En ese momento, los agentes, liderados por el jefe del operativo, detuvieron a la comitiva de los Mossos en la entrada del recinto.
Según los mensajes, en ese momento se vivió el primer episodio de gran tensión entre los dos cuerpos policiales: “El inspector de los Mossos se puso muy chulo y farruco. Dijo que él pasaba a la incineradora porque no había orden judicial para impedírselo”.
En esos momentos no existía orden alguna por parte de la Audiencia Nacional, aunque la Policía Judicial si estaba informada de lo que estaba sucediendo a las puertas de la incineradora. Así lo explicó el jefe de la unidad de información al inspector de los Mossos: “Esto está hablado con el juzgado”.
Mientras se producía ese intercambio, se pidieron los refuerzos de los antidisturbios, previamente movilizados. Desde las 9 de la mañana se había preparado un operativo, por parte de varias Unidades de Intervención Policial, para dar “refuerzo” a los agentes de información.
Los mossos apostados en la entrada de la incineradora acusaron a los antidisturbios de “amenazarles con el arma”, lo que provocó esta réplica de los agentes: “Como en cualquier otro lado, la UIP se baja con arma larga en cualquier servicio menos en una manifestación. Es protocolario”.
En el acceso a la planta de residuos de Sant Adrià de Besós se encontraban más de una veintena de policías nacionales -entre los del servicio de información y los antidisturbios- más los mossos que iban en los dos coches patrulla y en el convoy, incluido el inspector jefe.
No obstante, la policía autonómica pronto recibió refuerzos también: “Aparecieron tres vehículos camuflados. Nos grabaron a todos los policías y al operativo”.
Los agentes de la Policía Nacional, no obstante, no se quedaron de brazos cruzados: “Nosotros también les grabamos”.