Respuesta: M. Night Shyamalan: El post (comienza la guerra)
Como dije, voy a intentar hacer una crítica decente sin recurrir a mucho texto. No sé si lo conseguiré pero bueno, vamos a intentarlo...
Sólo diré que la dirección de actores es colosal, la fotografía es la mejor de toda su filmografía y la BSO es uno de los mejores trabajos de JNH.
- Con Spoilers. No me lea, por favor, aquel que no haya visto la película. Gracias -
Cuento muy personal de un director que sabe como exponer algo tan íntimo y sincero como la inocencia y envolverlo todo en la mayor de las razones: la sobreprotección de cualquiera que ama a los suyos. Pero así como en la vida real no queda otra que tener que padecer los sinsabores de la realidad, pudiéndose enfrentar a lo más trágico y triste como perder un ser preciado ante una bala, Shyamalan propone un juego, en manos de un arquitecto y sus fieles seguidores. Como bien dice: "
Tengo una idea y quiero proponérosla".
Algo bueno, algo idílico pero utópico a fin de cuentas. Querer alejar a los suyos de una realidad intrínseca, de la realidad que no podemos evitar. La realidad de la que todos, en mayor o menor medida, hemos sido víctimas. Y no hay mejor realidad y mejor hostia cruda que todo lo que intentaron evitar toma forma en el personaje más inocente del pueblo: Noah, cuyos sentimientos son puros y duros, propagan o inícian todo aquello que querían dejar en el mundo real. Impagable esa cuchillada (la caída letal de Phoenix al suelo es lo más crudo) o esa transformación en "el cuento de brujas", como si de un juego se tratase, sin saber que su vida está envuelta. Su muerte es el pago por preservar esa mentira. Es tan filosófico y profundo que abruma.
Pero me encanta la perspectiva del personaje de Hurt, donde sus intenciones son buenas, de base, no hay maldad en ello. ¿Quien no querría evitarle a sus hijos, a su familia un mal innecesario? Pero en todo plan utópico hay una verdad innegable: no podemos evitar el sufrimiento. Viene grabado a fuego en nuestras acciones y motivos. Es imposible evitarlo. Y lo que en principio era una necesaria nueva vida se acaba convirtiendo en un engaño (en base a criaturas que dan el poder de control y sumisión gracias al miedo), aceptado y perpetrado por sus acólitos fieles, de crueles consecuencias, que no dudan en perpetrarlo hasta el final.
Por eso me cuadra tanto la historia de Ivy y su viaje inicial hacia lo desconocido, hacia la realidad, hacia lo desconocido, hacia la verdad pero fundado en el mayor de los sentimientos: el amor (el encuentro en el porche y esa declaración universal es tan bella y poética que abruma). Un camino que suple el sufrimiento con la esperanza de poder preservar la vida de su amado. Y quien mejor que un personaje ciego, el más puro de todos los personajes. El personaje de cuento de hadas de una época marchita, casi deshubicada, pero que juega perfectamente con la exposición de los valores y sentimientos humanos y que adentrándose en el bosque consigue quebrantar o inmolar la mentira de un falso cuento llegando a su meta: la verdad de la vida, la ciudad y las medicinas, el elemento clave para poder continuar manteniendo el castillo basado en humo.
Para mi es una película que a cada visionado ha ido convirtiéndose en una pieza clave del género y una muestra de que Shyamalan es un buen narrador de historias, un cuentacuentos de extrañas circunstancias.