Respuesta al Instituto Nacional de Estadística
ROBERTO CENTENO
El pasado lunes, el Instituto Nacional de Estadística (INE), máxima autoridad estadística del país, envió una nota de disconformidad con lo expresado en mi artículo "La renta de las familias, en caída libre", donde pedía una auditoría independiente para todo el sistema estadístico nacional, dada la discutible fiabilidad –en mi opinión y en la de muchos analistas independientes– de las estadísticas oficiales y de la Contabilidad Nacional. Se trata sin duda de una cuestión económica esencial, la fiabilidad o no de las cifras oficiales, que en medio de la mayor crisis económica conocida por nuestra nación pasa de esencial a sencillamente clave, ya que la falta de credibilidad de las estadísticas de un país puede desestabilizar totalmente su economía.
Antes de entrar a responder los puntos contenidos en la misma, deseo poner en claro algo que no por obvio debo dejar de subrayar. Lo que he venido sosteniendo en el pasado y sostengo ahora no es una crítica a los profesionales de dicho Instituto –y me refiero a todos aquellos que han entrado en él a través de oposiciones o pruebas limpias y transparentes–, que engloban sin duda a los mejores estadísticos de la nación, sino a los otros, a los que mandan de verdad, es decir, al control político del mismo y a la legión de enchufados nombrados a dedo que componen hoy esa institución.
Las reglas a cumplir por el INE no garantizan nada: Grecia y Portugal lo demuestran
La ‘respuesta’ del INE se ha limitado a recordarnos el Reglamento y a citar pormenorizadamente los elementos de control, como Eurostat, que no controla nada, sino que se limita a dar por buenas todas las estadísticas oficiales nacionales y a hacer operaciones comparativas entre ellas. Como dice el gran axioma del mundo de la informática, garbage in, garbage out, (se mete basura y sale basura), pero a Eurostat le da igual. Les pagamos los mismos sueldos de fábula. La respuesta al INE es sencilla, estas mismas reglas que están obligados a cumplir obligaban también a Grecia o a Portugal, y mintieron como bellacos en todo, su contabilidad nacional era un saco de mentiras de la A a la Z, y Eurostat la dio por buena y no comprobó nada hasta que se produjo el desastre.
Un dato curioso para los lectores. ¿Saben Uds. quién diseño las trampas en la contabilidad nacional griega, falsa de toda falsedad? Goldman Sachs. ¿Y saben quién era la mente ingeniosa que ayudó al Servicio de Estadística griego a saltarse a la torera todos los controles que el INE relata como si fueran la SEC o el Internal Revenue Service norteamericanos, –casi imposibles de engañar y al que lo hace y le pillan va a la cárcel de cabeza y tiran la llave al Hudson–? Mario Draghi. ¿Les suena? En resumen, la lista de “buenas prácticas” sirve para exactamente lo mismo que sirvió en Grecia y Portugal: absolutamente para nada. Y lo de la auditoría por el Consejo Superior de Estadística simplemente es un chiste. Es un órgano consultivo donde están los sindicatos, la patronal y la legión de enchufados habitual. Lo único que saben de una auditoría es que empieza por A y termina por A.
La manipulación de las cifras de Maastrich
El INE era un organismo modélico hasta la Transición, y algunos de sus directivos no es que fueran los mejores estadísticos de España, es que lo eran también de Europa. Sin embargo, al igual que ocurrió en el resto de instituciones del Estado, fue sometido gradualmente al control político del nuevo régimen de poder, hasta quedar convertido en lo que es hoy: un portavoz de las cifras que el Gobierno oligárquico desea hacer llegar a los ciudadanos y a los mercados. Da igual que sus funcionarios, que obtuvieron sus puestos por oposición, realicen su trabajo con profesionalidad y eficacia: la cúpula política y sus paniaguados manipularán lo que haya que manipular para suministrar las cifras que el poder quiere que se suministren, y no otras.
Pero vayamos a lo concreto, y dentro de lo concreto a lo más relevante, que además ha servido para pavimentar el camino hacia nuestra perdición: su colaboración en la falsificación de las principales cifras macroeconómicas en 1999 para cumplir los criterios de Maastrich y entrar así en el euro desde su creación, algo que se había convertido en el objetivo número uno de Aznar y su ministro Rato. Aznar, y menos aún Rato (que sería expulsado del FMI por inepto), no se pararían ni un segundo a analizar los pros y los contras de la moneda única.
En una situación perfectamente descrita varios años antes por el economista norteamericano Robert Mundell en su “teoría de las áreas monetarias óptimas”, la ruina de un país como España estaba asegurada a favor del líder: Alemania. Esto será objeto de un próximo artículo, porque toda nuestra recuperación, y la de los países del Sur, dependen (aparte de la supresión del sistema autonómico) de sustituir el euro por un mecanismo similar al antiguo Sistema Monetario Europeo.
