Pereirano
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Respuesta: La metastasis financiera: camino a la perdicion
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En los pueblos de las pelis solo existen las fachadas.
Jueves, 10 de Noviembre de 2011
Los conceptos en economía son en realidad bastante simples pero los letrados los revisten de oropeles y complejidades técnicas para ponerlos fuera del alcance del vulgo. La mayoría de estos conceptos encierran importantes verdades acerca de los mecanismos de poder y dominio subyacentes en nuestra sociedad y que serian evidentes a la población si fuesen comprendidos.
Lo mismo sucedía con la iglesia del siglo XIII y sus misas en latín de espaldas al público, sus grandes misterios de la fe y su curiosa insistencia en que la biblia se difundiera exclusivamente en latín — lenguaje difícil donde los haya — para que solo la curia estuviese en capacidad de leerla y por tanto explicarla a los creyentes, en lugar que ellos mismos la leyesen en su idioma nativo y alcanzasen sus propias conclusiones. Mismo sainete con diferente escenario. Para aquellas personas del siglo XIII los misterios de la fe, el perdón de los pecados y el infierno eran tan reales e importantes como hoy día los son los misterios del dinero.
Un tema central son los denominados «Multiplicador Bancario» y «Requerimientos de Capital de la Banca», los cuales proporcionan astronómicos beneficios al sistema bancario a costa de introducir importantes inestabilidades en el sistema económico. No solo los ciudadanos pagamos con nuestros impuestos por los desmanes de la banca, también en nuestros negocios y en nuestros empleos corremos sus riesgos todos los días.
La mayoría de las personas, y es comprensible ya que eso es lo que les han hecho creer, piensa que el negocio bancario es un simple negocio de intermediación de dinero. Recibo depósitos por aquí al 2% y los presto por allá al 4%, ganando una barbaridad y encima intentando cobrar hasta por entrar en las oficinas bancarias. Si ese fuese el verdadero modus operandi no habría mayor problema para la economía.
En realidad la cosa es bien diferente.
Supongamos que usted es dueño de un banco y tiene 1.000 dinero suyo que decide invertir abriendo un banco. La ley de bancos de la mayoría de los países reza que usted puede recibir depósitos por un monto muy superior a esos 1.000 y encima prestarlos. En el arcano lenguaje técnico esto se denomina «requerimientos de capital». Un banco con unos requerimientos de capital del 10% implica que con 1.000 de capital puede recibir depósitos y prestar por valor de 10.000. O dicho de otra manera: del total de sus depósitos el 10% tiene que ser capital del banco.
Si esto no existiese, un banco que tiene 1.000 de capital los prestaría al 5% y ganaría el 5% sobre su capital al año o sea 50.
El mismo banco con 1.000 de capital y unos requerimientos de capital del 10% puede recibir depósitos y por lo tanto prestar hasta 10.000 al año. Supongamos que su margen de intermediación (el interés que cobra por los préstamos menos el que paga por los depósitos) sea del 1% por poner poco. Aparte de los 50 de beneficios anuales por prestar su propio capital obtiene otros 100 por prestar el capital de otros. Ahora sobre sus 1.000 de capital gana 150, o sea un 15%.
Si los requerimientos de capital son del 4 %, como en estos días, el banco del ejemplo podría prestar hasta 25.000, por lo que sus beneficios anuales serían 50 por prestar su propio capital más 250 por intermediar el de otros para un total de 300, lo que se corresponde con un 30% de beneficio anual sobre el capital que el banquero ha invertido. De ganar el 5% si solo le dejasen prestar su propio capital gana un 30% prestando el de otros.
Esto evidentemente es del agrado de los banqueros, pero somete al aparato económico a grandes inestabilidades que no son más que la manifestación del riesgo sistémico introducido por la banca para apuntalar sus extraordinarios retornos de capital en base a que el resto de la economía corra el riego.
Todo esto tiene que ver con el fenómeno del apalancamiento financiero.
