Pereirano
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Independencia de Cataluña: El Govern controló hasta una jura de bandera en un espionaje masivo a constitucionalistas. Noticias de España
Los Mossos activaron en la recta final del 'procés' un programa de vigilancia de las organizaciones civiles contrarias a la independencia que incluyó investigaciones a sus líderes y simpatizantes
Los Mossos d'Esquadra activaron en la recta final del 'procés' una campaña de vigilancia de todas las organizaciones civiles contrarias a la independencia. Espiaron sus manifestaciones, identificaron a sus líderes, revisaron su ideario y estudiaron sus relaciones con otras entidades y partidos políticos. El resultado de este programa de espionaje masivo fue descubierto por la Policía Nacional entre los papeles que la policía autonómica intentó quemar en una incineradora de Sant Adrià de Besòs (Barcelona) el pasado 26 de octubre, cuando el 155 ya se cernía sobre el Govern de Carles Puigdemont.
Según los documentos incautados, los Mossos controlaron en los seis meses anteriores al 1-O hasta el más mínimo acto constitucionalista, incluso una jura de bandera celebrada en el cuartel de El Bruch de Barcelona el 20 de mayo de 2017. El acto lo organizó el Ministerio de Defensa, pero la policía catalana quería identificar a los 600 civiles que prometieron lealtad a España y a las entidades antisoberanistas que respaldaron con su presencia una convocatoria de esa carga simbólica.
Los Mossos también espiaron un simple reparto de ejemplares de una revista contra la independencia en Hospitalet de Llobregat el 31 de marzo del año pasado. La acción fue promovida por Españoles de a Pie, un grupo constitucionalista minoritario. Pero eso no impidió que fuera blanco predilecto de los agentes de la Comisaría de Información de los Mossos, la unidad que se encargó de centralizar las vigilancias. Además del reparto de su revista El Catalá, la policía autonómica también monitorizó la manifestación que organizó este colectivo el 29 de marzo de 2017 frente a las oficinas de la CUP en Barcelona. “Se ha cubierto la concentración sin incidentes. Han estado media hora delante de la puerta de la sede de la CUP, han realizado un pequeño parlamento entre ellos mismos y se han ido”, recogió un informe. El documento detalló quiénes participaron y otras cuestiones que debieron resultar de interés para los agentes. “M. M. S., de Españoles de a Pie. Se coge placa de la matrícula 49XXXXX, que pertenece a L. A. S. P., de Españoles de a Pie”. En el original, los nombres y matrículas aparecían completos, pero aquí se omiten por motivos de seguridad.
Según los autores del informe, también fueron detectados en ese acto tres individuos de Barcelona con la Selección, otro colectivo no independentista que reclama que la selección española vuelva a jugar en Cataluña. La última vez que lo hizo fue en 2004. El Ayuntamiento de Barcelona los ha sancionado en numerosas ocasiones por colocar pantallas gigantes en la vía pública para seguir los partidos. Del mismo modo, los funcionarios de la Comisaría de Información identificaron a un representante de otro grupo que se define contrario a “cualquier planteamiento separatista”, Movimiento Cívico España y Catalanes. Les representó en la concentración frente a la CUP M. S. S. R., según la nota que redactaron. El informe añadía que también participó “el legionario que va siempre en bici”, demostrando un conocimiento pormenorizado de los activistas que se movilizan contra la independencia. “Se han hecho imágenes y se han dejado en la carpeta del grupo”, terminaba el informe.
Otro de los documentos que estuvieron a punto de ser lanzados al fuego demuestra que los Mossos hicieron gestiones para tratar de conseguir más información sobre los dirigentes de Españoles de a Pie. Para ello, se valieron de los datos que la propia plataforma facilitó para registrar la convocatoria. “En la comunicación, la M. G. da el siguiente correo electrónico xxxx@gmail.com, que seguramente es el correo de su hija, como también da como dirección de la sede de Españoles de a Pie la de la calle XXXX. Se debería pedir padrón de esta dirección para ver a quién le consta, porque el domicilio de la M. G. consta en la calle XXXX”.
