circunstancia se añade vuestro desprecio esencial por los usos democráticos, que se manifiesta por igual en los grandes gestos -la idiosincrática manera de aprobar las leyes- como en las decisiones mínimas. Pero estas evidencias son secundarias respecto a la razón última de vuestra conducta: si no felicitáis a la vencedora es porque consideráis que no existe. Vuestro sometimiento a las ficciones es legendario y maligno, pero tiene, en este caso, una larga e interesante explicación.

La historia arranca de la refundación del catalanismo político en la segunda mitad de la posguerra franquista. Tanto la derecha pujolista como la izquierda comunista tuvieron que gestionar el imponente fenómeno de la inmigración española en Cataluña, el mayor en tiempos de paz, probablemente, que se haya dado en la reciente historia de Europa. La forma de gestión fue declarar al unísono que Cataluña era un solo pueblo. El procedimiento fue el que llamaron integración. O, más precisamente, su forma pronominal: integrarse, es decir, "hacer que alguien o algo pase a formar parte de un todo". Las diferencias entre la integración y la fusión se explican también por una forma pronominal: fusionarse es "reducir a una sola dos o más cosas diferentes". Hay transparentes ejemplos españoles, el de Cataluña y el de Madrid, para cada uno de los procedimientos. Los inmigrantes aceptaron la integración y la principal de sus condiciones, que era la lingüística, y que se tradujo en el modelo de inmersión. La cercanía entre castellano y catalán facilitó su aceptación. Pero, por debajo de lo visible, las diferencias subsistían: la inmensa mayoría de los nacionalistas de todos los partidos tenía el catalán como lengua de origen.

El imaginario cultural de la comunidad sobrevenida nunca formó parte del presunto único pueblo catalán. La forma básica del adoctrinamiento en los medios de comunicación y en cualquier otra variante de integración cultural fue, sobre todo, pasiva. Consistió, escuetamente, en la invisibilidad de la otra mitad. En la escuela se difundieron falsedades sobre la historia e incluso sobre la geografía de Cataluña; pero lo más dañino fue la desaparición de la historia y la geografía españolas. De lo que hoy se llama posverdad hay ejemplos sumarísimos en la historia de TV3; pero la clave de su manipulación fue el apartamiento de las personas y las ideas desafectas. El problema principal de que el catalanismo entendiera la cultura sostenida por el Presupuesto como una forma de extensión de su programa lingüístico, y por lo tanto identitario, fue la invisibilidad de la cultura escrita en castellano: durante muchos años lo peor de la programación teatral fue que ante la obvia imposibilidad de traducir a Lope o a Lorca -a diferencia de lo que sucedía con Shakespeare o Ibsen- el teatro público en castellano se hiciera casi inexistente.

La aceptación del modelo general de integración y el acatamiento de la ficción de un solo pueblo tuvieron una contrapartida para los nacionalistas: el compromiso de respetar los vínculos con el conjunto de los españoles. La deslealtad con ese pacto tácito tuvo su prólogo en las agresiones que sufrió desde Cataluña la trama de afectos española. Menudearon, cada vez con mayor naturalidad y a veces desde figuras relevantes de la política, los comentarios xenófobos. Entre aquellos andaluces de Pujol, "un hombre anárquico, un hombre destruido, un hombre poco hecho" y el lema "España nos roba", hay un sólido hilo de continuidad, a cada tanto renovado.

En diciembre de 2003, con el inicio del gobierno de Pasqual Maragall, se dio un momento de positiva incertidumbre. Por primera vez la izquierda llegaba al poder y entre muchos ciudadanos cundió la esperanza de una cierta ecuanimidad civil. Pero la incertidumbre duró poco. La llegada de la izquierda al poder solo hizo cerrar el círculo trazado después de más de dos décadas de nacionalismo de derechas. El círculo se hizo vicioso y decretó que fuera del nacionalismo no había vida inteligente en Cataluña. En el contexto de esta decepción profunda y de este sometimiento cultural y político un grupo de catalanes dio a conocer el 7 de junio de 2005 el manifiesto seminal de Ciudadanos. Las últimas líneas decían: "Es cierto que el nacionalismo unifica transversalmente la teoría y la práctica de todos los partidos catalanes hasta ahora existentes; precisamente por ello, está lejos de representar al conjunto de la sociedad. Llamamos, pues, a los ciudadanos de Cataluña identificados con estos planteamientos a reclamar la existencia de un partido político que contribuya al restablecimiento de la realidad". El restablecimiento de la realidad era el restablecimiento de la visibilidad.