Suponga usted que fundamos una empresa con 1.000 de capital y con ese dinero compramos maquinarias que producen unas ventas de 1.000 al año con un margen bruto del 20%. Los gastos de funcionamiento son de 100. Por lo tanto el negocio es de la siguiente manera:
Capital propio 1.000
Prestamos 0
Maquinaria Comprada 1.000
Produccion 1.000
Beneficio Bruto 200
Gastos Fijos 100
Gastos financieros 0
Beneficio neto 100
Obtenemos un 10% de retorno sobre el capital invertido. El negocio va bien, por lo que pedimos un crédito bancario para ampliarlo ya que no tenemos más capital y no conseguimos nuevos socios. Ahora el negocio funciona así:
Capital propio 1.000
Prestamos 3.000
Maquinaria Comprada 4.000
Producción 4.000
Beneficio Bruto 800
Gastos Fijos 200
Gastos financieros 300
Beneficio neto 300
Los gastos fijos aumentan ya que requiero una estructura mayor, pero ahora tenemos un retorno del 30% sobre el capital invertido. El préstamo es un amplificador del retorno del capital, siempre y cuando el negocio crezca y todo se venda. Si hubiésemos admitido a otros socios que aportasen 3.000 de capital en lugar de pedir un préstamo, el retorno de nuestro capital sería la mitad que el conseguido mediante el préstamo.
Pero las cosas se tuercen, viene la crisis y las ventas bajan un 40%. La situación de la empresa que no pidió créditos es la siguiente:
Capital propio 1.000
Prestamos 0
Maquinaria Comprada 1.000
Produccion 600
Beneficio Bruto 120
Gastos Fijos 100
Gastos financieros 0
Beneficio neto 20
El retorno de capital ha bajado al 2%, pero por lo menos la empresa no pierde dinero lo que aumenta sus probabilidades de sobrevivir a la crisis y remontar cuando vengan mejores tiempos. Esto permite a la estructura empresarial sobrevivir a malos tiempos.
Ahora veamos lo que le sucede a la empresa apalancada con créditos cuando llega la crisis.
Capital propio 1.000
Prestamos 3.000
Maquinaria Comprada 4.000
Produccion 2.400
Beneficio Bruto 480
Gastos Fijos 200
Gastos financieros 300
Beneficio neto -20
La empresa entra en pérdidas y deja de ser viable, el préstamo hay que devolverlo se venda o no y con toda probabilidad no sobrevivirá a la crisis.
Aunque siempre hemos evitado entrar en tecnicismos y los balances mostrados son extremadamente simplificados, esto nos permite sacar varias conclusiones respecto al apalancamiento financiero:
- Es un multiplicador del rendimiento del capital
- Así como amplifica los beneficios durante las buenas épocas amplifica las pérdidas en la misma medida durante las crisis.
- Mientras más apalancado se esté más se gana en los tiempos de bonanza y más se pierde en los de vacas flacas.
La diferencia entre crédito y capital estriba en que el capital es remunerado solo si hay ganancias y debe asumir las pérdidas cuando estas existan. El crédito siempre debe ser remunerado y devuelto en su totalidad.
El crédito aumenta los beneficios del capital al permitir «hacer más negocio” con la misma cantidad de capital y lo hace a costa de introducir inestabilidad , sobre todo cuando se le utiliza como mera herramienta de apalancamiento. También debemos considerar que ciertos proyectos requieren de créditos para poder existir, ya que las personas no disponen de suficientes ahorros para financiarlos. Intente usted montar una acerería o una petroquímica sin créditos.
Por todo esto a las empresas se les limita su ratio de apalancamiento, es decir la relación de cŕeditos a capital propio que pueden pedir. Con esto se intenta limitar el riesgo sistémico de una economía. Un ratio entre tres y cuatro ya se considera en el límite para una empresa industrial. Durante la quiebra de una famosa promotora inmobiliaria de cuyo nombre no me quiero acordar, nacida al abrigo de nuestra fallida e inmensa burbuja inmobiliaria se descubrió que su ratio de apalancamiento era de siete. ¡ Qué barbaridad ! decían los interventores y la prensa……claro: así les fue. ¡ Qué forma más irresponsable de asumir riesgos !, la comunidad económica comentaba mientras se hacían cruces.