Las mismas indagaciones hicieron para conocer los vínculos familiares de L. S., otro de los supuestos responsables de la plataforma. Tiraron de los datos de inscripción del grupo, del vehículo detectado en la manifestación del 29 de marzo y de imágenes que habían grabado clandestinamente de la presentación en sociedad del colectivo en abril de 2016, en un restaurante de la calle Girona de Barcelona. “Marco: míratelas mañana, ya que no conocemos las caras y a ver si entre todos creamos un Word con caras y nombres”, ordenó uno de los mandos en un documento que también fue localizado. En otro se informaba de que “uno de los asistentes fue L. M. S. O.”.
Los Mossos también consideraron prioritario controlar la actividad de Somatemps, otro grupo constitucionalista que reivindica una catalanidad alejada del secesionismo. Su apoyo social es limitado, pero la policía autonómica dejó constancia de hechos aparentemente tan insignificantes como que la delegación de esta plataforma en Tarragona había abierto una cuenta en Facebook. Más tiempo dedicaron a vigilar la entrega de los premios Catalanes por España, organizado por Somatemps el 8 de abril de 2017. “Las organizaciones asistentes serán las siguientes: Movimiento Cívico de España y Catalanes, Concordia Cívica, Regeneración Democrática, Movimiento 12-O, Somatemps, Profesores por el Bilingüismo”. Cualquier colectivo antiindependentista, por pequeño que fuera, mereció la atención de la policía autonómica durante la recta final de la hoja de ruta independentista. En uno de sus informes sobre Somatemps destacaron que una persona que solía participar en sus actos era “agente de seguridad” en el “acceso 15”, probablemente, del Camp Nou. “Persona muy activa (...), interesa su filiación para un futuro”.
Con todo, el grupo que más interés suscitó en los Mossos fue Sociedad Civil Catalana (SCC), la organización civil antisoberanista fundada en 2014 que ha logrado concitar mayor respaldo popular. La Policía Nacional halló en una de las cajas incautadas en la planta de reciclaje un informe de la Comisaría de Información de la policía autonómica “clasificado como reservado” con datos de una manifestación de SCC celebrada en Barcelona el 19 de marzo de 2017.
El documento registró el lema de la protesta ('Paremos el golpe separatista. En defensa de la libertad, la democracia y la convivencia'); qué personalidades estuvieron en la cabecera de la marcha (diputados de PP y Ciudadanos, abogados, periodistas, dirigentes de SCC), y la presencia de un segundo grupo encabezado por un dirigente de Unión, Progreso y Democracia (UPYD) que portaba su propia pancarta.
El informe también desvela que los agentes de Información controlaron a asistentes anónimos y que SCC fue sometida a una vigilancia continua durante 2017. “A algunas de las personas que formaban parte de la organización en la plaza de Sant Jaume ya se les había visto en la carpas informativas que Sociedad Civil Catalana ha montado durante el año en diferentes puntos de la ciudad de Barcelona”, anotaron los responsables de los seguimientos. El documento contiene incluso los números de matrícula de los vehículos de apoyo utilizados durante la marcha y el nombre de la empresa que montó el escenario en que se leyó el manifiesto de cierre del acto.
El informe refleja asimismo la inquietud que provocaba en los Mossos el dinamismo que estaba demostrando SCC en el momento más decisivo del 'procés': “El número de personas vinculadas a Ciudadanos ha crecido en los últimos años, han sabido movilizar personas mediáticas relacionadas con medios de comunicación como a políticos en activo de partidos de centro derecha. Tanto SCC como el resto de entidades contrarias al proceso soberanista en esta recta final han intensificado su ofensiva, están teniendo más fuerza en redes sociales y se ha detectado un incremento de pequeños actos en la calle”.
La Policía Nacional considera que estos papeles rescatados de la incineradora demostrarían que los Mossos d'Esquadra, “siguiendo presumiblemente órdenes políticas”, han vigilado a “partidos políticos, abogados, asociaciones civiles y periodistas entre otros colectivos en Cataluña que son contrarios al proceso independentista desarrollado por el Gobierno de la Generalitat desde sus diferentes consejerías”. Otro informe, en este caso de la Guardia Civil, ya ha constatado que el major de los Mossos, Josep Lluìs Trapero, informó puntualmente a sus superiores políticos de los hitos más relevantes del 'procés' que afectaban al cuerpo policial.