Doce años después, Ciudadanos es el primer partido de Cataluña. La razón principal es que el nacionalismo, al hacerse separatista, ha roto la cláusula establecida con la otra mitad. Las consecuencias de la victoria son importantísimas. No solo destruye cualquier posibilidad, si la hubiera, para la viabilidad del proyecto independentista: hasta el Times y el resto de la prensa extranjera más cerril comprenden la inutilidad de un proyecto antagónico al que defiende el que ya es el primer partido de la región. Pero la victoria trae, además, una sustancial novedad política: el pacto entre catalanes, cuando se produzca, habrá de fundarse sobre bases nuevas. La primera, y fundamental, es la visibilidad de todos los ciudadanos. Es en este sentido, y no en ningún otro, en el que debe anunciarse que el viejo catalanismo político ha muerto. Convendría que lo que queda del socialismo catalán lo entendiera y convendría que lo entendiera lo que queda del PP. Pero convendría, incluso, que lo entendiera profundamente Ciudadanos y que no se permitiera ninguna vacilación como la que refleja la sorprendente insinuación de Inés Arrimadas de no presentarse a la investidura. Por más que su candidatura sea parlamentariamente inviable, la ganadora de las elecciones tiene el derecho y el deber de presentar ante los ciudadanos de forma libre, rigurosa y afirmativa -y no de forma reactiva, subordinado su discurso al rechazo de la candidatura de algún perdedor- el diseño de una nueva Cataluña política. Un diseño que tal vez no pueda ahora materializarse, pero sin el cual nada puede materializarse. Porque, definitiva y felizmente, la otra mitad ha dejado de escribir ya en tinta simpática.

Sigue ciega tu camino

A.

Jesús Laínz
El nacional-narcisismo catalán, ayer y hoy

Ya en las páginas de Lo catalanisme, piedra fundacional del ídem aparecida en 1886, Valentí Almirall señaló una tara esencial de sus paisanos: considerar inmejorable todo lo catalán y ser incapaces de advertir sus defectos, lo que demostraba "una vanidad estúpida o una ignorancia deplorable". Y veinte años después, arrepentido de sus opiniones juveniles, acusó a los catalanistas de haber llegado a descubrir que, como los antiguos griegos, pero sin tener los fundamentos que éstos tenían, han de declarar bárbaros a los no catalanes.

Debió de tener muy presentes Almirall los escritos de uno de los más influyentes ideólogos catalanistas, Pompeyo Gener, sostenedor de la tesis de que la raza castellana es inferior a la catalana:

El problema está entablado entre la España lemosina, aria de origen y por tanto evolutiva, y la España castellana, cuyos elementos presemíticos y semíticos, triunfando sobre los arios, la han paralizado, haciéndola vivir sólo de cosas que ya pasaron (…) Conocemos que somos arios europeos y que como hombres valemos más en el camino del Superhombre. Esto es lo que da el análisis. En Cataluña ser muy hombre quiere decir tener mucho talento, ingenio, voluntad, empresa. En casi todo el resto de España significa ser muy bruto, y del hombre sólo se comprende la humana bestia y aun la cruel bestia africana.

En febrero de 1900 nació Joventut, el semanario catalanista de mayor enjundia intelectual de las primeras décadas del siglo XX. En su primer número, los redactores dejaron claro que su objetivo era recuperar para Cataluña los tiempos edénicos perdidos:

Todos los que formamos parte de la Redacción somos catalanes y amamos a Cataluña como el que más, y como la amamos, quisiéramos que volviese a ser lo que fue en los siglos XII, XIII y XIV, es decir, la primera de las naciones latinas, y a veces la primera de toda Europa (…) Creemos que nuestro pueblo es de una raza superior a la de la mayoría de las que forman España. Sabemos por la ciencia que somos arios; ya por los celtas autóctonos; ya por los griegos, romanos, visigodos, ostrogodos, francos y otros que vinieron por aquí; y por lo tanto queremos ser dignos descendientes de razas tan nobles.