Al día de hoy, a la banca se le permite operar con un apalancamiento de veiniticinco.
Este es al apalancamiento que se corresponde con unos requerimientos de capital del 4% e implican que el banquero pone 1.000 y puede pedir prestados otros 25.000 para operar su negocio. Esos préstamos provienen de otros bancos — mercado interbancario — o de los depósitos de sus clientes que legalmente le prestan su dinero al banco, no es que el banco «se los custodia».
Desde este punto de vista, la mayoría de las personas que circulan por la calle son más solventes que la entidad bancaria con el edificio más grande y con más mármol que exista. Aquí no hay que confundir cantidad dinero con solvencia. Si a las personas se les exigiera el mismo nivel de solvencia que a los bancos, cualquiera podría pedir un crédito de 500.000 Euros aportando 20.000 Euros como garantías. Esos 20.000 Euros sería la suma de todas sus propiedades: coche, efectivo, piso, etc.
Esto es un privilegio social solo comparable a los reales privilegios de los que disfrutaban los sacerdotes egipcios cuando contemplaban al Nilo desde lo alto de sus templos. Por esto los bancos construyen esas impresionantes sedes de cristal y mármol de Carrara; de alguna forma deben transmitir la solidez que no se encuentra en sus balances.
Semejante apalancamiento permite a los propietarios de los bancos multiplicar unas cuantas veces el rendimiento de su capital y curiosamente es el único sector de la economía al que se le permite ir por la vida así. Las consecuencias son desastrosas.
El excesivo apalancamiento de la banca genera inmensos beneficios a sus propietarios a costa de aumentar considerablemente el riego sistémico en toda a economía.
Debido a esto toda la población asume un riesgo desproporcionado que si sale bien gana la banca y si sale mal pagamos todos.
La solvencia personal o de cualquier institución económica es su capacidad de afrontar imprevistos. No tiene la misma capacidad de afrontar imprevistos quien tenga cien mil Euros en el banco que quien tenga veinte con cincuenta. El banquero responde de los préstamos que le han dado sus depositantes y otros bancos, con su capital. Esos préstamos él a su vez los presta. Un banco con 1.000 de capital y un 4% de requerimientos puede pedir prestado para prestar a su vez hasta 25.000. En estas condiciones solo con que un cuatro por ciento de los préstamos concedidos (1.000) sean no recuperables le hará perder todo su capital y por lo tanto la capacidad de responder ante sus acreedores.
Este requerimiento de capital “Tier-I” es el que establece el Banco Internacional de Pagos de Basilea para entidades “pata negra” que quieran operar en el mercado internacional. Los bancos de menor calaña circunscritos a un país no tienen esos requerimientos que se consideran “excesivos”. Los bancos locales están más apalancados todavía. De aquí la insistencia de tanto Stress Test, en un intento de demostrar que esos bancos aun tienen algo de capital propio.
El excesivo apalancamiento de la banca conduce a que esta sea extremadamente débil ante la morosidad. Una entidad al día de hoy que presente un 3-5% de morosidad con toda probabilidad ha perdido todo su capital. La palanca funciona en los dos sentidos: multiplica los beneficios…..y las pérdidas, y operando con una palanca de 25 como mínimo ya te contaré. Entonces viene el estado a garantizar los depósitos de los contribuyentes y a salvar a los bancos ahogados por la morosidad, en lugar de obligarles a disminuir semejante riesgo y aumentar considerablemente sus requerimientos de capital.
Este sistema es exactamente el mismo que su usted con 100.000 Euros pidiese otros dos millones y medio para montar una empresa. Si el negocio va bien usted gana dinero a espuertas. Cuando vienen las vacas flacas el estado se encarga de sacar dinero de otras empresas para cubrir lo suyo, si no se puede entonces el estado garantiza los pagos de los proveedores, si no se puede el estado le rescata, si no el estado obliga a otra empresa a comprar la suya…y si no la “nacionaliza” – compra — el mismo estado. Mientras tanto usted hace dos años que vive en su yate pescando y que estado, proveedores, empleados y las otras empresas se arreglen.