Independencia de Cataluña: El Govern controló hasta una jura de bandera en un espionaje masivo a constitucionalistas. Noticias de España
Los Mossos activaron en la recta final del 'procés' un programa de vigilancia de las organizaciones civiles contrarias a la independencia que incluyó investigaciones a sus líderes y simpatizantes
Los Mossos d'Esquadra activaron en la recta final del 'procés' una campaña de vigilancia de todas las organizaciones civiles contrarias a la independencia. Espiaron sus manifestaciones, identificaron a sus líderes, revisaron su ideario y estudiaron sus relaciones con otras entidades y partidos políticos. El resultado de este programa de espionaje masivo fue descubierto por la Policía Nacional entre los papeles que la policía autonómica intentó quemar en una incineradora de Sant Adrià de Besòs (Barcelona) el pasado 26 de octubre, cuando el 155 ya se cernía sobre el Govern de Carles Puigdemont.
Según los documentos incautados, los Mossos controlaron en los seis meses anteriores al 1-O hasta el más mínimo acto constitucionalista, incluso una jura de bandera celebrada en el cuartel de El Bruch de Barcelona el 20 de mayo de 2017. El acto lo organizó el Ministerio de Defensa, pero la policía catalana quería identificar a los 600 civiles que prometieron lealtad a España y a las entidades antisoberanistas que respaldaron con su presencia una convocatoria de esa carga simbólica.
Los Mossos también espiaron un simple reparto de ejemplares de una revista contra la independencia en Hospitalet de Llobregat el 31 de marzo del año pasado. La acción fue promovida por Españoles de a Pie, un grupo constitucionalista minoritario. Pero eso no impidió que fuera blanco predilecto de los agentes de la Comisaría de Información de los Mossos, la unidad que se encargó de centralizar las vigilancias. Además del reparto de su revista El Catalá, la policía autonómica también monitorizó la manifestación que organizó este colectivo el 29 de marzo de 2017 frente a las oficinas de la CUP en Barcelona. “Se ha cubierto la concentración sin incidentes. Han estado media hora delante de la puerta de la sede de la CUP, han realizado un pequeño parlamento entre ellos mismos y se han ido”, recogió un informe. El documento detalló quiénes participaron y otras cuestiones que debieron resultar de interés para los agentes. “M. M. S., de Españoles de a Pie. Se coge placa de la matrícula 49XXXXX, que pertenece a L. A. S. P., de Españoles de a Pie”. En el original, los nombres y matrículas aparecían completos, pero aquí se omiten por motivos de seguridad.
Según los autores del informe, también fueron detectados en ese acto tres individuos de Barcelona con la Selección, otro colectivo no independentista que reclama que la selección española vuelva a jugar en Cataluña. La última vez que lo hizo fue en 2004. El Ayuntamiento de Barcelona los ha sancionado en numerosas ocasiones por colocar pantallas gigantes en la vía pública para seguir los partidos. Del mismo modo, los funcionarios de la Comisaría de Información identificaron a un representante de otro grupo que se define contrario a “cualquier planteamiento separatista”, Movimiento Cívico España y Catalanes. Les representó en la concentración frente a la CUP M. S. S. R., según la nota que redactaron. El informe añadía que también participó “el legionario que va siempre en bici”, demostrando un conocimiento pormenorizado de los activistas que se movilizan contra la independencia. “Se han hecho imágenes y se han dejado en la carpeta del grupo”, terminaba el informe.
Otro de los documentos que estuvieron a punto de ser lanzados al fuego demuestra que los Mossos hicieron gestiones para tratar de conseguir más información sobre los dirigentes de Españoles de a Pie. Para ello, se valieron de los datos que la propia plataforma facilitó para registrar la convocatoria. “En la comunicación, la M. G. da el siguiente correo electrónico xxxx@gmail.com, que seguramente es el correo de su hija, como también da como dirección de la sede de Españoles de a Pie la de la calle XXXX. Se debería pedir padrón de esta dirección para ver a quién le consta, porque el domicilio de la M. G. consta en la calle XXXX”.
