Tim
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Nunca me gustó Luis Enrique, no voy a salir ahora agazapado a ponerlo a caldo. Es que siempre lo critiqué. Desde que está perdí interés en la selección. No entendí nunca la transición que planteó. Y apoyo completamente que no llevase a los del Madrid, equipo repleto de extranjeros, que poco puede aportar.
Mi hijo se enganchó al fútbol hace poco. En el equipo en el que juega todos como locos al principio con España. Es increíble cómo los últimos partidos no han sido capaces ni de acabar de verlos, no paraban de echar pestes frente a este juego insufrible de cientos de toques para no hacer nada.
Me cuesta creer que esto es lo que buscase Luis Enrique. Mi teoría sobre por qué van los que van a la selección y no otros mejores (mira uno el listado de goleadores de la anterior temporada y ver que no va ninguno de los mejores es para llorar) es clara: ha formado a un equipo de gente que lo adora, que no le lleva la contraria. Los jóvenes por darles esta oportunidad, porque es muy cercano a ellos (el rollo streamer fue ya la puntilla para que lo tuviesen endiosado). Los mayores porque van sus amigos (Busquets, que está acabado hace años, como para protestar). Cualquier jugador profesional medio serio protestaría por semejante juego. Los goleadores nacionales de la liga se tirarían de los pelos por no recibir ni un balón. Por eso no van, porque Luis Enrique ha convertido la selección española en una guerra civil. O estás con él o contra él. Y eso le encanta.
Hoy mucha gente está aplaudiendo a Luis Enrique porque los críticos con él hoy van a hacer sangre. Se lo ha buscado. En el fondo lo disfruta.
Ya si luego uno piensa en cómo en el basket hubo una retirada masiva de glorias y cómo en las ventanas se iba metiendo a gente joven, que han acabado yendo a las competiciones, de los que no se esperaba nada porque precisamente por el trabajo humilde y tranquilo les permitía que la afición les diese libertad para poder aprender, y encima van y su primera competición la ganan… dan ganas de llorar viendo cómo se ha hecho en fútbol.
Mi hijo se enganchó al fútbol hace poco. En el equipo en el que juega todos como locos al principio con España. Es increíble cómo los últimos partidos no han sido capaces ni de acabar de verlos, no paraban de echar pestes frente a este juego insufrible de cientos de toques para no hacer nada.
Me cuesta creer que esto es lo que buscase Luis Enrique. Mi teoría sobre por qué van los que van a la selección y no otros mejores (mira uno el listado de goleadores de la anterior temporada y ver que no va ninguno de los mejores es para llorar) es clara: ha formado a un equipo de gente que lo adora, que no le lleva la contraria. Los jóvenes por darles esta oportunidad, porque es muy cercano a ellos (el rollo streamer fue ya la puntilla para que lo tuviesen endiosado). Los mayores porque van sus amigos (Busquets, que está acabado hace años, como para protestar). Cualquier jugador profesional medio serio protestaría por semejante juego. Los goleadores nacionales de la liga se tirarían de los pelos por no recibir ni un balón. Por eso no van, porque Luis Enrique ha convertido la selección española en una guerra civil. O estás con él o contra él. Y eso le encanta.
Hoy mucha gente está aplaudiendo a Luis Enrique porque los críticos con él hoy van a hacer sangre. Se lo ha buscado. En el fondo lo disfruta.
Ya si luego uno piensa en cómo en el basket hubo una retirada masiva de glorias y cómo en las ventanas se iba metiendo a gente joven, que han acabado yendo a las competiciones, de los que no se esperaba nada porque precisamente por el trabajo humilde y tranquilo les permitía que la afición les diese libertad para poder aprender, y encima van y su primera competición la ganan… dan ganas de llorar viendo cómo se ha hecho en fútbol.