Ya está...dimitido. Ya podéis estar contentos. Los indepes ya pueden devorar al club....la que nos espera. El 50% de los socios son mayores de 60 años y la generalitat, en estado de alarma, con toque de queda, quejándose aún así de que las medidas son escasas y planteándose aprobar desde este jueves un confinamiento total de entre dos y tres semanas, AÚN ASÍ, le dice al barcelona que no hay motivos para suspender por motivos sanitarios la votación de 110.000 socios. No les dejan ir a un partido pero les quieren dejar ir a votar con la esperanza de poder poner en su lugar a alguien afín. Las segundas intenciones huelen a pies que chufan a roquefort. Vaya panda. Antes que exponer a tantas personas mayores a un riesgo tan elevado de contagio social la junta ha hecho un honroso sacrificio dimitiendo no teniendo por qué hacerlo. Podían perfectamente hacer frente a la moción de censura, que, os garantizo, tenían muchas más posibilidades de ganar que de perder. La ignominiosa decisión de la generalitat, que roza lo homicida, ha buscado que se celebrara la votación y se quedara la gente mayor en casa para que se perdiera la misma, aceptando correr el riesgo en el intento a que no lo hiciera y acudiera a depositar el voto y pudieran contagiarse. Un escándalo.
Esta junta ha sido atacada mediáticamente de manera furibunda por intentar mantenerse lo más equidistante posible de posicionamientos políticos, si bien en ocasiones ha hecho juegos malabares de difícil ubicación que no han satisfecho a nadie. Mi agradecimiento por los servicios prestados, por su integridad personal, que me consta pese a las constantes falsas acusaciones y torpedos difamatorios y por salir con dignidad para salvaguardar la salud de los socios, aunque muchos se hagan pajas mentales de que querían escabullirse de las votaciones. Bartomeu ha sido un gran presidente.