Respuesta: La metastasis financiera: camino a la perdicion
Yo estoy quemadísimo. Desencantado de los políticos, de los dirigentes sindicales, de las grandes empresas, de los bancos, de esta mierda que hemos construido en Europa con tanto cargo inutil, tanta comisión y tanto mamoneo generalizado. Estoy desencantado de esta democracia y de mis propios conciudadanos que toleran y reeligen a los mismos corruptos que nos han estado robando en la legislatura anterior sean del signo que sea.
Me tienen especialmente hasta los huevos todos los sinvergüenzas que han tenido cargos de responsabilidad en ayuntamientos, comunidades autónomas y en el gobierno de España, que se han dedicado a gestionar de forma absurda y corrupta, llevándonos a un callejón sin salida en los tiempos de falsa bonanza y crecimiento ficticio y que, ahora que se va descubriendo que todo era mentira, no tienen ni la dignidad de reconocer que nos han llevado a la ruina, que no saben como sacarnos y que solo les preocupa su culo.
Estoy asqueado del periodismo servil que sufrimos a diario, más preocupado de darle palos al contrario que de aportar luz a las cloacas de este sistema corrupto. Dejo como digna excepción el programa de Salvados que me parece de las pocas cosas aceptables en el panorama actual. Qué asco me da escuchar cada mañana al Carlos Herrera quetodolosabe, con esa chulería irónica con la que desprecia a todo el que haga un planteamiento moralmente más elevado que su gusanez intelectual.
Yo a estas alturas ya he llegado al convencimiento absoluto de que los políticos que nos dirigen y los que nos han dirigido recientemente son parte esencial del problema y, en ningún caso, la solución va a venir por ellos.
Están al servicio de los intereses de bancos y acreedores y todas las grandes decisiones de los últimos años han venido al dictado de dichos intereses, dejando a un lado toda preocupación por la ciudadanía y nuestro porvenir. No se está gestionando la crisis para que salgamos de ella, se está gestionando la crisis para que nuestros acreedores cobren sus deudas. Asi de sencillo.
Esa es la razón por la que están contraviniendo toda la lógica macroeconómica, supeditándola a intereses bastardos e inconfesables: beneficio de bancos y grandes fortunas en unos casos y victorias electorales en otros. Sencillo, pero maquillado con grandes palabras para poder salir en público a mantener esta bola de apariencia y corrupción.
Esa es la razón que les obliga a mentir constantemente, a distraer a la opinión pública con falsas polémicas, a manejar las decisiones y tiempos desde la opacidad. Se trata de evitar a toda costa que nos demos cuenta de que detrás de razones y explicaciones solo hay grandes mentiras.
A estas alturas estoy convencido de que es mucho peor lo que no nos dicen que la mierda que nos cuentan. Es como en un iceberg, lo gordo no se ve.
Por eso, ahora solo me preocupa saber qué puedo hacer como ciudadano para que salgamos de esta situación:
1) Me gustaría que consiguiésemos algo parecido a lo que han hecho los islandeses, rechazando que el estado asuma la deuda de entidades bancarias privadas. ¿Qué hay que recapitalizarlas? Vale, pero no con dinero público. Que se busquen la vida, que quiebren o que venga el organismo internacional que toque a meter pasta directamente a los bancos, pero que esa maniobra financiera no suponga hipotecar más al pais, aumentando nuestro déficit y nuestra deuda. Que no se haga a costa de nuestro futuro.
2) Si no hay más remedio que ser nosotros los que asumamos este marrón, me gustaría que se investigara a fondo a todos los responsables, que asumieran penal y patrimonialmente sus responsabilidades y que el estado asumiera el control de las entidades recapitalizadas para que su gestión se enfoque clara y nítidamente en apoyar la creación de empleo y riqueza de un modo sólido... que fluye el crédito en la dirección correcta y no solo para volver a engordar al ladrillo.
3) Me gustaría que la austeridad se enfocara de un modo claramente diferente a lo que está sucediendo ahora. Creo que en estos momentos necesitamos austeridad, pero no puede ser que la única forma de conseguirlo sea a costa de degradar la educación y la sanidad, o de recortes en sueldos, pensiones, prestaciones sociales, becas, ciencia, investigación, y fundamentos del estado del bienestar. Hay que reclamar que el adelgazamiento de lo público se traduzca en eliminar lo verdaderamente superfluo: estructuras hipertrofiadas, inútiles como la monarquía o, directamente, duplicadas, excesos de políticos, altos cargos y asesores. Gastos inadecuados en el momento actual y denunciados repetidamente en distintos foros, como los del juez de jueces que todos tenemos en la cabeza.
4) Me gustaría que nadie volviera a votar a ningún partido que haya estado implicado en la gestión de la enorme mierda en la que nos han metido. Necesitamos una regeneración política ya y esa regeneración solo se puede conseguir por la vía del cambio hacia la honradez y el compromiso con el futuro de nuestro pais.
Mi propuesta en tres puntos concretos:
1) Antes de aceptar este rescate se deberá detallar e informar a la ciudadanía de en qué consiste y sus consecuencias para, a continuación, convocar un referendum como en Islandia que nos permita aceptarlo o no.
2) Reforma constitucional urgente para, dada la situación de emergencia nacional en la que nos encontramos, dotarnos de forma transitoria y excepcional, de un gobierno de concentración que tenga como única misión gestionar esta situación al dictado de la constitución y de la defensa del estado del bienestar. Economía de guerra=estado de excepción. Ante los ataques de los especuladores y las presiones de los acreedores habrá que defenderse, que cada palo aguante su vela, que se paguen las deudas en tiempo y plazo adecuado conservando la oportunidad de trabajar, crear riqueza y crecer. Sería momento de suspender comunidades autónomas, tomar el control de bancos y gestionar de forma austera y eficiente nuestro trabajo y nuestros impuestos.
3) "Consejo de guerra para los traidores a la patria": investigar y juzgar a los responsables de corrupción y malversación de fondos públicos en sus cargos de gestión durante los últimos años. Me refiero a políticos, banqueros, consejeros, altos cargos y empresarios corruptos.
Imposible ¿no?