La economía española, a examen
Roberto Centeno
Mientras el riesgo-país de España alcanzó el viernes su máximo de todos los tiempos, 175,5 puntos, en una escalada vertiginosa desde mediados de marzo, cinco días antes, la reunión informal de los ministros de Finanzas de la UE, el Ecofin, concluyó con una propuesta inesperada. El Comisario Europeo de Asuntos Económicos, el finlandés Olli Rehn, planteó que para evitar situaciones como las de Grecia, que ha estado años mintiendo sobre sus cuentas públicas, los países del euro deben poner en marcha un mecanismo de control para evitar nuevos engaños, y aunque carecerá de autoridad para cambiar los Presupuestos nacionales, los países tramposos quedarán en evidencia.
La Sra. Salgado sintió tal escalofrío de terror que se apresuró a oponerse afirmando que la soberanía del Presupuesto “es del gobierno de España y solo del gobierno de España”, algo realmente grotesco, ya que el gobierno de lo que queda de España solo tiene competencias sobre el 28,5% del gasto público, y de ello la mitad, 50.000 millones, son gastos fijos, siendo lo queda para financiar España 59.000 millones euros, frente a 184.000 millones las CC.AA. y 90.000 millones de ayuntamientos y diputaciones. Como medida del disparate absoluto al que nos han llevado, les recuerdo una vez más que en los Estados federales el gasto centralizado es el 70% y el descentralizado el 30%.
Aunque de momento no ha habido consenso, lo que si se acordó es que el primer país a analizar sería precisamente España, aunque para no despertar suspicacias en los mercados, le han colocado al lado Finlandia, un país con unas cuentas públicas supersaneadas, una competitividad a la cabeza mundial y una balanza corriente excedentaria. El próximo 12 de mayo el tema volverá a plantearse y entonces veremos qué pasa, pero si se acaba enviando un grupo de verdaderos expertos, y no de altos funcionarios bruselenses corruptos, con independencia de la fuerza coercitiva de sus recomendaciones, dejaría a Zapatero en una situación sin salida.
La credibilidad de las cuentas públicas.
Y no tendría salida porque quedaría al descubierto el abismo entre la “realidad oficial” y la “situación efectiva”. Para comprobar la credibilidad de las cuentas públicas, tienen que empezar necesariamente por los PGE-2009, y ahí la hemos liado. Jamás en la larga historia de la Hacienda española se había producido un descuadre tan gigantesco. Y a continuación exigirán obviamente los verdaderos datos fiscales de CC.AA. y CC.LL., responsables del 71,5% del gasto publico, lo que sería una bomba.
Las dos primeras columnas dan una idea clara del desastre de las previsiones del gobierno. Si Solbes hubiera sido el Director Financiero de una gran empresa con errores o mentiras del 1000 % en lo más esencial, lo hubieran tirado por la ventana. Y la pregunta es, ¿qué razones hay para pensar que con la Sra. Salgado no ocurra exactamente lo mismo?, los desajustes presupuestarios no paran de crecer, las irregularidades en los datos fiscales de CC.AA. y CC.LL. rayan lo delictivo, y para colmo de males los inversores comentan que el Tesoro se está financiando menos que el objetivo por falta de dinero en el mercado a los tipos ofrecidos, y además por la banca española en casi su totalidad, “¿quién si no va a comprar la deuda?”, exclamaba hace días el Presidente de la AEB.
La tercera columna hay que compararla con la segunda, es decir, la España oficial y la España real. La estimación del PIB a través de los VAB sectoriales medidos por fuentes independientes, y otras variables correlacionadas la he explicado varias veces y no es cosa de repetirla. La del paro, lo mismo, p.e. para el INE de Zapatero un parado desencantado, es decir, un parado que no ha buscado activamente empleo en la semana anterior a la encuesta no es un parado, es un inactivo, y hay más de 500.000 en ésta situación la mayoría jóvenes y titulados. Ídem los 600.000 parados con la metodología del PP y hoy empleados a tiempo parcial con la metodología de Zapatero. Cuando los expertos del Eurogrupo lo analicen, si es que lo hacen, deberán decidir cual es la buena.
Y por lo que se refiere al déficit y la deuda reales, es decir, lo que debemos de verdad, los pasivos en circulación, según del BdE, mas las empresas públicas utilizadas para esconder déficit, (¿o es que los 48.763 millones de euros que deben según el BdE los va a pagar Obama?), ascienden a 763.000 millones, a lo que hay que sumar los 32.000 millones adeudados a proveedores, una deuda que está arruinando a miles de autónomos y PYMES. Total, casi 800.000 millones. Y luego lo que haya debajo de la mesa- el BdE no para de quejarse de la opacidad y las irregularidades de las cuentas de CC.AA. y CC.LL.- que como no lo sabemos no lo incluimos, pero que cuando acabe siendo imposible su ocultación puede acabar en un tsunami.
Y luego todo lo demás
Cuando los expertos del Eurogrupo analicen, si es que analizan y no vienen solo a tomarse unas gambas como los analistas de S&P y demás hermanos mártires, que el día antes de la quiebra de Lehman calificaban su deuda de triple A, deberán sin duda contemplar muchos más temas, desde la situación financiera de la banca, donde el sinfín de irregularidades y ocultaciones por parte del gobierno y el BdE carece de precedentes en el mundo civilizado, pasando por el endeudamiento de familias y empresas no financieras.
Según la firma de análisis McKinsey, la deuda española asciende al 350% del PIB, y “lidera la necesidad de desapalancamiento a nivel mundial”, un proceso que al contrario del resto de países en España ni siquiera ha comenzado. En 2009 creció espectacularmente la de las AA.PP., subió el de las empresas no financieras hasta el 140,5% del PIB, 35 puntos por encima de la media de la eurozona y el de las familias prácticamente no varió (-0,6%). Tendrán que analizar también el déficit por cuenta corriente, que a pesar del hundimiento económico todavía cerró 2009 en el 6,1% del PIB, es decir que España sigue consumiendo un 6,1% más de lo que produce, y por supuesto la situación real de la Seguridad Social.
Pero aparte de como se devuelve “todo lo demás”, deberán explicar si un país que debe 800 (pasivos en circulación), con pagar 500 (Protocolo de Déficit Excesivo), “esta cumplío” como dice la copla, y lo más grave, la velocidad de crecimiento de la deuda y las irregularidades sistemáticas en los datos fiscales de CC.AA. y CC.LL. Y hay algo muy claro que los expertos del Eurogrupo no pueden olvidar, y que subraya la casa de análisis Wharton, “los inversores deben preocuparse por la capacidad de España de devolver sus deudas, dado que podría [el impago] producir una segunda crisis financiera y el euro desaparecer”. O sea que se juegan el cocido. La respuesta, en junio o julio, si es que los mercados no se les adelantan y nos cierran el grifo antes, porque si el crecimiento es menor del previsto, y lo es; si las AA.PP. no recortan el gasto, y no lo recortan sino que lo suben; si los impuestos suben demasiado, y lo harán, los ayuntamientos preparan subidas brutales del IBI y de todo los demás, si el gobierno sigue perdiendo el tiempo, y es lo único que hace correctamente; el desastre financiero es solo cuestión de meses.