Por qué la España de Zapatero no saldrá de la crisis
Roberto Centeno
A principios de 2007 cuando los desequilibrios ya insostenibles produjeron la inflexión de nuestro crecimiento, el vicepresidente Solbes afirmaría: “El endeudamiento de familias y empresas no es preocupante, al contrario, cuando más se endeuden más ricos serán, ya que los activos que adquieren solo pueden subir de precio”, tesis avalada por bancos, inmobiliarias y demás interesados. “No existe burbuja inmobiliaria” era la consigna, y la mayoría les creyó; un oyente indignado me escribiría entonces: “Es Ud. un mentiroso, los pisos nunca pueden bajar de precio”.
En agosto, ante la mayor crisis financiera conocida, el gobierno del país más endeudado del planeta afirmaría que “la crisis no nos afecta”; después y durante doce largos meses, gobierno, Banco de España, y servicios de estudios interesados falsearon cifras y previsiones, y negaron la crisis. Dieciocho meses perdidos y el enfermo sin tratamiento.
Y ahora, como no podía ser de otra manera, a pesar de la manipulación masiva de las cifras oficiales – el INE acaba de reconocer que el PIB 2008 se sobrevaloró un 33 %-, mientras Alemania y Francia empiezan a remontar, España sigue hundiéndose. Pero al Sr. Zapatero le sobran consignas, la nueva: “lo peor de la crisis ha pasado”. Pero ni ha pasado ni va a pasar. En palabras de Variant, una conocida casa de análisis especializada en inversores institucionales, “España es una hecatombe a punto de materializarse: se dirige hacia una larga y dolorosa deflación, que se manifestará en un nivel de desempleo espectacular, el colapso del inmobiliario, e insolvencias bancarias generalizadas”, pero el tema es más grave de lo que Variant estima, porque nuestros problemas específicos hacen la salida imposible, en concreto:
a) El nivel de gestión más desastroso de nuestra historia económica, un gobierno tan incompetente y mentiroso que resulta patético. Afirma César Vidal, analizando grafológicamente la escritura del Sr. Zapatero, que “resulta evidente un profundo sentimiento de inferioridad, lo que le lleva a rodearse de gente que considera inferior”. No tienen ni idea de a lo que nos enfrentamos y su única respuesta ha sido la improvisación y el despilfarro. Como señala el FMI, España es el país de la OCDE que ha realizado la política más ineficiente de gasto público. Cada día que pasa las chapuzas se acrecientan, y no sabemos hasta donde serán capaces de llegar. Toda su estrategia consiste en mantenerse en el poder como sea, aunque para ello tengan que desmantelar España, endeudar a varias generaciones, y controlar televisiones, para lo que han dictado ya cinco leyes y pondrán el dinero público necesario al más puro estilo chavista.
b) Un modelo de Estado, autonómico y local, único en el mundo, imposible de financiar, despilfarrador hasta la náusea y con el mayor nivel de corrupción conocido jamás, que ha situado el gasto público estructural en un nivel incompatible con nuestra permanencia en el euro. Se ha creado además una Administración dual, donde la del Estado vive en situación de penuria extrema y la autonómica y local, en el despilfarro más insultante, estimado en más de 60.000 millones de euros. Más de la mitad de funcionarios autonómicos y locales no hace absolutamente nada, y lo que es infinitamente peor, hay casi 200.000 proponiendo, implantando y vigilando 17 legislaciones comerciales para fragmentar el mercado, y otros, además, persiguiendo la lengua y la cultura española y falsificando la Historia, es decir, dedicados a destruir España a tiempo completo.
A finales de los años 60, cuando tuvimos la Administración más tecnificada y capaz de toda nuestra historia, había un funcionario o similar por cada 18 activos, frente a uno por cada 5 a día de hoy. No hace falta ser economista para ver que esto es la ruina de una nación, y como denuncia el Financial Times “para empeorar las cosas tanto el número como el salario de los empleados públicos sigue subiendo sin parar, a pesar de la crisis y la deflación de los precios”. O España revierte el nivel de gasto no centralizado a los límites de un Estado Federal, entre el 25 y el 30 %, frente a la locura del 62 % del nuevo modelo de financiación para 17 centros de poder independientes y totalmente descontrolados, o España se desintegrará.
c) Un comportamiento inaudito de un banco central al servicio de una política partidista demencial, con el aplauso del sistema financiero en pleno, que no aplicó como era su obligación las normas derivadas de Basilea II, y permitió a bancos y cajas endeudarse sin límite para hinchar la burbuja inmobiliaria – 785.000 millones de euros, de los cuales deberán devolver o refinanciar 400.000 hasta 2013 - y en lugar de reducirla gradualmente, la convirtió según FT en “ la madre de todas las burbujas” . Y ahora, permite a bancos y cajas esconder sus pérdidas, valorando los activos a precios por encima del mercado, o desviando deuda a filiales.
La educación pública, hundida
Más aún, el regulador ha buscado fórmulas para ocultar la morosidad y eludir la obligación de provisionar. En julio cambió la normativa, permitiendo reducir ésta del 25 al 2% sin más que finalizar promociones, aunque ni se vendan o su valor real no llegue a la mitad. Inmensas cantidades de recursos públicos se han dilapidado con entidades insalvables solo para aplazar lo inevitable.
