Joder. Hace un ratito, un amigo me ha escrito para contarme que ha escuchado gritos y llantos en la calle. Se ha asomado al balcón, y ha visto a una mujer que tiene un negocio en su calle, de rodillas en el suelo desesperada, mientras una empleada y las camareras de los bares de al lado trataban de consolarla. Preguntó a otra vecina que le pasaba, y por lo visto es que lleva varios años trayendo a una niña ucraniana de acogida todos los veranos. Desde que empezó la guerra, estaba intentando que la dejasen aquí permanentemente, pero todo eran trabas y problemas. Le tocaba venir en un par de meses, pero por lo visto acaban de decirle que ha habido un ataque y el edificio donde vivía se ha visto afectado y no la encuentran, creen que ha muerto.
Debe ser desgarrador...