Es que al final no va a haber otra solución, y si taaaan claro lo tienen realmente en Catalunya, no veo por qué no pueda (y deba) ser así.
Quema mucho escuchar a las élites catalanistas por un lado con su mezcla de soberbia y despecho (al estilo de una canción de Camela), y por el otro a Rajoy y sus compis de partido con su discurso de pacotilla sobre 'la unión hace la fuerza' mientras pone cara de 'en realidad me la suda todo este tema, yo voy a lo mío'. Por no hablar ya de las víboras mediáticas que se mueven en la órbita de ambos bandos, los radicales nostálgicos del golpismo y la dictadura, las terceras vías de grupos políticos que ya no saben qué hacer o decir para tener alguna relevancia en un país asqueado de la política ...
Al final, uno llega a la conclusión de que lo mejor es cortar por lo sano con estos lastres, y tirar p'alante con quien quiera compartir un verdadero proyecto en común, a ser posible de nuevo cuño y verdaderamente renovador.
Un saludete.