No se donde veis algunos "optimismo" en mis palabras... ausencia de visión apocalíptica, en todo caso.
Veamos, que argumento mis motivos para no predicar a favor del suicidio colectivo:
En 1993-94-95, en España había 4.5 millones de parados según la EPA, la deuda pública era altísima, los tipos de interés eran de dos guarismos, el servicio de la deuda pública ahogaba al Gobierno, no había industria competitiva más que la del automóvil (quinto fabricante mundial de automóvil y piezas de automóvil) y la construcción estaba paralizada. Toda la economía del faraón Felipe había sido montada como extensión de la economía del Franquismo: darle el dinero al Estado que ya se encarga él de dirigir la economía con el gasto público. Las únicas industrias que habían progresado eran las asociadas a la construcción y el propio sector de la construcción, cuyo 80% de ventas era... El Estado. Y en estas, como éramos pocos parió la abuela: devaluación despendolada de la peseta. El panorama era como para abrirse las venas si te ponías a analizar las perspectivas.... con Maastricht a la vuelta de la esquina. El fin del mundo parecía una opción razonable comparada con la larga travesía del desierto que se nos ponía por delante. La economía internacional estaba además como para echar una mano... con Alemania haciendo la digestión de la absorción de la antígua RDA, EEUU paradito... en fin una M mayúscula.
Pues fíjate tu que con un par de reformas estructurales, buena gestión etc 10-12 años después estamos donde estamos.
Ahora puede pasar perfectamente lo mismo.
El sector financiero MUNDIAL va a vivir una regulación y restructuración salvaje
Los productos estructurados con activos tóxicos irán venciendo, reciclándose y acabarán en la cartera de los bancos públicos que, inevitablemente vamos a ver en cada país... incluído España.... El gobierno acabará pagando (con nuestros impuestos) los excesos del mercado. Y liberales y antiliberales nos echaremos las manos a la cabeza diciendo que como es posible que no pague nadie los platos rotos y seamos nosotros los que paguemos con nuestros impuestos... pero... es lo que hay....
Es sobre todo una crisis de confianza y la confianza acabará retornando cuando se efectúen auditorias, inspecciones de los órganos reguladores etc y se sepa quien tiene activos tóxicos y quien no, cuánto son etc. Y cuando estén identificados dichos activos, ya vereis como se prepara un plan de "reciclaje" hasta para esos...
Otra lección de historia:
En España las eléctricas se habían endeudado hasta las ingles para el plan de nuclearización. Endeudadas con tipos del dos guarismos, os recuerdo. Y entonces llegó el faraón Felipe en los 80 y dijo que "parón nuclear". Lemoniz incluída. Entonces el panorama era que las eléctricas tenían las tarifas (los precios de venta) regulados por el gobierno de forma política, habían tomado préstamos que no podian devolver porque no iban a tener ni producto (más centrales) ni ingresos para devolverlos y los tipos de interés por las nubes. Si no se hubiera hecho nada, de aquella se van a la M las eléctricas y los bancos detrás. Solución?
Pues una normativa por la cual se consideraba que los intereses para el pago de la "deuda nuclear" eran ¡ un activo ! osea, como comprar un generador, un camión o una máquina. Y por tanto, se amortizaban etc. Vamos un chollo repollo para sanear las eléctricas y permitirles tragarse el sapo tranquilamente, sin ruido y de forma "contable". La moraleja es que para todo, el gobierno tiene la solución via legislación y presupuestos.