Atreyub
En busca y captura
Respuesta: Las pelis de John Frankenheimer
(Id, 1998)
"Siempre que hay duda es que no hay ninguna duda. Es lo primero que te enseñan"
Película hecha a la antigua usanza, donde el guión (de la mano de Mamet bajo el seudónimo de Richard Weisz) es casi perfecto. Digo casi porque la parte final es donde quizás flaquea un punto. Pero quitando ese pequeño detalle no se puede negar que la película marcha sobre ruedas desde el primer minuto hasta el final. Empezando por un elenco en estado de gracia. Cuando De Niro aún se le podía considerar un actor imprescindible y sus papeles eran, como mínimo creíbles. Sin olvidarme de Jean Reno, un hombre que pareció nacer para interpretar papeles así o una Natascha McElhone, que siempre está perfecta, dotando a sus papeles de esa fragilidad y entereza a partes iguales.
Es imposible no quedarse fascinado con la puesta en escena, con las escenas de acción, con las persecuciones tan reales que cortan la respiración y dejan a uno con la sensación de que es completamente real. Frankenheimer decidió recurrir a persecuciones reales, sin efectos especiales, para conseguir de esta manera mayor realismo. Y se nota, vaya si se nota. No hay ningún momento que no deje al espectador con la boca abierta. Con una fotografía maravillosa, dotando a las ciudades de ese ambiente retro, haciéndolas frías y distantes, casi como las vidas de los personajes.
Un clásico del cine de acción moderno, que serviría como modelo a seguir a títulos posteriores como la saga de Jason Bourne, donde la acción física y el ritmo desenfrenado (pero bien planificado) sería la base para realizar películas con fundamento. Imposible no citar las diferentes emboscadas, los diálogos concisos y directos al grano (maravilloso el momento de la taza de café), con un trama seria, como las películas de espionaje y los thrillers de los 70, una tensión y un tempo excelente (añadiéndole uno de los mejores mcguffins de la historia) hacen que Ronin sea una apuesta segura y uno de los mejores títulos, siendo casi una obra maestra.
Lo mejor: La última persecución y la escena con Londsdale y sus maquetas.
Lo peor: Que nunca sepamos que hay en la maleta.
(Id, 1998)
"Siempre que hay duda es que no hay ninguna duda. Es lo primero que te enseñan"
Película hecha a la antigua usanza, donde el guión (de la mano de Mamet bajo el seudónimo de Richard Weisz) es casi perfecto. Digo casi porque la parte final es donde quizás flaquea un punto. Pero quitando ese pequeño detalle no se puede negar que la película marcha sobre ruedas desde el primer minuto hasta el final. Empezando por un elenco en estado de gracia. Cuando De Niro aún se le podía considerar un actor imprescindible y sus papeles eran, como mínimo creíbles. Sin olvidarme de Jean Reno, un hombre que pareció nacer para interpretar papeles así o una Natascha McElhone, que siempre está perfecta, dotando a sus papeles de esa fragilidad y entereza a partes iguales.
Es imposible no quedarse fascinado con la puesta en escena, con las escenas de acción, con las persecuciones tan reales que cortan la respiración y dejan a uno con la sensación de que es completamente real. Frankenheimer decidió recurrir a persecuciones reales, sin efectos especiales, para conseguir de esta manera mayor realismo. Y se nota, vaya si se nota. No hay ningún momento que no deje al espectador con la boca abierta. Con una fotografía maravillosa, dotando a las ciudades de ese ambiente retro, haciéndolas frías y distantes, casi como las vidas de los personajes.
Un clásico del cine de acción moderno, que serviría como modelo a seguir a títulos posteriores como la saga de Jason Bourne, donde la acción física y el ritmo desenfrenado (pero bien planificado) sería la base para realizar películas con fundamento. Imposible no citar las diferentes emboscadas, los diálogos concisos y directos al grano (maravilloso el momento de la taza de café), con un trama seria, como las películas de espionaje y los thrillers de los 70, una tensión y un tempo excelente (añadiéndole uno de los mejores mcguffins de la historia) hacen que Ronin sea una apuesta segura y uno de los mejores títulos, siendo casi una obra maestra.
Lo mejor: La última persecución y la escena con Londsdale y sus maquetas.
Lo peor: Que nunca sepamos que hay en la maleta.