Desde el pozo sin fondo de CCM que debería haberse cerrado, al FAAF – 110.000 millones utilizados no para sanear si no para especular - o al FROB, donde van a despilfarrarse decenas de miles de millones para mantener el poder político local, sin el más mínimo análisis de quien puede o no puede ser salvado, todo es un auténtico dislate: el sector no ha sido saneado y el crédito a familias, autónomos y PYMES sigue sin fluir. Toda la estrategia de estos irresponsables es esperar que las cosas se arreglen solas, y eso es imposible.
Y mientras tanto la economía real sigue hundiéndose por falta de financiación. Y además, ¿cómo van a asumir estos insensatos su inmensa deuda cuando el Estado ya no pueda avalar las refinanciaciones?, ¿qué pasará con la morosidad y las pérdidas ocultas cuando la deuda de promotores empeore, que empeorará, y los pisos sigan bajando y sin venderse, que seguirán, porque el paro seguirá creciendo y hay más pisos sin vender que en EEUU que es diez veces mayor? Variant estima que los impagados del inmobiliario ascenderán a 250.000 millones de euros, vez y media el capital y reservas del sector.
Y hay más problemas. El sector industrial se está desintegrando, el automovilístico que vive a base de subvenciones y no sobrevivirá a medio plazo. La educación pública, hundida a niveles tercermundistas, que ha dejado de ser el ascensor social que fue en el pasado. La reforma laboral, sin ser por si sola solución de nada como pretenden sus defensores, es también complemento imprescindible.
D. José Blanco ha expuesto con claridad la visión socialista: todo se arregla con más gasto público, las bajadas de impuestos, que mejoran la renta disponible y favorecen el crecimiento de la economía y del empleo son un “engaño masivo”. Para el Sr. Blanco no es posible recortar los 5.500 millones de euros de “ayuda al desarrollo”, entre ellos a las asociaciones de gays y lesbianas del tercer mundo, y que Zapatero ha prometido aumentar a 7.000; tampoco los 500 millones a los marxistas de la SGAE, o los 11.000 millones adicionales a las autonomías para que los dilapiden, la mayor parte a Cataluña cuyo superávit comercial y de servicios con España mas que cuadriplica su supuesto déficit fiscal.
“Hay que subir los impuestos a los que tienen más renta, la sociedad lo va a entender perfectamente”. Pues a ver cómo explican que se necesitaría recaudar no menos de 90.000 millones año adicionales para seguir en el euro, y eso es imposible aún exprimiendo como limones a todas las familias y empresas del país, que es lo que van a hacer, excepto a las SICAV de las grandes fortunas que seguirán exentas. Entre 2004 y 2008, Zapatero subió la presión fiscal en 3,2 puntos de PIB, situándola en el 41 % (1), la cifra más alta de nuestra historia, y la mayor subida de toda la OCDE en el periodo, y ahora tiene la desvergüenza de afirmar que la había bajado.
Una deuda que no deja de crecer
Esta es la España de Zapatero; la España de la ineficiencia y de la mentira; la España de la especulación y del despilfarro ; la España de la injusticia social: un 60 % de las familias ha perdido renta real desde que gobierna, el 10 % más rico de la población se apropia del 30 % de la renta ( J. Alcaide), o donde las rentas de trabajo han perdido 5 puntos de PIB y son las más bajas Europa, igual que el gasto social “per cápita”; la España que premia la incultura y desprecia el esfuerzo; la España donde la moralidad es la caverna y la inmoralidad progreso y modernidad. Y esta España con una parte creciente del país en la miseria, buscando en la basura de los supermercados para poder comer, perdiendo sus casas y su trabajo, no podrá salir de la crisis, seguirá hundiéndose entre 12 y 18 meses, y después permanecerá en el fondo un tiempo imprevisible, “un largo periodo de sombras” en palabras de analista jefe para Europa de Bloomberg.
Y el tema no romperá por el paro – los feudos socialistas superan el 25 %, y el 70 % de mileuristas -, lo hará cuando los niveles de endeudamiento y déficit coloquen al país al borde de la suspensión de pagos y de la expulsión de la zona euro. Es irrisorio pensar que podemos volver al 3 % de déficit, es estructuralmente imposible por el modelo de Estado. Además nuestra posición exterior es insostenible, el servicio de la deuda, más de 3.000 millones de euros/mes, no cesa de crecer y nos está llevando a una espiral fuera de control, porque la única respuesta del gobierno es endeudarse más y más, “ el Banco de España y el gobierno, se comportan como avestruces escondiendo la cabeza bajo la arena”.
Vamos hacia una enorme deflación interna, que implicará reducciones del 30 % de salarios y precios y enormes pérdidas al sistema financiero, que no se arreglará fusionando manzanas sanas con podridas y manteniendo la gestión político-caciquil. Muchos prefieren creer que lo peor ha pasado y que pronto saldremos del hoyo, no saldremos, nunca con Zapatero, y no está claro con otros, sólo la inminencia del desastre podrá producir el cambio. Y no se equivoquen con el comportamiento de la Bolsa, consecuencia de la enorme masa de liquidez inyectada y sin alternativas, donde además todos los grandes valores obtienen más de la mitad de sus beneficios en el exterior o en mercados monopolizados, nada que ver la situación real.
(1) La afirmación de que la presión fiscal bajó en 2008 es falsa, pues era consecuencia de la sobrevaloración del PIB, que el INE acaba de reconocer parcialmente.