Da la casualidad de que casi me paso más tiempo en Cataluña que en casa. Da la casualidad que el 80% de mis clientes son catalanes. Da la casualidad de que muchos de mis amigos son de allí. Da la casualidad de que estuve precisamente en Barcelona precisamente la semana fatídica de la declaración de la república. Da la casualidad de que toda mi familia es valenciana y tengo una prima hermana... independentista radical catalana. A la que he visto salir todos los fines de semana ataviada y perterechada para ir a esas reuniones que según tu son para jugar a la brisca. Da la casualidad de que me crié viendo TV3. Y da la casualidad de que incluso llegué a tener casa en Sitges para mudarme definitivamente.
No sé si todo eso me cualifica para hablar, o soy un extranjero que no tiene ni puta idea, pero por mucho que vivas allí, a mi no me vas a contar lo que ven mis ojos. A mi no me vas a quitar de la mente la gentuza con la que me he cruzado por la calle, al más puro estilo ordsnungpolizei y total impunidad. A mi no me vas a decir que mis clientes cierren la puerta para que no les escuchen cuando hablan de la situación de Cataluña. A mi no me vas a devolver los amigos que he perdido, totalmente alienados con esta mierda. A mi no me cuentes tu vida, que yo tengo la mia, dos dedos de frente, y sé lo que veo, y como ha cambiado la cosa en los más de treinta años que llevo yendo a Cataluña con asiduidad.
Entiendo que haya gente que, sumergidos en esta miasma estén tan hasta los cojones, que como mecanismo de autodefensa, lleguen a aceptarlo como "normal" y a minimizar lo que ocurre. A los que a base de escuchar las mismas mierdas en TV3 uno y otro dia, lleguen a verlas como normales mientras el resto del universo asistimos a ellas ojipláticos. Que deseen tanto que todo acabe ya de una puta vez para volver a sus vidas de antes, que prefieran incluso la implantación al todo del independentismo, y a otra cosa. Pero no me cuentes películas, Krell. Que no somos idiotas ni los medios nos "manipulan" como dice Jaume. Un video de alguien fregando con lejía el sitio por donde ha pisado Arrimadas es difícilmente manipulable. Otra cosa es que no queráis verlo.