Bajo este esquema es imposible que cualquier banquero pierda dinero
No existe mejor ejemplo de apropiación desmesurada de beneficios y socialización de pérdidas. Me monto un negocio apalancado 25 veces que si gana gano yo muchísimo y si pierde perdéis vosotros muchísimo.
Otra «cosita» que se esconde en el sistema bancario es que en realidad se trata de un sistema bancario de reserva fraccionaria. Esto quiere decir lo siguiente.
El banco central crea 1.000 Euros y se los presta al banco No 1
El banco No 1 por ley puede prestar hasta 900 Euros y dejar 100 como reserva.
Se los presta a Pedro Perez y este los deposita en el banco No 2
El banco No 2 recibe 900 y presta 810.
El Banco No 3 recibe 810 y presta 729
El banco No 4 recibe 729 y presta 656
…………………….
…………………….
Y así hasta llegar al banco No 40 que presta 14,7 Euros.
En realidad no son bancos sino diferentes cuentas en todos los bancos. Lo cierto que a lo largo de toda la cadena se generan 9.000 Euros de préstamos a partir de 1.000 Euros creados por el banco central. El ejemplo anterior supone un coeficiente de reserva del 10%, es decir: de cada 100 que entran el banco presta 90.
El banco central no es quien crea el dinero, el dinero lo crea el sistema bancario mediante la reserva fraccionaria y el otorgamiento de créditos. Esto se denomina eufemísticamente dinero fiduciario, es decir dinero que no existe pero por el que la banca cobra intereses.
Con un requerimiento de reserva del 10% — como en el caso de los USA — de cada 1.000 dólares que emite el banco central se crean 9000 en dinero fiduciario. Si el requerimiento el del 2% — como en Europa — por cada 1.000 Euros que emite el banco central de crearan 49.000 en el sistema bancario.
La mayoría del dinero no existe y son solo apuntes contables de los bancos, por los que cobran intereses.
La masa de dinero circulante es en realidad determinada por el sistema bancario mediante la concesión de créditos y no por el banco central.
¡ Pobres ladrones de bancos !, mira que buscar dinero físico en esos lugares, no van más desencaminados porque no pueden.
El sistema bancario en su diseño fundamental y salvando las distancias, se parece bastante al mundo descrito por los hermanos Wachowsky en la película Matrix. El mundo financiero es como una especie de pueblo de vaqueros de las películas del oeste. Una avenida flanqueada a ambos lados por inmensos bancos-rascacielos de acero y cristal donde diligentes personas van y vienen, comprando, vendiendo, produciendo, consumiendo y trabajando de sol a sol.
En realidad esas fachadas, que tan sólidas y magnificentes se ven, no son más que un decorado de cartón piedra expresamente construido para rodar la película y con un solo objetivo: dar la impresión de que el pueblo existe. . Detrás de esos decorados existe poco capital y dinero real y su valor real reside en que se encuentran repletos de las promesas que han hecho estas diligentes personas de devolver un dinero inexistente que les han prestado. Este es precisamente el mecanismo profundo de como las personas son “fijadas” de forma permanente e irreversible a dicho sistema. Aquí ya nos apartamos de la economía y entramos en otros mundos donde las conclusiones son apabullantes.
Es la banca quien principalmente produce los ciclos de euforia y depresión mediante la apertura/cierre de la válvula del crédito que prácticamente concede sin límites y a su discreción. Es muy fácil inflar una burbuja y que todo el mundo se apalanque para luego cerrar el crédito provocando quiebras generalizadas. Acto seguido se procede a comprar a precio de gallina flaca todos los activos existentes en una espiral de expropiación y concentración de riqueza que lleva siglos funcionando. Si la misma crisis provocada por la banca les alcanza, como en estos días, entonces corren esconderse bajo el ala protectora de los estados que no dudan en expropiar a sus ciudadanos para salvar a estas curiosas instituciones.
Por otra parte es la banca y no la política o la misma sociedad quien determina el rumbo a seguir. Al tener la capacidad exclusiva de financiar las actividades que considere conveniente puede aupar o hacer desaparecer el sector o la empresa que quiera. Esto aunque se presente como algo económico encierra un trasfondo político. Para muestra España: veinte años financiando una burbuja inmobiliaria ruinosa y de baja tecnología dejando fuera al 99,9 % de emprendedores industriales, que de haberlos ahílos y que no consiguieron financiación de ninguna manera. Cuando hasta al que repartía el butano le daban un crédito para que se metiera a promotor.
