Respuesta: LOST -T6. Emisión ABC: Spoilers a tutiplén ( ¡¡Cuidado!! )
A ver chicos, no os entiendo!!!
Os estáis aquí, temporada tras temporada, semana tras semana de emisión, dándole vueltas al tema, para descifrar los enigmas, sacar teorías, suposiciones y tal... y cuando llega el momento, de que os muestren las cartas para ver cuáles son las verdaderas razones y porqueses de todo, os dejan de interesar los enigmas y os dais todo por bueno? No lo entiendo lo siento!
Pues básicamente porque la serie se posiciona claramente por la postura de que la existencia misma está llena de misterios y que no es posible resolverlos todos, ni siquiera acercarse a una mínima parte de todos los que existen. Y, puede ser una solución que me satisfaga más o menos (yo soy el primero al que le gustaría que hubieran dado una solución racional a todo), pero hay una diferencia entre la serie que a mí me gustaría que me contasen y la que los guionistas han querido contarme a mí.
La serie se llama
'Perdidos'. Título que alude tanto al estatus de los protagonistas como a la condición del espectador. Perdidos en el tiempo y en el espacio, en un mar de dudas, sin un sitio en el que poder anclarse. La cuestión es que durante un montón de tiempo nos han engañado, haciéndonos creer que los protagonistas estaban perdidos en la isla, cuando en realidad, se encontraban perdidos antes de llegar a la isla, y que fue en ella en la que se encontraron unos a otros, lo que da sentido a todas la narraciones en paralelo entre pasado y presente que han ido constituyendo la columna vertebral de la serie.
La historia de los losties ha sido, en definitiva, un resumen de la eterna búsqueda del ser humano por respuestas. La vida es un misterio, y desde el inicio de la humanidad, ciencia y fe han intentado responder a ellas, muchas veces sin éxito, muchas veces equivocándose en el camino. De ahí que todos los protagonistas tengan nombres relacionados con filósofos, escritores, científicos, artistas y figuras espirituales claves de toda la historia de la humanidad, de Locke a Dogen, de Christian Sheppard ("pastor cristiano", más claro, agua) a C.S. Lewis, de Bentham a Faraday, de Rousseau a Hawking, de Bakunin a Lennon. Todos en busca de respuestas, todos enfrentándose los unos a los otros, a veces incluso con derramamiento de sangre, todo en pos en busca de dar un sentido a la existencia humana sobre la faz de la Tierra. Y la verdad es que aunque todos estos personajes han puesto su granito de arena en el progreso del conocimiento, a día de hoy aún siguen siendo más las preguntas que las respuestas: ¿cómo empezó todo? ¿se puede viajar en el tiempo? ¿existe la vida más allá de la muerte? Como decían Siniestro Total: ¿quienes somos, a donde vamos, de donde venimos?
Y dentro de esta dialéctica, los guionistas podrían haberse posicionado por la vertiente racional (explicarlo todo) o por la espiritual (hacer un acto de fe). Porque eso es lo que hemos estado viendo continuamente a lo largo de la serie: personajes enfrentados en situaciones extremas. ¿Qué pasa si dejamos de tocar el botón? ¿Qué pasa si explotamos la bomba? ¿Qué pasa si sacamos el tapón de su sitio? La gente teoriza sobre lo que podría pasar, pero no lo saben a ciencia cierta, tienen que hacer un acto de fe. Aún a riesgo de cagarla por completo y mandar a tomar por culo la escotilla, el tiempo, o la propia isla.
Y lo que han hecho los guionistas es decidirse por el camino de la fe. Con todas sus consecuencias. Aún a riesgo de saber que iban a cabrear a una inmensa mayoría de los fans. Pero es que la serie que querían los fans no es la misma que ellos querían contar.
Vista en retrospectiva, la serie decepciona porque no es la que quería la gente. La gente quería respuestas. Pero los guionistas lo llevan anunciando toda la temporada: no hay respuestas. Y ahí el sentido de los flashbacks de Richard y de Jacob y su hermano, para dejar bien claro que esos personajes, que aparentemente lo sabían todo, están tan perdidos como el resto, y que los misterios de la isla son tan ancestrales que es imposible acceder a ellos. No existen respuestas, todos estamos perdidos. Pero existe el consuelo de que la vida merece la pena, y que al final de la misma nos reuniremos con todos nuestros seres queridos. Puede gustar o no, pero los guionistas han sido consecuentes con su postura, la cual, vista la serie en retrospectiva, llevan dejando bien clara desde el inicio de la serie.
Y es normal que al final la serie haya decepcionado a todos los "hombres de ciencia" que seguían la serie y que esperaban una explicación racional al misterio de la vida. Del mismo modo que a lo largo de la historia de la humanidad, ciencia, fe y filosofía han defraudado a millones de personas que veían cómo estas disciplinas tampoco respondían a sus preguntas.
Y es que al fin y al cabo, lo más emocionante es esa búsqueda de la verdad, y no tanto la consecución de la misma, porque normalmente cuando un misterio es resuelto, ya deja de preocuparnos y comenzamos a obsesionarnos con el siguiente misterio de la isla.
Muchos espectadores han vivido esta serie como si de una religión se tratara, y al final se han sentido defraudados. Por una parte es lógico. Muchos, seguramente no se habrían pasado seis años de su vida viendo la serie sino fuera por esa búsqueda de respuestas, del mismo modo que mucha gente tampoco iría a la iglesia si descubriera que después de la vida, no hay nada. Pero ninguna otra serie, ni libro, ni narración, se ha atrevido a llevar tan lejos la dialéctica ciencia vs. fe.
Cuando uno mira atrás, se da cuenta que lo mágico de esta serie no son las respuestas. Son los emotivos momentos compartidos con algunos de sus personajes, el impresionante despliegue narrativo de la serie, las continuas sorpresas, la excelente partitura de Giacchino. Alguien pensará que la serie es cobarde por negarse a resolver las cosas, cuando es todo lo contrario, valiente por atreverse a mantener su coherencia interna a riesgo de cabrear a los seguidores. Aquellos que hayan acabado la serie y hayan quedado con la sensación de que el viaje no ha merecido la pena, la verdad es que no sé por qué la han seguido, si tan poca satisfacción sacaban de ella. ¿Para saber el final? Qué ingenuos...