Fijada la prioridad absoluta por Aznar y su ministro, el problema era cómo conseguir cumplir en cuestión de meses unos criterios macroeconómicos de los que España estaba a años luz. La imposibilidad era total, a no ser que se falsificaran las cifras, que fue la gran labor de Aznar con la colaboración necesaria del INE en esta macroestafa a todo un pueblo. El INE colaboraría activamente en el ‘cumplimiento’ de las cifras de inflación y Rato vendería las joyas de la corona a precio de saldo –la mitad o menos de su valor–, lo que sería denunciado por el Tribunal de Cuentas, para poder cumplir con el déficit y la deuda.
En Repsol y Endesa intervinieron agentes que, a su vez, tenían una relación directa con los dirigentes de las sociedades puestas a la venta, todos amigos de Rato o de Aznar, que pondría al frente de Telefónica a su compañero de pupitre Villalonga. Las ‘liberalizaciones’ posteriores fueron un robo masivo a los españoles ya que consistieron en convertir los monopolios públicos con precios regulados en monopolios privados con precios libres.
También se utilizaron masivamente los derivados ideados por Draghi para burlar la normativa europea. El único hombre justo, José Barea, jefe de la Oficina Presupuestaria de Moncloa, dimitió ante tamaño alud de tropelías. En todo ello el INE fue el gran colaborador necesario, saltándose la normativa de Bruselas sin que le temblara el pulso (la misma normativa que ahora presume de seguir), lo que permitió que los todos esos ingresos extraordinarios se utilizaran para reducir el déficit público, a pesar de que la reglas fijadas por Bruselas lo prohibían expresamente, ya que sólo podían utilizarse en la amortización de deuda.
La manipulación por Zapatero-Solbes
La primera actuación de la pareja Zapatero–Solbes en el área económica fue la manipulación masiva del sistema estadístico nacional. El tema llegó a ser tan escandaloso que hasta el propio Trichet, presidente del Banco Central Europeo, afirmó que “algunas estadísticas españolas son difíciles de creer”, lo que dado el obligado lenguaje diplomático, era un serio varapalo al INE y al BdE. La primera acción concreta se produce en los cálculos del PIB, consecuencia de la aplicación de la nueva base 2000 de Contabilidad Nacional, que tenía que haber entrado en 2003 pero que curiosamente fue retrasada deliberadamente y añadió de golpe 0,4 puntos de PIB, que Zapatero se apresuró a apuntarse como mérito propio.
Además, hay otra medida decisiva en el engaño a los ciudadanos cara a las elecciones: el avance trimestral de crecimiento del PIB calculado con una metodología de ciclo-tendencia, que los propios estadísticos del INE estimaron completamente inadecuada, ya que suavizaba las caídas en más de un 10%. Pero el cambio de mayor calado se produjo en la metodología de cálculo de la EPA en 2005, que trastocaría todo el sentido de la realidad. Con el nuevo sistema, el paro bajó automáticamente del 10,5 % al 8,5 %. Los cambios eran de tres órdenes: las nuevas proyecciones de población, la introducción de nuevas variables a investigar exigidas por la UE y, esta de Matute, la redacción de muchas preguntas “para captar mejor situaciones de muy corta duración”, lo que llevaría a un notable afloramiento de empleo a tiempo parcial.
Caricaturizando para que lo entiendan:
– ¿Esta Ud. parado?
– Hombre llevo más de un año en el paro.
– Pero hará Ud. algo, ir a por el pan, o a buscar a los niños al colegio...
– Hombre, eso sí.
– Apunta, Manolo, empleado a tiempo parcial.
Con ello la EPA del 1T 2005 arrojaría 1.169.000 ocupados más que la anterior, pero sólo 72.600 eran creación de empleo real, casi 1,1 millones se debían al cambio metodológico. Como señaló entonces Ángel Laborda, jefe de coyuntura de FUNCAS, “estos cambios suponen una ruptura total, ya no son comparables con toda la serie anterior”. El INE y el BdE jamás publicarían series homogéneas. Es particularmente vergonzoso cómo el Boletín Estadístico del BdE, al publicar la evolución de desempleo, ni siquiera menciona el hecho, como si hubiera sido una reducción real. Laborda concluyó: “O la EPA sobreestima el empleo o la Contabilidad Nacional infraestima el PIB”. Era en esta basura en lo que Zapatero convirtió el antes prestigioso y respetado Instituto Nacional de Estadística.
Población, IPC, y operaciones extrapresupuestarias son otras cifras del INE que no reflejan la realidad. No puedo extenderme, pero la población, calculada mediante los censos, infravalora la realidad entre 1 y 1,5 millones de personas, lo que hace falsas todas las cifras per cápita. El IPC no recoge ya el incremento real del coste de la vida para más del 50% más pobre de la población española, para los que es más del doble. Y a efectos presupuestarios se han generalizado las operaciones extrapresupuestarias y eliminado como gasto numerosas partidas que suponían casi el 1% del PIB. Además, se empleaba y se emplea la ingeniería presupuestaria para ocultar gasto, y los derivados complejos inventados por Draghi en el caso griego para ocultar deuda. Es decir, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
MAFO y el INE falsean el crecimiento, y Zapatero gana de nuevo
Uno de los engaños más clamorosos del BdE (y validado inmediatamente por el INE) sería el crecimiento del 4T 2007. Este no sería un engaño más, sino uno que produciría un desastre apocalíptico: un segundo mandato de Zapatero. La tesis oficial del Gobierno era que en medio de una gigantesca crisis financiera internacional, en España, el país más endeudado del planeta, no había ninguna crisis. Es decir, un imposible metafísico: en pocos meses, cajas y bancos se quedarían sin liquidez. Dos semanas antes de las elecciones de marzo de 2008 se publicó la cifra de PIB del 4T 2007 (+0,8 %) que al compararla con la del 3T 2007 (+0,7 %) “demostraba” la tesis del Gobierno: en España no había ninguna crisis, al contrario que en el resto del mundo, donde todas las economías estaban cayendo.