¿ Por qué la banca tiene estas imperiales prerrogativas ?
Porque al estado también le prestan dinero. En realidad desvían una parte del capital ahorrado por la población, que debería de ser invertido en actividades productivas que mejoren sus vidas, para que el estado lo gaste en cosas por las que los ciudadanos no están dispuestos a pagar vía impuestos. ¿ Si los ciudadanos no quieren pagar impuestos por esto o por aquello por qué el estado se empeña en suministrar esos servicios o construir tal autopista o establecer un estado de las autonomías ?.
No es que los estados no deban de existir ya que son extremadamente útiles, solo hay ver lo que sería vivir sin policía o bomberos. Pero cualquier discusión sobre que lo debe hacer o no hacer el estado debería pasar por una discusión abierta y pública sobre la conveniencia o no de los aumentos o disminución de impuestos que eso implique. Las personas deberían de entender que el estado no regala nada, y lo único que hace es administrar el dinero que los ciudadanos le entregan.
En realidad los estados deberían tener prohibido cualquier forma de endeudamiento, es la entidad social que detenta el monopolio de la fuerza. Esto posee indudables ventajas y facilita la convivencia el disponer de policía, educación y el poder resolver los conflictos en los tribunales en lugar de a punta de pistola. Pero no se puede prestar dinero a quien detenta ese monopolio del poder porque luego no se puede cobrar tal como vemos hoy día; al estado no se le puede embargar y meterlo preso si hace falta. El estado debería verse forzado a vivir con lo que recauda o a aumentar los impuestos de forma explícita, pero no se le puede permitir escapar por la puerta de atrás acumulando deuda sobre deuda y vendiendo su alma a los banqueros. Por otra parte ¿ cómo alguien puede recibir préstamos de quien supuestamente tiene que supervisar y regular ?.
Todo esto conduce a un contubernio banca-estado que viene funcionando desde hace siglos donde no se sabe muy bien donde acaba uno y comienza el otro. La banca le presta dinero al estado y el estado hace la vista gorda con el apalancamiento, la creación descontrolada de dinero y la continua expropiación de la población con los ciclos de euforia y depresión.
En realidad la banca forma parte del estado pero extrañamente aparece en público como algo privado. Solo hay que ver como se enrocan banca y estado cuando llega la crisis económica, el primero regalándoles el dinero de los impuestos a los segundos y los segundos comprando deuda pública sin conceder un crédito a nadie más en un esfuerzo titánico por sobrevivir ambos a costa de toda la población y de lo que haga falta.
Pregúntese esto: ¿ en qué ley está escrito que los gobiernos tengan que rescatar a la banca de sus propios desmanes ?. ¿ En ninguna ?. En realidad les rescatan porque es políticamente imposible decirle a la población que estos señores a los que desde el estado permitimos operar un negocio hiper apalancado y de alto riesgo utilizando vuestros ahorros de toda la vida, los han perdido y ahora no tienen como responder ya que en realidad nunca tuvieron con que.
Algo así seguramente traería grandes y no muy pacíficos cambios sociales donde el stablishment banca-estado saldría gravemente perjudicado, por lo que se evita a toda costa.
Pareciera como si la banca funcionaría mejor siendo una aburrida oficina más del estado ya que en realidad es un apéndice del mismo, pero: ¿ quién suelta ese inmenso poder por la buenas ? y ¿ quien se fía de los políticos para manejar esto ?…..¿ y de los banqueros ?.
En realidad así como la democracia requiere la separación dentro del estado de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, requiere que los partidos políticos, sindicatos, religiones y patronal se encuentren fuera del estado también requiere separación de este otro poder: el financiero.
Banca y estado deberían estar en orillas opuestas del río, mirarse con desconfianza, no realizar transacciones que no fuese la del pago/cobro de impuestos y no frecuentar los mismos lugares.
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