Retomando el tema del hilo y hablando en serio sobre la crisis, debo reconocer que hoy estoy menos depresivo con la situación que hace dos semanas. Todos los días me acuerdo de mi último viaje por Argentina y de mis conversaciones con los argentinos y siempre llego a la misma conclusión: podemos estar peor, hay recorrido para empeorar... y también para resucitar. Los argentinos tienen asumido que los políticos roban y cuando votan en las elecciones sólo piden que el que venga robe poco. Es indecente pero es así.
No tengo ni puñetera idea de hacia dónde vamos porque los políticos que se suponen que dirigen el barco están preguntando si el barco tiene motor o funciona con velas al viento... esa es la realidad ¿verdad? Estamos y hemos estado dirigidos por una banda de ladrones incompetentes.
El cuerpo me pide que los platos rotos los deben pagar quienes los han provocados y si el banco es una empresa con sus accionistas, que sea la empresa y sus accionistas la que apechugue con las consecuencias. Eso supone dejar caer a Bankia, sí, pero es que la alternativa de comernos entre todos el marrón no la veo razonable.
No tengo ni idea de evaluar las consecuencias del efecto dominó que esto tendría, pero visto el mensaje catastrofista que más de uno envía al escuchar semejante posibilidad, me anima a pensar que no será para tanto y que lo que quiere hacer el que lanza el mensaje es salvar sus duros.
Uno de los mayores problemas que veo al que nos enfrentamos es al desconocimiento de la dimensión real del problema. En Bruselas quieren cifras y los ciudadanos nos escandalizamos cuando las pedimos y no nos las dan, pero seguramente los activos que hay que valorar estén lo suficientemente combinados, troceados, aderezados y pasados por la Thermomix que sea imposible saber su valor real.
Me entra la risa cuando leo que van a venir aquí dos empresas auditoras y van a sacar las cuentas en un mes... ¿por qué nadie ha dicho que eso es literalmente im-po-si-ble?
Todo esto lo digo después de que ayer a la noche releyera el mensaje inicial de este hilo abierto por Azaris en 2008 y que se basaba en un certero artículo de Santiago Niño Becerra. Hay muchas verdades de hoy en aquellas líneas escritas hace cuatro años.
Lo que está claro-clarísimo es que el planeta está interconectado financieramente en una malla densísima y que cualquier estornudo en cualquier parte del planeta se nota en todas partes. Y eso, que puede parecer un problema en sí mismo... creo que será parte de la solución.
Eso espero al menos.