Las mismas indagaciones hicieron para conocer los vínculos familiares de L. S., otro de los supuestos responsables de la plataforma. Tiraron de los datos de inscripción del grupo, del vehículo detectado en la manifestación del 29 de marzo y de imágenes que habían grabado clandestinamente de la presentación en sociedad del colectivo en abril de 2016, en un restaurante de la calle Girona de Barcelona. “Marco: míratelas mañana, ya que no conocemos las caras y a ver si entre todos creamos un Word con caras y nombres”, ordenó uno de los mandos en un documento que también fue localizado. En otro se informaba de que “uno de los asistentes fue L. M. S. O.”.
Los Mossos también consideraron prioritario controlar la actividad de Somatemps, otro grupo constitucionalista que reivindica una catalanidad alejada del secesionismo. Su apoyo social es limitado, pero la policía autonómica dejó constancia de hechos aparentemente tan insignificantes como que la delegación de esta plataforma en Tarragona había abierto una cuenta en Facebook. Más tiempo dedicaron a vigilar la entrega de los premios Catalanes por España, organizado por Somatemps el 8 de abril de 2017. “Las organizaciones asistentes serán las siguientes: Movimiento Cívico de España y Catalanes, Concordia Cívica, Regeneración Democrática, Movimiento 12-O, Somatemps, Profesores por el Bilingüismo”. Cualquier colectivo antiindependentista, por pequeño que fuera, mereció la atención de la policía autonómica durante la recta final de la hoja de ruta independentista. En uno de sus informes sobre Somatemps destacaron que una persona que solía participar en sus actos era “agente de seguridad” en el “acceso 15”, probablemente, del Camp Nou. “Persona muy activa (...), interesa su filiación para un futuro”.
Con todo, el grupo que más interés suscitó en los Mossos fue Sociedad Civil Catalana (SCC), la organización civil antisoberanista fundada en 2014 que ha logrado concitar mayor respaldo popular. La Policía Nacional halló en una de las cajas incautadas en la planta de reciclaje un informe de la Comisaría de Información de la policía autonómica “clasificado como reservado” con datos de una manifestación de SCC celebrada en Barcelona el 19 de marzo de 2017.
El documento registró el lema de la protesta ('Paremos el golpe separatista. En defensa de la libertad, la democracia y la convivencia'); qué personalidades estuvieron en la cabecera de la marcha (diputados de PP y Ciudadanos, abogados, periodistas, dirigentes de SCC), y la presencia de un segundo grupo encabezado por un dirigente de Unión, Progreso y Democracia (UPYD) que portaba su propia pancarta.
El informe también desvela que los agentes de Información controlaron a asistentes anónimos y que SCC fue sometida a una vigilancia continua durante 2017. “A algunas de las personas que formaban parte de la organización en la plaza de Sant Jaume ya se les había visto en la carpas informativas que Sociedad Civil Catalana ha montado durante el año en diferentes puntos de la ciudad de Barcelona”, anotaron los responsables de los seguimientos. El documento contiene incluso los números de matrícula de los vehículos de apoyo utilizados durante la marcha y el nombre de la empresa que montó el escenario en que se leyó el manifiesto de cierre del acto.
El informe refleja asimismo la inquietud que provocaba en los Mossos el dinamismo que estaba demostrando SCC en el momento más decisivo del 'procés': “El número de personas vinculadas a Ciudadanos ha crecido en los últimos años, han sabido movilizar personas mediáticas relacionadas con medios de comunicación como a políticos en activo de partidos de centro derecha. Tanto SCC como el resto de entidades contrarias al proceso soberanista en esta recta final han intensificado su ofensiva, están teniendo más fuerza en redes sociales y se ha detectado un incremento de pequeños actos en la calle”.
La Policía Nacional considera que estos papeles rescatados de la incineradora demostrarían que los Mossos d'Esquadra, “siguiendo presumiblemente órdenes políticas”, han vigilado a “partidos políticos, abogados, asociaciones civiles y periodistas entre otros colectivos en Cataluña que son contrarios al proceso independentista desarrollado por el Gobierno de la Generalitat desde sus diferentes consejerías”. Otro informe, en este caso de la Guardia Civil, ya ha constatado que el major de los Mossos, Josep Lluìs Trapero, informó puntualmente a sus superiores políticos de los hitos más relevantes del 'procés' que afectaban al cuerpo policial.
Independencia de Cataluña: El Govern controló hasta una jura de bandera en un espionaje masivo a constitucionalistas. Noticias de España