Pero para conseguirlo Cataluña debía desembarazarse de ciertos obstáculos de lengua y carácter:

Ya va quedando demasiado fuera de lugar, en esta época de despertar, eso de que los catalanes, en Cataluña, escriban sus periódicos en castellano, y lo que es peor, que piensan como piensan en el resto de España, que es pensar muy poco y muy atrasado (…) También intentaremos expulsar todo lo que nos trajeron los semitas de más allá del Ebro: costumbres de moros fatalistas, hábitos de pereza, de obediencia ciega, de crueldad, de despilfarro, de inmovilismo, de agitanamiento, de bandería y de suficiencia estúpida.

En 1907, indignado por la política catalanista, el industrial ampurdanés Francisco Jaume, en su El separatismo en Cataluña: crítica del catalanismo según los hechos, confirmaba así el supremacismo catalanista:

Los separatistas se creen personas superiores a los demás. Es claro, no dicen que sean ellos solos los superiores, sino los catalanes, más adelantados que los castellanos, por cuyo motivo hay que separarse o, si no, Cataluña se ve obligada a llevar a remolque a esa masa ignorante de las demás provincias, compuesta de una raza inferior a nosotros, los catalanes.

En 1916, el guipuzcoano José María Salaverría constataría así el fenómeno:

El catalanista considera a España como una ridiculez (…) Es así, por consiguiente, que la tierra mostrenca de España se convierte al llegar a Cataluña en un objeto santo, inviolable (…) Ésta es la gran injusticia del catalanismo. No existe en sus juicios ninguna idea de proporción. Usa unos lentes falaces para mirar los dos patriotismos; ve a España con los cristales minúsculos y a Cataluña con los de aumento. Todo es en España sujeto de crítica y de vejación; todo es en Cataluña tema de reverencia y de santidad. Se toman a sí propios tan en serio, que la menor objeción los deja estupefactos, como ante el infiel que profana el ara.

En 1918 vio la luz el Concepto General de la Ciencia Catalana, libro de Francesc Pujols, humilde creador de la Pantología o Ciencia del Todo. En él desarrolló la idea de la existencia de una corriente filosófica catalana iniciada por Raimundo Lulio y culminada por él mismo. Debido a ello, Pujols consideraba que algún día Cataluña sería reconocida como "reina y maestra del mundo", lo que llevaría al mundo entero a tener a los catalanes por seres excepcionales merecedores de todo tipo de beneficios, incluidos los pecuniarios, que tampoco hay que despreciarlos:

Tal vez no lo veamos, porque estaremos muertos y enterrados, pero es seguro que los que vengan después verán a los reyes de la Tierra arrollidarse ante Cataluña. Y será entonces cuando los lectores de mi libro, si todavía quedan algunos ejemplares, sabrán que tenía razón. Cuando se mire a los catalanes será como si se mirase a la sangre de la verdad; cuando se les dé la mano será como si se tocase la mano de la verdad. Todos sus gastos, vayan donde vayan, les serán pagados por ser catalanes. Serán tan numerosos que la gente no podrá acogerlos como huéspedes en sus viviendas, y les invitarán al hotel, el regalo más valioso que se le puede hacer a un catalán cuando viaja. Al fin y al cabo, y pensándolo bien, más valdrá ser catalán que millonario.

Un siglo después, el fenómeno, lejos de atenuarse, se acentúa sin cesar. Por ejemplo, uno de los dirigentes de la ANC, Víctor Cucurull, suele explicar en sus charlas que la catalana fue la primera de las naciones, ya existente en el siglo VII a. C.; que la antigua Tartessos se hallaba en Tortosa; que Roma no fue nada hasta que entraron en ella los catalanes; que la nación más importante del mundo en el siglo XVI era Cataluña; que san Ignacio no era de Loyola sino de Orihuela; que Cervantes era catalán y escribió el Quijote en lengua catalana; o que las tres carabelas de Colón partieron del pueblo gerundense de Pals.

La aportación de su correligionario Juli Gutiérrez Deulofeu tampoco es moco de pavo. Pues lleva algunos años divulgando la obra de su abuelo Alexandre Deulofeu, camarada del inmortal Francesc Pujols e inventor hace medio siglo de una Matemática de la historia con la que pretendió descifrar infaliblemente el futuro de la Humanidad. Por ejemplo, fijó en 2029 el momento de la independencia de Cataluña. Puigdemont y los suyos han debido de medir mal los tiempos.

