A ver... llevan un tiempo los políticos hablando con la boca pequeña a través de sus marionetas en forma de portavoces extraños, directores de medios de comunicación, hablando de una reforma constitucional. ¿Cuál? ¿En qué puntos? ¿Con qué objeto y por qué motivos? Porque a muchos, ahora mismo la idea de la reforma constitucional les puede parecer una magnífica idea llena de música, pero también puede ser una reformulación para mantener los poderes establecidos, y en este país con su historia no es tampoco un melón del todo apetecible. Y todo claro, depende de quien esté detrás y la respuesta a las preguntas anteriores.
Pedro J... decía hoy que todo puede revisarse de acuerdo a lo que dijo también el Tribunal Constitucional. Claro que puede revisarse. Sí. Pero también nos la pueden clavar bien clavada con apariencia de cambio. Que muchos hablamos de la necesidad de este cambio, pero también he de ser justo y decir, que bien aplicada, entendida y no siendo tan anticonstitucional como los distintos poderes que se adueñan de ella como justificante de sus fechorías antidemocráticas, la Constitución de 1978 si bien tiene cosas mejorables, no es una Constitución mala en modo alguno.
Ya he hablado aquí muchas veces de la Constitución, os he explicado el procedimiento de reforma Constitucional, sus bondades y sus estrecheces justificadas en algunos puntos y no justificadas en otros, pero con la abdicación del Rey me da la sensación que se quieren abrir tantos melones que el debate se relativiza, se diluye y se suaviza.
Al final, frente a la posición que mantiene el colectivo de espectadores de Mujeres, hombres y viceversa acerca de la importancia que para ellos tienen los acontecimientos históricos, importantes, que nos traen un montón de debates posibles y de ideas, aquí hay que mantener una posición fuerte, llena de argumentos, justificada y con cierta altura intelectual. Pero no nos olvidemos, hay algo todavía más importante que todo lo anterior: RESPONSABILIDAD.
No nos pueden venir con una modificación de las reglas democráticas bajo el brazo, hay que ir a por ellas. Si como algunos políticos de nueva cuna dicen, dejen a la gente ser mayor de edad. Hay que demostrarlo. En lo bueno y en lo malo. Y aquí no hablo de aceptar lo que nos traigan, ser buenos y mostrarnos tan comprensivos como imbéciles ante nuestros supuestos representantes políticos. La idea es que seamos también lo suficientemente personas como para mandar a esos mismos hijos de puta a tomar por el culo cuando la ocasión lo reclame.
Entonces cuidadito, que muchas veces somos excesivamente corderitos cuando nos van a joder vivos. Lo hemos demostrado muchas veces y lo seguimos haciendo.