Yo creo que el sexo de la persona que las aparta de ese sendero es irrelevante en la película
Todo creador procura no dejar nada al azar en sus obras (incluyendo el sexo de cualquier personaje). Que Max reoriente (al final) el camino del grupo y sea un varón no es una casualidad baladí. Se trata de una decisión personal (consciente o inconsciente) del autor (y que nos dice algo sobre él y lo que pretende comunicar).
Las interpretaciones que nosotros le podamos dar a esa elección son libres; más o menos justificadas, más o menos consistentes... pero el hecho en sí es innegable.
el motivo por el que Max decide finalmente ayudarlas es puramente egoísta
Max es consciente de que lo que hace (ese supuesto heroísmo redentor) tiene (en realidad) un marcado componente egoísta... y se rebela contra ello (es como el rollo John Rambo: "No mataste por tu país; mataste por ti... y Dios nunca dejará que olvides eso"); no se siente limpio ni cómodo, y por eso rehuye el contacto con otros (cree que no se lo merece y, al final, se marcha cabizbajo).
Si no arreglas lo que está roto te vuelves loco.
Al final sigue siendo el loco Max; no hay redención (para él). Cree que su dolor es eterno; que no tiene arreglo ("la esperanza es un error"); de ahí que no se quede. Está convencido de que es inviable subsistir en ese mundo siendo completamente honesto y fiel a unos valores morales irrenunciables (cuyo incumplimiento, como no puede ser de otra manera, le causa un profundo dolor) y que cualquier tipo de construcción social que pueda surgir se basará, sin duda, en cierto grado de hipocresía, de renuncia... Y por eso (por cuarta vez) se va.
La redención nunca puede ser egoista pues solo puede funcionar si es sincera. Es un poco como la confesion. Si le pides perdón a un ser omnipotente que puede ver en lo más profundo de tu corazón, no se trata de contárselo a un cura y rezar una penitencia; o lo sientes de verdad y estás dispuesto a no caer otra vez, o no estás perdonado. ha de haber un impulso real y sincero de querer ayudar a gente que lo necesita si quieres deshacerte de tus fantasmas; si deshacerte de ellos es lo que quieres, te puedes engañar a ti mismo, pero no a tu cerebro, y tus fantasmas se queadrán donde están.
Bueno, según yo lo veo, redimir (liberar del dolor) a otros,
sin esperar nada a cambio, sí es un acto de generosidad altruista... pero redimirse (reflexivo) sería (en principio) un acto puramente egoísta (buscas escapar de TU dolor... y no hay nada malo en ello... siempre que no fastidies a otros en el proceso). Todo esto en teoría, claro... las cosas pueden enredarse y ser psicológicamente más complejas (incluyendo redentores que ayudan de manera aparentemente desinteresada a otros para satisfacer, en realidad, un deseo personal inconsciente, alimentar su ego y bla, bla, bla...).
Por otro lado, el problema de la redención (de lo que nos causa, o no, un sentimiento de culpa; de lo que es necesario, o no, para reconciliarnos con nosotros mismos) no es el autoengaño (pues, como dices, la redención no será tal) sino que varía sustancialmente de unas personas a otras; no debería ser así (al menos en lo que respecta a unos mínimos irrenunciables) pero lo es. Y lo es por el relativismo moral en el que vivimos sumergidos.
Por eso lo de la confesión no tiene (creo) nada que ver; porque ahí es una entidad superior y trascendente la que nos juzga en base a una (única)
VERDAD inamovible que es igual para todos. Sin embargo, a la hora de redimirnos, nosotros somos nuestros propios jueces; cada uno con su propia verdad, su propia escala de valores (y unos serán más severos que otros). Algunos espectadores (o Furiosa) pueden pensar que Max merece la redención al final, pero él no lo cree así (y se larga).
Aquí la clave del asunto está en que Furiosa se siente mal consigo misma. Ése es el detonante de todo; no hay más. Se trata de una cuestión puramente personal... y en su búsqueda por atenuar o eliminar ese dolor se comporta, en muchos momentos, de forma claramente amoral: traiciona, engaña y sacrifica a otros que confían y dependen de ella, mata, utiliza, roba... y todo ello para tratar de alcanzar su ideal de justicia y felicidad personal.
Algunos (ella la primera) creen que como su causa es buena, sus actos (sean los que sean) están justificados. El problema es que, según ese mismo precepto (el amoralismo anarquista de Stirner), Joe también tendría su razón, sus ideales, su propia versión de lo que está bien, de la verdad y de la felicidad, que justificarían los suyos propios (los dos se pasan la moral por el arco del triunfo -cuando les conviene- para alcanzar sus objetivos, subsistir y realizarse como personas). Además se trata de una contradicción: cuando alguien establece que la causa de ella es la justa, la buena (ella lo hace, claro), ya se está cargando ese supuesto relativismo moral que justificaría (para el que la defiende) su cuestionable proceder (y estableciendo, a su vez, una espuria e hipócrita escala de valores encubierta, tan dogmática como lo pueda ser cualquier otra).
Si no existe
LA VERDAD y cada uno tiene la suya propia, esto es un caos... un todos contra todos; si Furiosa piensa que, para defender su causa, está justificado matar, robar, traicionar, mandar a tipos engañados al matadero y otras barbaridades por el estilo, entonces es cuando empieza a destruírse a sí misma y a su entorno. Porque lo cierto es que matar, robar, traicionar o mentir está mal... independientemente de la persona que lo haga y de los fines que persiga. Si no se asume esto (valores verdaderos, universales y eternos) la baraja se rompe; y aflora la jungla (el mundo de Mad Max).
En definitiva, cuando una de ellas pregunta airada y con ínfulas de superioridad:
"¿Quién se ha cargado el mundo?" La respuesta sólo puede ser: "TODOS señora, TODOS... usted también".
Merlin (en Excalibur) responde a Arturo cuál debe ser la principal cualidad de un caballero: "Todas se funden en una: ¡LA VERDAD!", dice... "
Cuando un hombre miente mata una parte del mundo... ¡Deberíais saberlo!"