Francesc Perearnau 02/03/2015
El juez de la vista oral del caso MCM estuvo a punto de aplazar la declaración del expresidente Joan Laporta cuando este dijo que tenía la intención de declarar en catalán. El juez intervino para exigir entonces un intérprete, puesto que expresamente había sido el abogado de MCM, Mario Conde, quién había pedido que las declaraciones fueran en castellano.
"¿Es capaz de entenderme si hablo en castellano?"
Aunque Laporta se ofreció a hablar muy lentamente, Mario Conde no se tomó muy bien su reacción y le preguntó "¿Es capaz de entenderme usted a mí si hablo en castellano?". Laporta replicó que no dudaba de su inteligencia en cuanto a la comprensión del catalán y Conde le contestó, irónicamente, lo siguiente: “Usted es muy inteligente pero no habla gallego”.
A todo esto, Laporta vino a censurar al juez que no hubiera previsto un traductor. “Si no hay uno mañana le citaremos el jueves”, le contestó el juez a lo que el expresidente, riéndose, advirtió que “estaré de viaje”. Visto el cachondeo del personaje y el cariz que tomaba el asunto, el juez se enfadó bastante e insistió en que, sobre precedentes, Laporta no declararía sin traductor.
Finalmente Mario Conde pidió al juez poder hacer varias preguntas, pero ya en un clima poco propicio para un testimonio en buenas condiciones. De hecho, el juez le llamó la atención a Joan Laporta por reírse en exceso de cuanto estaba pasando y explicando, motivo por lo que, tras amonestarlo por no estar justificada su actitud hilarante, le amonestó más que seriamente. Laporta cambió de actitud, no se mostró colaboracionista con el abogado de MCM y como se fue por las ramas el juez se fue poniendo de más mal humor.
Conde cortó el interrogatorio y el abogado del Barça apenas le hizo unas breves preguntas. Una actuación de Joan Laporta que probablemente haya arruinado los planes de la defensa.