No es pelotazo: es abrir a los ciudadanos
El Ayuntamiento de Barcelona anuncia la recalificación del Miniestadi y de parte de la parcela del Camp Nou, pero no piensen mal. No es pelotazo ni recalificación, se trata sólo, en palabras del edil, de "abrir esos terrenos a los barceloneses". Muy bien hecho. Eso estaba cerrado, vallado, ocupado por un campo de fútbol y ahí no se podía entrar, sino pagando entrada para ver algo, o siendo deportista y para entrenarse. Ahora cualquiera podrá pasear por ahí y hasta si quiere comprarse alguno de los 1.600 pisos que se construirán en la parcela. El Barça y el Ayuntamiento velan por el ciudadano.
Como debe ser. Lo malo del barcelonismo no es lo que hace, sino cómo reacciona ante las cosas que hace el Madrid. Por eso queda en evidencia cuando ellos acuden a lo mismo. Acaba de ocurrir con Ibrahimovic (la zaragata arrastró incluso al obispo) y los galácticos del Madrid, y lo de ahora sirve para recordar los clamores cuando el Madrid consiguió que le recalificaran (perdón, que abrieran ese espacio a los madrileños) la vieja Ciudad Deportiva por entre cuyas torres pueden, efectivamente, pasear hoy los madrileños, pisando ese espacio anteriormente reservado a socios o jugadores del tirano club madrileño.
En fin, no se extrañen de nada. Siempre fue así. Los clubes de fútbol siempre se instalaron en las afueras, la ciudad les alcanzó y vendieron su terreno para irse más lejos y con ese dinero pagar los rotos de los decenios anteriores. Al Barça aún le conocí yo jugando en Les Corts, en la calle Numancia, donde ahora hay pisos. Se mudó a un campo nuevo, Camp Nou, que inauguró el Caudillo, Francisco Franco, con una sardana gigante allá abajo. Por cierto, el Madrid sigue en el Bernabéu, porque Don Santiago no obtuvo del Caudillo el privilegio de abrir ese espacio a los madrileños. Murió con ese berrinche.