Para resumir, Juli Gutiérrez, siguiendo un siglo después la estela de la revista Joventut, considera que los catalanes medievales fueron los inventores de una nueva manera de explicar el mundo, del arte románico, de la filosofía, de la música y de la pintura. Y sostiene como verdad matemáticamente demostrable que las viejas naciones europeas –Gran Bretaña, Francia, España– se desintegrarán liberando a los pequeños pueblos dominados secularmente por ellas. Sólo Alemania pervivirá y se convertirá en el gran imperio europeo del futuro. Y, según Gutiérrez, cuando los futuros dirigentes imperiales alemanes quieran saber quiénes son y de dónde vienen,

se darán cuenta de que Europa es catalana, de que el pensamiento que ha hecho a Europa ha sido todo él catalán. Y de esta manera, en los próximos 1.700 años, que no son pocos, todo el mundo occidental pensará y vivirá de acuerdo con la manera catalana (…) El argumento importante, que abrirá los ojos al mundo, es que Cataluña es la madre de la cultura europea y que el papel que tendrá Cataluña en los próximos 1.700 años será el mismo que han tenido los griegos en los últimos 2.000.

Si a esto le añadimos el adoctrinamiento totalitario en aulas y medios de comunicación, no costará comprender por qué la Cataluña de hoy está a un paso de convertirse en manicomio.

El catalanismo

José García Domínguez
La Cuarta Guerra Carlista

Hay un Madrid, el que no conoce España, que aún sigue pensando que el problema catalán se podría haber resuelto en un plis plas con un 155 duro y echándole el candado a TV3. Como si toda una mentalidad colectiva fermentada y cristalizada a lo largo de centurias se pudiera modificar de la noche a la mañana por decreto-ley. El problema catalán, que en su raíz última esconde una forma encubierta y sublimada de rechazo de la modernidad, no tendrá ningún atisbo viable de solución hasta que el paso del tiempo acabe de erosionado, poco a poco, muy poco a poco, esa estructura de carácter, la propia del indigenismo identitario del que participa la comunión catalanista toda. Y para que eso ocurra hará falta que transcurran, como mínimo, un par de generaciones. Quizá tres. La Cuarta Guerra Carlista, que no otra cosa es la querella que ahora mismo enfrenta a la mitad de los catalanes contra la otra mitad, está resultando, como las tres anteriores, una revuelta agreste e integrista del campo contra la ciudad. De ahí que Barcelona, hoy más que nunca, sea el Álamo de los leales. Una fortaleza urbana, ilustrada, mestiza y cosmopolita, permanentemente sometida al cerco de las partidas rurales del somatén separatista, esas mismas que infectaron con el pestilente hedor a estiércol de sus tractores las avenidas principales del Ensanche durante los instantes más críticos de la asonada. Pero los barceloneses, y yo lo soy hasta el tuétano, tendemos a olvidar que esa aldea moral, la del universo gárrulo y autorreferencial del indigenismo catalanista, también mora entre nosotros. Porque las grandes ciudades, gracias a Dios, remodelan sin que nadie lo pueda evitar las mentes de sus moradores. Pero también ellas necesitan tiempo para consumar su labor benemérita.

Barcelona, no se olvide, atrajo en su día a tanta inmigración interna de Cataluña como externa del resto del país. Cuando el desarrollismo de los sesenta, llegaron, es sabido, decenas de miles de familias procedentes, sobre todo, de Andalucía. Pero también, y en eso no se suele reparar tanto, otra multitud autóctona, la oriunda de la Cataluña deprimida del interior. En gran medida, el voto urbano a Esquerra (ocurre de forma muy acentuada con ERC) tiene su origen en esa cohorte poblacional, la que vive de antiguo en la ciudad pero sigue conservando (y admirando) la mentalidad de sus ancestros del agro profundo. Junqueras es eso. Una de las paradojas terminales a que ha dado lugar esta revuelta de rústicos contra España es que el catalanismo político, un movimiento que siempre había alardeado de su pretendida condición avanzada, modernizadora y europeizante, se está viendo cada día más circunscrito a solo conservar la hegemonía en las comarcas de la Cataluña periférica, menos poblada y más silvestre, amén de la atrasada y más refractaria a toda innovación. En Cataluña, y desde el pasado jueves, allí donde hay semáforos y farolas en las calles gana Ciudadanos las elecciones.

Paciencia, pues, Código Penal y tiempo al tiempo.


@jg_dominguez
 
Una cosita, lo del 143.2 de la Constitución, y que nuestros abogados me corrijan si me equivoco me parece muy, muy cogido por los pelos.

