Cambiando de tema, ...sobre las relaciones Cataluña - España, hay un ejemplo clarísimo que indica cómo está el asunto: Los papeles de Salamanca.
Como sabeis, En Salamanca está depositado un montón de archivos, documentos y libros que fueron sustraidos a punta de pistola en el golpe militar de Franco. La mayor parte pertenecían a la Generalitat republicana, aunque también hay archivos municipales y de particulares. Estos archivos se utilizaron durante la represión posterior para perseguir y ejecutar a gente.
Una vez muerto el dictador, y restaurada la Generalitat, se pidió la devolución de estos archivos, por derecho y POR DIGNIDAD.
En cualquier país normal, se hubiera realizado un acto solemne, en el que se devolvería la documentación a su legítimo propietario. Sin revanchismo ni mandangas. El dictador está criando malvas, todos somos demócratas, y ahora tenemos una magnífica oportunidad de avanzar en el camino de la reconciliación y el entendimiento. Banderas españolas y catalanas mezcladas, gente dándose la mano y todos sintiéndonos parte de este país, que pasa página a su pasado.
Qué es lo que ocurrió?
Que en lugar de devolver los archivos, se organizó una campaña -no solo en Salamanca, sino en toda España- para que los archivos "no se los llevaran los catalanes". Recogidas de firmas, excusas absurdas, e incluso grotescas apelaciones al "derecho de conquista".
Al final, como el partido del gobierno (creo que el PSOE) tenia miedo de tomar la decisión de devolverlos, se nombró una vergonzosa "comisión de expertos" para que tomaran ellos la decisión, y al cabo de varios años sentenciaron lo obvio: que los documentos se devolvieran a su legítimo propietario, previa digitalización que debía costear la Generalitat. Desde entonces, los archivos se han ido devolviendo a regañadientes, con retrasos, con la intervención de jueces, y cada devolución es aprovechada -básicamente por el PP- para atiar el anticatalanismo, como si les estuviéramos robando patrimonio.
Por cierto, todavía estamos esperando un montón de cajas, que el gobierno actual ya ha dicho que no piensa devolver.
Ahí se perdió una magnífica oportunidad de hacer pedagogía y de encajar Cataluña en España. En lugar de ello, los partidos políticos prefirieron sacar rédito político atiando el anticatalanismo latente. Ahora ya es demasiado tarde para arreglarlo.
No sé a vosotros, pero a mi me parece un ejemplo clarísimo.