‘Las aventuras de Tintín’. El Evangelio de Hergé según San Spielberg
Dice Jamie Bell que Spielberg y Tintín se parecen en que comparten una jovial visión de la bondad y la aventura. Quizá eso haya permitido a Steven Spielberg entrar en el territorio sagrado de Tintín y salir casi victorioso, sin profanarlo demasiado.
‘Las aventuras de Tintín. El Secreto de Unicornio’ es
un gozoso salto al cine clásico de acción, aquel que te hipnotiza lanzando desde la pantalla
raudales de ritmo, humor, emoción, elegancia y una banda sonora (del maestro John Williams) que invita a hacer esgrima.
Las verdaderas aventuras son aquellas que no necesitan una explicación racional, sino que resultan sencillamente creíbles. El gran contador de cuentos que es Spielberg -en su primera incursión en el cine de animación en 3D y el uso de la técnica de captura del movimiento- nos devuelve a los mejores tiempos de Indiana Jones. Como pasa con las buenas películas de animación, a los 5 minutos de la extrañeza de
ver a un Tintín medio real medio dibujado, te olvidas del galimatías tecnológico que hay detrás y te dejas caer por el tobogán de sensaciones y carcajadas que Spielberg se saca de la manga. Las transiciones entre los episodios son tan disparatadas como geniales; la estética, preciosa, y el guión ha conseguido condensar en 100 minutos los episodios más divertidos y emocionantes de ‘El Tesoro de Rackham el Rojo’, ‘Las Pinzas del Cangrejo de Oro’ y ‘El Secreto del Unicornio’.
Posteado en Críticas, Estrenos por María Guerra el 28 oct 2011. Cadena SER.