Financiación Autonómica o la depresión 2010
Roberto Centeno
Antes de que los que gobiernan, no para toda la sociedad sino para sus propios y exclusivos intereses políticos, decidieran darnos la puntilla con un nuevo modelo de financiación autonómica, profundamente insolidario –consolida el “derecho” de Cataluña al saqueo de España- y absolutamente inviable, la situación económica, sometida a un fuerte proceso deflacionista, era ya gravísima.
Para empezar, ni hemos tocado fondo ni nada parecido, todos los indicadores de actividad y demanda siguen en negativo –caer menos no es salir del callejón, como afirman algunos, es seguir cayendo- y con sectores claves como la industria acelerando su contracción. Para seguir, 2010 va a ser un annus horribilis, donde al hundimiento adicional del consumo provocado por el final de los planes de reactivación y al agotamiento de los ahorros de muchas familias y empresas –deberán devolver 245.000 millones de euros en doce meses- se unirán la insolvencia de parte del sistema financiero, y una fuerte subida de impuestos a la clase media y trabajadora. Y para terminar, pasarán años antes de comience la recuperación -“un largo valle de sombras”, en palabras del analista jefe de Bloomberg para Europa–, y ahora, justo en el momento preciso para plantear la urgencia absoluta de abordar las únicas soluciones posibles, un Zapatero absolutamente enloquecido, con el “apoyo crítico” de Rajoy –¡manda narices!-, toma el camino contrario.
Cuantificando la situación actual a través de procedimientos indirectos, dado que el sistema estadístico nacional y el BdE están al servicio exclusivo de los intereses políticos cortoplacistas de Zapatero, la estimación de las grandes cifras 2009 es la siguiente: PIB del -8%, el mayor desplome desde 1937, con una caída del consumo de gasóleos del -10%, -15% del gas natural, -16% de las ventas interiores deflactadas, -20,5% la producción industrial, -35,5% los bienes de equipo. Con estas cifras, hablar de una caída del PIB del -3,6%, es una tomadura de pelo. Paro real, 5,1 millones, 22,1% de la población activa, en su mayoría estructural, más 400.000 EREs. Y lo más grave, y aquí entramos de lleno en el coste del nuevo modelo de financiación autonómica, unas cuentas públicas absolutamente insostenibles.
La vicepresidenta Salgado, al servicio exclusivo de la política demencial del iluminado de Moncloa, a quien le da igual 8 que 80, se está comportando con una irresponsabilidad absoluta: en solo cien días ha sentado la bases de la ruina de la nación española: un incremento del techo de gasto del 15% para 2010; una nueva financiación autonómica donde a Cataluña y a Andalucía les ha ofrecido el doble que Solbes; un FROB que constituye un despilfarro gigantesco e indiscriminado de recursos públicos, para mantener el poder político regional en las cajas; un plan de infraestructuras multimillonario que ni EEUU podría permitirse; un aval a las eléctricas para que puedan emitir deuda; y luego todo lo que sobre la marcha se le vaya ocurriendo al señorito.
La Sra. Salgado se está comportando con una insensatez total -¿aún no se ha enterado V.I. del desastre de la campaña del IRPF?- porque la diferencia entre gastos e ingresos de la Administraciones Públicas, no solo déficit, ya que muchos gastos van directamente a deuda, e incluyendo las deudas vencidas y no pagadas, llegará a fin de año a una cantidad inasumible: 203.000 millones de euros, el 20,3% del PIB; y la deuda pública a cerca del 80% del PIB; y esto que Zapatero ha podido cubrir comprando deuda con el dinero de la caja de pensiones y las reservas del BdE, nos colocará en poco tiempo en una situación de pagos imposible. Y a eso se une Seguridad Social quebrada –no sólo porque todos los estudios actuariales muestran que es necesario, o reducir un 40% las pensiones o incrementar brutalmente las cuotas de los activos-, que perderá más de un millón de cotizantes, 734.000 hasta junio, y cuyo superávit desapareció en mayo. Aun así, ante el impacto negativo para la opinión pública que tendría el reconocimiento de esta realidad, Zapatero ha decidido transferir el déficit al Estado y mantener la ficción de superávit.