Podríamos decir que la parte de la Constitución relativa al proceso autonómico es una sección obsoleta, que fue útil para negociar y formar las distintas autonomías que componen el Reino de España. Una vez realizado este proceso y desarrolladas las autonomías por sus Estatutos, que son Ley Orgánica, ese articulado tiene más interés histórico que legal. De hecho una de las modificaciones de la Constitución que se planteaban era eliminar esto y en su lugar enumerar las autonomías que componen el Estado, una vez que hace treinta y cinco años que la división territorial ha sido establecida.

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Última edición:
Una cosita, lo del 143.2 de la Constitución, y que nuestros abogados me corrijan si me equivoco me parece muy, muy cogido por los pelos.

Podríamos decir que la parte de la Constitución relativa al proceso autonómico es una sección obsoleta, que fue útil para negociar y formar las distintas autonomías que componen el Reino de España. Una vez realizado este proceso y desarrolladas las autonomías por sus Estatutos, que son Ley Orgánica, ese articulado tiene más interés histórico que legal. Se hecho una de las modificaciones de la Constitución que se planteaban era eliminar esto y en su lugar enumerar las autonomías que componen el Estado, una vez que hace treinta y cinco años que la división territorial ha sido establecida.

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Es tal cual... El titulo octavo merece una reforma seria. Lo que no sé muy bien es si en la actual coyuntura se va a poder hacer.
 
¿Me estás diciendo que la constitución puede necesitar cambios? ¿Tú?
Creo que eso es algo que nadie niega, es problema es hacerlo por los motivos inadecuados y de formas no correctas.

@Seaker, la Constitución está por encima de los Estatutos por mucho que sean ley orgánica. De todas formas estoy de acuerdo contigo, una vez establecida la división territorial a lo largo de los años y siendo algo asentado lo normal es que las leyes fundamentales solo den cobertura legal a ésto. Pero todo este asunto de Tabarnia, que en el fondo es una chorrada, solo sirve para demostrar la ilógica del independentismo catalán. Aunque ese artículo de la CE sea obsoleto, permite un mecanismo de creación de una nueva autonomía. Y cuando ves no poca gente indepe agarrándose a una interpretación estricta/torticera del Estatut, ese que "ya está superado" para indicar que eso lo deciden "todos los catalanes" o el Parlament, o la indisolubilidad del territorio catalán, etc, etc, pues no puedes menos que echarte una risitas y ver como echan bilis.
 
¿Me estás diciendo que la constitución puede necesitar cambios? ¿Tú?
La mayoría de los aquí "unionistas" llevamos defendiendo esa necesaria reforma desde siempre. Repasa el hilo. Lo que no admitimos ni toleramos es que alguien pretenda imponer esa reforma por cojones, como el dice y cuando lo dice, y sin contar con el resto de españoles. O que directamente se salte la Constitución y el ordenamiento jurídico vigente por que ellos lo valen. Así no se hacen las cosas, y si las hacen, que asuman las consecuencias como todo hijo de vecino.
 
Una ley tanto Orgánica como no Orgánica desarrolla preceptos de la Constitución. Sobre modificar la Constitución. La Constitución Española de 1978 me parece chachi. Hay cosas que se pueden retocar o actualizar, sin hacer de una reforma Constitucional, el coño de la Bernarda.

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¿Me estás diciendo que la constitución puede necesitar cambios? ¿Tú?
La mayoría de los aquí "unionistas" llevamos defendiendo esa necesaria reforma desde siempre.

Ya,ya...pero es que eso de "reforma constitucional" es un eufemismo de "mas poder para los nacionalistas catalanes" por que para tener el mismo o menos no la van a querer absolutamente para nada.Y en el momento que eso pase como lo que se le da a unos no se le puede negar a otros ya que somos todos iguales pues ocurrirá lo inevitable que todas las demás taifas dirán "Pues para mi lo mismo" y tendremos un nuevo café para todos.

Y eso es el significado real de "reforma constitucional" mas poder para los caciques y castuzos de España y toda su ya desmesurada red clientelar de vividores adheridos al pesebre en perjuicio de la economía productiva y del bienestar de todos.

Seguid pidiendo "reformas" que ya veréis como nos van a dejar el culo como la bandera de Japon. Yo por mi parte no quiero ni oír hablar de ello por que se de sobra lo que va a suceder.
 
