La Diada 2012, ¿un antes y un después?

los españoles somos todos una panda de jilipollas, les hemos dado tanto poder a los políticos que encima creemos que van a solucionar los problemas que ellos mismos han creado.

y luego sale un cretino como Errejón diciendo que hace falta más política en nuestras vidas, no, lo que hace falta es que os vayáis todos a tomar por culo.
 
Pero coño, qué tienen que perder con una DUI?

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Venir a chapotear a la pocilga también te convierte a ti en un cerdo.

Supongo que te das cuenta de que tras este intento de insulto se esconde el reconocimiento de vuestra realidad porcina, no? :pensativo
En absoluto. Te está diciendo que si consideras que algo es una charca de mierda, no te te metes si no eres un cerdo como el resto que está metido dentro. Es decir: o esto es una charca de mierda y todos somos cerdos, o esto es una Terma Romana.
 
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Sánchez no merece ser presidente, un tipo que no garantiza los derechos básico MÍNIMOS de la gente, circular por la calle con tranquilidad y que sólo anda pendiente de las encuestas electorales para hacer algo, se merece lo peor.

espero que la historia te mande a un basurero.
 
Venir a chapotear a la pocilga también te convierte a ti en un cerdo.

Supongo que te das cuenta de que tras este intento de insulto se esconde el reconocimiento de vuestra realidad porcina, no? :pensativo
En absoluto. Te está diciendo que si consideras que algo es una charca de mierda, no te te metes si no eres un cerdo como el resto que está metido dentro. Es decir: o esto es una charca de mierda y todos somos cerdos, o esto es una Terma Romana.

Bueno, a veces tiene que entrar el granjero para darles de comer, de vez en cuando. Quizá ya tengáis suficiente. :juas
 
Pero tengamos las cosas claras, tú no eres un patriota, eres un nacionalista.

Claro, hombre, y vas a ser tú quien diga lo que yo soy.
Menudo payaso
No eres NADIE para decir lo que soy.
A ver lojaume, que te veo cerca de un colapso. Tranquilidad. Lo que dice puede no gustarte pero no es una ofensa como para llamarle payaso ni antes cerdo al resto, aunque reconozco que literariamente me ha hecho gracia. Como literariamente es aceptable el juego entre patriota y nacionalista, que con más tiempo de desarrollo también suscribiria yo.

Recuerdo las veces que nos hemos visto, lo bien que lo hemos pasado y como habíamos hablado con otros sobre aficiones en común. Cuántas cosas en común. Jamás hablamos de política hasta que esto reventó y no tenías entonces pinta de estar oprimido, más bien se lo contrario. Qué pena que eso valga ahora la mierda de la pocilga en la que nos echarcamos.
 
Yo fui catalán. Por Antonio Jaumandreu @Ajaumandreu


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Ha llegado a convencerse (el catalán), contra toda evidencia, de que es el mejor pueblo del mundo”.

Igual que fui joven o tuve pelo, fui catalán. En esos tiempos que ahora parecen tan remotos, ser catalán era sinónimo de seriedad, laboriosidad, formalidad, cultura, modernidad, cosmopolitismo, libertad… No voy a entrar ahora en la enojosa tarea de determinar si esas virtudes se correspondían con la realidad, porque lo cierto es que durante mucho tiempo toda España se rendía sin resistencia a “lo catalán”, curiosa condición que prácticamente eximía de cualquier actividad probatoria. Una magnífica tarjeta de presentación, aunque ahora algunos quieran hacernos creer que España nos ha despreciado, humillado, ninguneado secularmente. Falso de toda falsedad. Pero es que en Cataluña llevamos décadas viviendo en y de la mentira. No vale la pena insistir en ello.

De un tiempo a esta parte, sin embargo, ser catalán se ha convertido en una rémora. He de decir que a mí jamás nadie me ha reprochado nada, pero no hace falta. Sé que no soy el único catalán avergonzado del espectáculo bochornoso que nuestra región está dando, gracias a una clase política instalada en la rebelión abierta que ha conducido a buena parte de la población a la demencia, para decirlo sin tapujos. Un proceso a ninguna parte y sin ningún fundamento más allá del estricto capricho, de la insolidaridad, del rencor inducido y de la búsqueda desesperada de la impunidad. Hay que repetirlo: no hay razones históricas, ni sociales, ni económicas, ni políticas, ni jurídicas que sustenten la pretensión independentista. Pero tanto da: ellos han decidido que Cataluña va a ser independiente sí o sí, pese a quien pese, con o sin mayoría, con o sin reconocimiento internacional, con o sin recursos económicos, con o sin derecho, con o sin paz. Para ello vulnerarán leyes, hasta las suyas propias. Abandonarán sus funciones y competencias. Mentirán, calumniarán, malversarán, dividirán y enfrentarán. Aplicarán varas de medir radicalmente distintas, manipularán y utilizarán absolutamente cualquier arma a su alcance.

Nada de eso tiene que ver con aquel ser catalán que yo conocía y con el que me identificaba sin problemas. El catalán pragmático y realista, respetuoso del orden, creativo y emprendedor. Europeo y abierto. El catalán nacionalista, el nuevo catalán que ha alumbrado el siglo XXI aunque ya se engendró en el XX, es muñidor insaciable del presupuesto público, es irresponsable, está dispuesto a poner la riqueza del territorio en manos de grupos antisistema por la simple razón de que coinciden en su odio a España. Es rencoroso, insolidario, vive ajeno a la realidad. Se queja constantemente de una opresión inexistente, rehuye sus responsabilidades acomodándose en la atribución de las culpas de todo al enemigo imaginario e ignora que su situación es exclusivamente consecuencia de sus propias decisiones. Y cuando se le ha dado la oportunidad ha reincidido en el error, se ha mostrado contumaz en el desafío al sentido común, a la legalidad y a la realidad. Ha depositado su confianza en un orate fugitivo de la justicia.

Ha dejado de importarle su bienestar real y se ha sumergido en un infantilismo totalmente impropio de una sociedad avanzada. Se ha convencido de vivir en una situación insostenible cuando habita en uno de los mejores rincones del planeta, desde todos los puntos de vista. Cuando su visión se da de bofetadas con la legalidad, con la democracia, con la sensatez, se convence de que está inventando una nueva forma de hacer y de existir. Ha llegado a convencerse, contra toda evidencia, de que es el mejor pueblo del mundo. Ha pasado a renegar de sus antiguos ídolos por su tibieza para abrazar a terroristas.

Sí, fui catalán. Si eso ha de ser Cataluña, ya no puedo serlo.



Yo fui catalán. Por Antonio Jaumandreu @Ajaumandreu
 
Pero tengamos las cosas claras, tú no eres un patriota, eres un nacionalista.

Claro, hombre, y vas a ser tú quien diga lo que yo soy.
Menudo payaso
No eres NADIE para decir lo que soy.

Me lo dice el que lleva 3200 páginas llamando nacionalista franquista casposo al resto. Tiene su gracia. La diferencia entre tú y yo, es que no me verás esconderme detrás de la tercera condicional ni hablar en tercera persona. Desde el respeto se puede y se debe debatir y hablar de cualquier cosa.
 
Hasta los rojos de la hoz y el martillo piden aplastarlos de un puntapie militar jejeje:mparto:mparto:mparto

es que no hay que aplastar nada, hay que aplicar la Ley sin miramientos, como en Bélgica, como en Francia, y punto, nunca hubo tanta tranquilidad en Cataluña como en los meses en que se aplicó el 155.

pero qué va a hacer un tipejo repugnante como Sánchez que en la mitad de sitios donde gobierna lo hace con toda esta gente.
 
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