Yo en lo mío he estado en lo más alto y en lo más bajo. He tocado las estrellas con los dedos y he olido el azufre del infierno. Y te puedo decir con absoluta rotundidad una cosa. Ambos lugares son el mismo. La cara y la cruz están en la misma moneda. El cielo y el infierno en el mismo mundo. Y el éxito y el fracaso en el mismo intento. Lo único importante en la vida es intentar cumplir los deseos. Tener éxito en el deseo es efímero. Se pasa. Cómo comer hoy. No te vale para mañana. Por mucho que te hartes si no comes mañana tendrás hambre. Con el hambre pasa lo mismo.
Tener éxito es irrelevante y fracasar también. Es intentarlo lo que vale. Cuando has hecho todo lo posible por conseguir algo sólo te queda aprender a hacerlo mejor la próxima vez. Y ya está. Deberías estar orgulloso y punto. Deja que lo que has conseguido tenga vida propia y llegue hasta donde quiera y pueda. El valor que tiene no es el éxito que consiga. Te lo digo yo, que de eso he tenido experiencias para dar y tomar.
Tener éxito es irrelevante y fracasar también. Es intentarlo lo que vale. Cuando has hecho todo lo posible por conseguir algo sólo te queda aprender a hacerlo mejor la próxima vez. Y ya está. Deberías estar orgulloso y punto. Deja que lo que has conseguido tenga vida propia y llegue hasta donde quiera y pueda. El valor que tiene no es el éxito que consiga. Te lo digo yo, que de eso he tenido experiencias para dar y tomar.