¿Me estás diciendo que la constitución puede necesitar cambios? ¿Tú?
La mayoría de los aquí "unionistas" llevamos defendiendo esa necesaria reforma desde siempre.

Ya,ya...pero es que eso de "reforma constitucional" es un eufemismo de "mas poder para los nacionalistas catalanes" por que para tener el mismo o menos no la van a querer absolutamente para nada.Y en el momento que eso pase como lo que se le da a unos no se le puede negar a otros ya que somos todos iguales pues ocurrirá lo inevitable que todas las demás taifas dirán "Pues para mi lo mismo" y tendremos un nuevo café para todos.

Y eso es el significado real de "reforma constitucional" mas poder para los caciques y castuzos de España y toda su ya desmesurada red clientelar de vividores adheridos al pesebre en perjuicio de la economía productiva y del bienestar de todos.

Seguid pidiendo "reformas" que ya veréis como nos van a dejar el culo como la bandera de Japon. Yo por mi parte no quiero ni oír hablar de ello por que se de sobra lo que va a suceder.

Hay muchas formas de "reformar". Y partiendo de la base de que una reforma es NECESARIA (lo que no podemos es seguir así "ad infinitum"), el resto es cuestión de hablarlo. Lo que yo consideraría impepinable, eso si, es que debe ser una reforma que iguale a todas las comunidades (se acabó la cantinela de las "comunidades histéricas"), que se vote en referéndum en toda España, y que una vez decidida, se bloquee por un periodo de tiempo muy largo. Que el primer colgao que llegue al gobierno no pueda tocarla. A partir de eso... como digo todo es negociable.
 
¿Me estás diciendo que la constitución puede necesitar cambios? ¿Tú?
La mayoría de los aquí "unionistas" llevamos defendiendo esa necesaria reforma desde siempre. Repasa el hilo. Lo que no admitimos ni toleramos es que alguien pretenda imponer esa reforma por cojones, como el dice y cuando lo dice, y sin contar con el resto de españoles. O que directamente se salte la Constitución y el ordenamiento jurídico vigente por que ellos lo valen. Así no se hacen las cosas, y si las hacen, que asuman las consecuencias como todo hijo de vecino.

Yo a ti no te he dicho nada ;)
 
¿Me estás diciendo que la constitución puede necesitar cambios? ¿Tú?
La mayoría de los aquí "unionistas" llevamos defendiendo esa necesaria reforma desde siempre. Repasa el hilo. Lo que no admitimos ni toleramos es que alguien pretenda imponer esa reforma por cojones, como el dice y cuando lo dice, y sin contar con el resto de españoles. O que directamente se salte la Constitución y el ordenamiento jurídico vigente por que ellos lo valen. Así no se hacen las cosas, y si las hacen, que asuman las consecuencias como todo hijo de vecino.

Yo a ti no te he dicho nada ;)

Por si acaso. :cuniao

:beso
 
TÍTULO X

De la reforma constitucional​

Artículo 166

La iniciativa de reforma constitucional se ejercerá en los términos previstos en los apartados 1 y 2 del artículo 87.

Artículo 167

1. Los proyectos de reforma constitucional deberán ser aprobados por una mayoría de tres quintos de cada una de las Cámaras. Si no hubiera acuerdo entre ambas, se intentará obtenerlo mediante la creación de una Comisión de composición paritaria de Diputados y Senadores, que presentará un texto que será votado por el Congreso y el Senado.

2. De no lograrse la aprobación mediante el procedimiento del apartado anterior, y siempre que el texto hubiere obtenido el voto favorable de la mayoría absoluta del Senado, el Congreso, por mayoría de dos tercios, podrá aprobar la reforma.

3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación cuando así lo soliciten, dentro de los quince días siguientes a su aprobación, una décima parte de los miembros de cualquiera de las Cámaras.

Artículo 168

1. Cuando se propusiere la revisión total de la Constitución o una parcial que afecte al Titulo preliminar, al Capítulo segundo, Sección primera del Título I, o al Título II, se procederá a la aprobación del principio por mayoría de dos tercios de cada Cámara, y a la disolución inmediata de las Cortes.

2. Las Cámaras elegidas deberán ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional, que deberá ser aprobado por mayoría de dos tercios de ambas Cámaras.

3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación.

Artículo 169

No podrá iniciarse la reforma constitucional en tiempo de guerra o de vigencia de alguno de los estados previstos en el artículo 116.




De nada...
 
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