Pese a que todos los indicadores sectoriales se hubieran hundido en el 4T 2007, todas las cifras de afiliación a la Seguridad Social y productividad, y todos los consumos como el gasóleo, automoción o la electricidad (fuertemente correlacionados con el PIB) indicaran justamente lo contrario, MAFO no se perturbó en absoluto, y su cifra fue validada días después por el nuevo comisario político del INE. Seis meses más tarde, el INE sacaría una nueva cifra “corregida”, según la cual el crecimiento del PIB en el 4T 2007 no había sido del +0,8 %, sino del +0,6 %. Es decir, la economía española estaba cayendo, no subiendo. Manipulación del sistema estadístico al por mayor.
Denuncias de manipulación desde todos los ángulos
Desde entonces, el INE y el BdE las han hecho de todos los tamaños y colores, siempre al servicio del régimen del poder. Desde el Financial Times a bancos independientes –los que no trabajan para el Gobierno español y sus instituciones–, se ha denunciado sistemáticamente la falsedad de las estadísticas oficiales españolas. No tengo espacio para todo, pero hasta la propia Eurostat criticó duramente el sistema estadístico español en abril de 2013 cuando se refirió a las “deficiencias significativas” de dicho sistema, un aviso que estuvo colgado en su web varios meses hasta que las presiones del Gobierno consiguieron que se retirase.
El principio esencial de este régimen de poder es el mismo que el de Goebbels, para quien “una mentira repetida cien veces se convierte en verdad”. Es lo que hace que las mentiras de este Gobierno corrupto, cuantificadas por el BdE y el INE y difundidas por la casi totalidad de los medios de la nación, engañen a los españoles. La más reciente: “La economía muestra signos claros de recuperación”. La primera fuerza que ha dirigido a los sucesivos Gobiernos desde la Transición es la mentira.
Y termino con la última trampa del INE publicada en no pocos medios. Recojo el análisis del conocido periodista de opinión Alejandro Inurrieta, aunque está por todas partes: “Las recientes cifras del INE afirman que en España hay 25,2 millones de viviendas, de las cuales un 71% son principales, un 14,6% son secundarias y un 13,7% están vacías. Habría, por tanto 3,4 millones de viviendas vacías. Estas cifras no concuerdan para nada con las manejadas por otras fuentes, incluso dentro del INE (los verdaderos profesionales, añado) que cuantifican el stock de viviendas en 30 millones, de las cuales el 20% están vacías, o sea, seis millones”. El INE simplemente manipula las cifras para esconder la evidente incapacidad del Gobierno de resolver este gravísimo problema. El INE se convierte así en un colaborador esencial en nuestro desastre económico.
Termino. En la nota del INE, aparte de repetir el reglamento de “buenas prácticas”, (tan buenas que no evitaron los engaños masivos de Grecia y Portugal, sometidos exactamente a las mismas normas) y aparte de tomarnos el pelo afirmando que sus operaciones son auditadas por el Consejo Superior de Estadística (lo que es de broma), sí explica al final que mi sugerencia de que el PIB puede haber caído un 26% para que se mantuviese la relación entre ingresos del Estado y PIB, no es cierta porque, como explica justamente, la cifra debería ser la totalidad de ingresos de las AAPP, que se han reducido en un 11,8 %. Absolutamente cierto.
Bien, entonces partamos de esta cifra y modifico mi anterior afirmación por la siguiente: “Como la relación entre ingresos del Estado y PIB es una cifra relativamente constante –lo de procíclico, con todos mis respetos, es una auténtica chorrada en un periodo de ocho años– la diferencia entre el PIB oficial y el PIB real es del 11,8 % más el aumento de la presión fiscal, donde en conjunto se han elevado o creado ex novo más de 80 impuestos, la mayor subida impositiva de la historia de España y de Europa”. Pongan la cifra que gusten, pero el PIB real es entre un 20% y un 30% inferior al oficial, y las consecuencias de eso son absolutamente devastadoras para nuestro futuro. Y el culpable es quien miente y manipula conscientemente respecto a las mismas, es decir, el INE.
P.D.: Aprovecho para pedir a todos aquellos funcionarios por oposición limpia y transparente del INE que me comuniquen todos los mecanismos de engaño de esa institución, con objeto de darlos a conocer a la opinión pública. Mi correo es
rcentenogonzalez@gmail.com. Todos los españoles de bien se lo agradecerán.
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