Respuesta: Las Aventuras de Tintin: El Secreto del Unicornio
SPOILERS CON FLEQUILLO
Bueno pues el tío lo ha hecho de nuevo, después del tropezón de Indy IV parece ser que se sintió muy culpable y se dijo a si mismo "tengo que hacer algo para enmendar este cagarro". La solución a la tesitura de haber sodomizado uno de los iconos de los 80 pasa por fijar la vista a la aventura primigenea y de trazo simple de Hergé, de hecho justo después de los créditos la Clouseu lo primero que vemos es su cameo y después su creación sobre un lienzo en una idea genialoide de presentación.
Y el espectador que amó los comics sonrie risueño y la sonrisa ya no desaparece en la restante hora y media, porque por un milagro de la tecnica, motion capture lo llaman, tenemos a Tintin, Haddock y Milú ante nosotros casi saliendo de la pantalla (rara vez el 3D había aportado tanta información y profundidad en pantalla). Y uno se da cuenta de que la butaca cada vez se hace más grande y por arte de magia es niño otra vez y no quiere que la peli acabe nunca, de hecho, en tiempos en que todo por narices tiene que superar las dos horas el film se hace cortisimo, tanto que a uno pasada la primera hora y media ya le da pena que todo acabe, de hecho las set pieces duran lo que tiene que durar lejos de la hipertrofia del King Kong de Jackson, creo que el film no va tener la aceptación que merece en la nuevas generaciones que flipan con transformers.
Uf ¿que más? los personajes son puro arquetipo, Tintin es muy bueno y noble no hay vuelta de hoja, lo de Haddock ya es otra cosa, porque se adueña de la pantalla cada vez que aparece, con sus exabruptos su alcoholismo su querencia por el fracaso de su orgulloso linaje, tiene un dialogo hacia el final sobre el fracaso autoimpuesto que es absolutamente conmovedor, Milú es el perro metepatas pero adorable al que hay que escuchar.
A ver, que más...la set piece brutal que se recordará será la del sidecar, que no tiene nada que envidiar a las de Indy, y que en realidad es un encadenado de persecuciones que crecen como una bola de nieve, y es algo repito SU-BLI-ME. Decir que la alquimia necesaria para el hechizo la aporta un Williams en estado de gracia que compone una BSO que se ajusta como un guante, con ecos de Harry Potter y Raiders, es extraño oirla a solas pero dentro del film cobra todo el sentido, y remarcar que todo esto viene ideado por abueletes hechiceros que superan los 60 y los 70 años que se niegan a envejecer por dentro.