Matt Patches (Film.com): "El hombre de acero es un blockbuster de proporciones titánicas que va moviéndose entre el existencialismo humano y la acción machacona, siendo merecedor de la pantalla más grande que se pueda imaginar. Si la palabra "épica" ha perdido su significado durante los últimos veranos, El hombre de acero la redefine con fuerza. (...) Igual que la trilogía de Batman de Nolan funcionaba como la historia realista de un superhéroe humano, El hombre de acero hace lo mismo con uno no humano".
Todd McCarthy (The Hollywood Reporter): "A la tan repetida pregunta de si el mundo realmente necesita aún otra historia de origen de un superhéroe, El hombre de acero contesta sirviendo lo que podría ser tanto espectáculo y acción —minuto a minuto, fotograma a fotograma— como cualquier película podría desear. (...) Para una película que ha empleado una hora básicamente poniendo la mesa, el guionista Goyer y Snyder han encontrado la forma de colar al menos media docena de secuencias de acción de alto nivel".
Matthew Leyland (Total Film): "Un intento vigorizante de volver a poner la leyenda en juego que se separa con éxito de las otras Super-películas aunque pierde parte de su candor y encanto. Pero dados el oficio y la clase demostrados, esto puede ser el inicio de algo especial".
Dan Jolin (Empire): "El robusto y seguro de sí mismo Zack Snyder ha sido una buena decisión para ponerse al frente de la acción; es justo lo que esperarías de una película de Superman del tío que hizo Watchmen. Un hombre, apropiadamente, cuya palabra favorita es "impresionante"... seguida de cerca por "super-impresionante". (...) Pide más profundidad, energía y humor, pero es ciencia-ficción espectacular. Enorme, operística, melodramática, impresionante. Se siente como la historia de origen de Superman más adecuada para nuestros días y da una muestra de lo que podría ser una nueva y bienvenida superfranquicia".
Scott Foundas (Variety): "Si El hombre de acero no se parece mucho a las anteriores películas de Superman, sí lo hace a otros relatos de ciencia-ficción y fantasía recientes, como Thor, Los Vengadores o Transformers con sus sinfonías de desorientación y destrucción CGI. En algunos puntos, las escenas de acción incluso recuerdan a las alucinógenas secuencias oníricas del loco y ambicioso musical de hospital mental Sucker Punch, del propio Snyder, sólo que aquí se supone que todo el mundo está despierto".
Lou Lumenick (New York Post): "Con un acento norteamericano impecable, el británico Henry Cavill puede ser tan encantador como el gran Christopher Reeve (...). Ni al Superman de Cavill ni a su álter ego Clark Kent se les requiere mucho encanto en la que, desde luego, no es la película de El hombre de acero para tus padres. (...) Los últimos 45 minutos de El hombre de acero parecen un intento deliberado, y bastante exitoso, de superar la destrucción de Manhattan del clímax de Los Vengadores".
Dave Calhoun (Time Out London): "Principalmente, este Superman es más acción que angustia. Pero esos problemas paterno-filiales siguen ahí. Crowe, un actor que nunca enseña la cosquillas, interpreta a Jor-El como si fuera el padre de Hamlet. Kevin Costner es el padre terrícola de Superman en escenas pastorales llenas de campos de maíz, ropa tendida e instantáneas de tiempos más fáciles que parecen ideadas justo después de un pase de El árbol de la vida de Terrence Malick".
Charlie Schmidlin (The Playlist): "Por mucho que Lois pueda evolucionar en futuras secuelas y crossovers de DC, en El hombre de acero su papel es frustrantemente inexistente. (...) "Goyer y Nolan han creado en El hombre de acero una visión tensa y exploratoria, y el aprovechamiento del material por parte de Snyder demuestra su mejor trabajo desde El amanecer de los muertos. Juntos, han humanizado un icono de modo no muy distinto al Lincoln de Steven Spielberg, aunque infravaloran la importancia de los personajes secundarios de la misma manera".
Andrew Pulver (The Guardian): "Toda la película termina pareciendo sobrecargada: aunque El hombre de acero salta de una set piece épica a otra, te deja con la irritante sensación de que no puedes entender qué es lo que la pareja central ve en cada uno".
Eric Kohn (Indiewire): "En vez de hacer un blokcbuster de Superman, Snyder ha convertido la narrativa de Superman en otro blockbuster moderno cualquiera. (...) Aunque sea la película de Superman más deslumbrante en llegar a la gran pantalla, con sus 143 minutos El hombre de acero también es la más larga y sólo lo justifica para dejar espacio a los efectos especiales".