Destrucción de la riqueza en la clase media
En conjunto Zapatero destruirá entre este año y el próximo un quinto de la riqueza nacional, una cantidad equivalente a lo que se habíamos crecido en los últimos ocho años, pero con un gravísimo problema añadido, la mayor parte de la destrucción de riqueza corresponderá a la clase media que prácticamente quedará aniquilada, mientras el 5% más rico de la población, no solo no perderá sino que verá incrementada su parte en el reparto de la riqueza, y además vía SICAVs, libre de impuestos.
Explicado esto, ocurre que las únicas medidas que pueden revertir el hundimiento imparable al que estamos asistiendo, que son dos y “sine qua non”, es decir, o se afrontan o no hay forma de salir de ésta situación, van justo en sentido contrario a lo que acaba de hacer el Gobierno. La primera, el modelo de Estado. La gente no es o no quiere ser, realmente consciente del nivel de disparate, del nivel de barbarie, al que ya hemos llegado. Ningún país del planeta, y menos la España actual, podría permitirse el nivel de gasto, de ineficiencia, de despilfarro y de corrupción del caos autonómico. Solo la pérdida de eficiencia por la ruptura de la unidad de mercado es dos veces superior a las eventuales ganancias de la reforma laboral, y eso es solo una parte, lo grave es que las autonomías son responsables de más del 60% del gasto público -frente al 26% de media en los estados federales-, 200.000 millones en 2009, de los cuales, y ésta es la clave, unos 60.000 (¡el 6% del PIB cada año!) son puro despilfarro
Pero además, el sistema autonómico, un desastre inventado por los padres de la Transición, un hatajo de irresponsables y cobardes, pues desde el principio se sabía perfectamente lo que se estaba poniendo en riesgo, y aun así siguieron adelante; ha desvertebrado España, lo que desde un punto de vista económico, significa que el margen del que dispone el gobierno para realizar una política fiscal contracíclica es casi nulo. Al contrario que en el resto del mundo, nuestro gobierno no tiene mecanismos efectivos en su mano para enfrentarse a la crisis, su única posibilidad es endeudarse sin límite para tapar agujeros y para colmar los deseos de despilfarro de 17 taifas totalmente descontroladas, y en estas condiciones nadie puede sacar a un país de la crisis, es así de sencillo. Alguien puede objetar que la marcha atrás es imposible: nada más falso, bastaría un Pacto de Estado entre partido socialista y partido popular, y se había acabado la broma.
Y al desastre autonómico se une el de los Ayuntamientos, que han seguido en la misma línea, con Madrid a la cabeza, 9.000 millones de deuda, ¡el 173% de sus ingresos corrientes!, con un Gallardón que sigue despilfarrando a tope como si no hubiera crisis, a costa de esquilmar a los madrileños. En total, más de 8.000 Corporaciones Locales de las que sobran algo más de la mitad, a quienes el Estado transferirá al menos 15.430 millones de euros, pero que gastarán tres o cuatro veces esa cantidad.
Adicionalmente, según la agencia Standard & Poors, CCAA y Ayuntamientos españoles contraerán esta año una deuda adicional de 27.000 millones de euros, con lo que la deuda viva a fin de año será de 120.000 millones, el mayor endeudamiento regional y local del mundo. Y de nuevo esto no es todo, ya que una trampa contable permite trasladar importantes partidas de gasto a empresas satélites que están fuera del presupuesto, los denominados INIs autonómicos y municipales, que cuentan, según la Intervención General del Estado, con 1.875 de estas entidades -parece broma pero no lo es- dedicadas fundamentalmente a la ocultación del despilfarro, y a colocar amigos, parientes y compañeros de partido. En total, “tenían” una deuda oculta de 43.000 millones de euros hasta marzo. No tenemos idea de hasta dónde pueden llegar en 2009, pero extrapolando el primer trimestre, la cifra podría alcanzar los 20.000 millones.
Y ahora sumen Uds las necesidades netas de financiación, que es la cifra relevante: 54.000 millones hasta mayo solo del Estado, con una estimación de 110.000 a fin de año; CCAA y Ayuntamientos, 47.000 millones, deudas vencidas y no pagadas con proveedores por CCAA y Ayuntamientos, 30.000, más ídem de entes públicos del Estado, fundamentalmente Fomento, 16.000; total, 203.000 millones . Si alguien piensa de verdad que sin terminar con esto, podemos salir de la crisis, está para que lo encierren.
Cómo recuperar el crédito de la economía real
La segunda, para completar el dibujo, es recuperar el crédito a la economía real. Y de nuevo lo mismo: ¿es que alguien en su sano juicio puede pensar que la reforma laboral o de la Santa Madre Iglesia, sin que se restaure el crédito a familias, PYMES y autónomos, puede servir de algo? Y aquí, como en el caos autonómico, todo marcha en sentido contrario. Los créditos a las familias se han secado, el interbancario cerrado, y el sistema financiero a las doce menos cinco de una crisis mayor, con el BdE ocultando masivamente la realidad –valor de los activos, morosidad, vencimientos de deuda, caída de márgenes- y asignando a ciegas ingentes cantidades de recursos públicos, que las entidades emplean, en forma contraria a lo previsto en los Fondos de ayuda. Una estafa mayúscula a los españoles.
Las compras de activos, no triple A, sino fuertemente sobrevaluados, no se han empleado en dar crédito a familias y PYMES, sino en cubrir vencimientos de deuda, 19.000 millones. Los avales no se han empleado en captar el dinero exterior que España necesita desesperadamente, sino en especular, vendiéndose instrumentos de deuda unos a otros, 38.000 millones. El “rescate” de CCM, un despilfarro inaudito de recursos en una entidad que debería haberse cerrado, 3.500 y suma y sigue. Y ahora el FROB, donde el gobierno trata de salvar con dinero público el poder político regional en las cajas, sin que las ingentes cantidades a utilizar le confieran ningún poder político, hasta una tercera fase, cuando la ruina sea definitiva. Un disparate tan inaudito. En ningún lugar del planeta se han entregado recursos públicos sin derechos políticos.
La solución es dejar hundirse a quien no puede ser salvado, procediendo a una liquidación ordenada. El sistema financiero funcionaría infinitamente mejor con la mitad de las entidades actuales, y la ingente cantidad de recursos despilfarrados, debería haberse asignado en forma directa, como ha hecho la Reserva Federal en EEUU, a la concesión de créditos a familias, PYMES y autónomos, mas de 60.000 millones de euros hasta ahora, que hubieran permitido salvar a decenas de miles de negocios perfectamente viables, y que se han tirado literalmente a la basura con 115.000 empresas destruidas.
Bien, estos son los hechos. Y ahora dirán Uds., que ni Zapatero ni Rajoy darán marcha atrás al caos autonómico, y que no emplearan los recursos públicos –excepto en la demagogia habitual– en restablecer el crédito a la economía real. Cierto, pero esta insensatez sin precedentes, por la que más de uno deberá responder, tiene dos líneas rojas infranqueables: la primera, la incapacidad de seguir cubriendo las necesidades netas de financiación, lo que sucederá a finales 2010 o principios 2011; la segunda el inicio de la quiebra en cadena de cajas y tal vez bancos –la deuda a corto plazo del sector asciende a 441.000 millones de euros-.
Todo ello llevará a una situación económica imposible, con un crecimiento exponencial del paro, y un empobrecimiento general de muchas familias y empresas, sometidas a un proceso de desapalancamiento brutal -tendrán que devolver 950.000 millones en cinco años-, lo que puede terminar en una revuelta social de consecuencias imprevisibles. Y si alguien piensa que esto es catastrofismo, que el nuevo modelo de financiación autonómica es económicamente asumible, que el despilfarro puede continuar sin problemas y que lo peor ha pasado, esperen y verán.