Respuesta: MATALOS SUAVEMENTE. Dominik y Pitt se apuntan a una de mafiosos
Pues lo que ya habéis dicho. Una trama criminal como base para rodar algo del género con cierto estilo y para lanzar un mensaje sobre la actualidad del país, ambas cosas sin la medida justa ni el talento necesario para conseguir algo bueno. Una cosa bastante sosa con diálogos supuestamente resonantes, ingeniosos o graciosos, según el momento, que solo cumplen muy puntualmente (dos coñas de Gandolfini, sobre todo).
Todo está al servicio de la puesta en escena de Dominik, con algún gancho para lo visual sobre todo gracias al trabajo de Greig Fraser. Hay planos curiosos aquí y allá, pero en realidad solo la secuencia del atraco es para llevarse a casa, junto con un buen manejo de los tiempos en otras como la explosión del coche, o el diálogo de Pitt y el chico en el bar también gracias a la interpretación de este último. El problema es que cuando la dirección no resulta "inerte" de forma deliberada (los diálogos en riguroso plano contraplano) va acompañada de decisiones muy desafortunadas como el momento Heroin
o el asesinato con accidente, horroroso pero bien cerrado con un plano...que enlaza a un travelling con zoom en un pasillo porque él lo vale.
Pero es que ni siquiera la fotografía de Fraser me parece para aplaudir como lo ha hecho Harmonica. Me gusta mucho, especialmente porque trabaja con cielos nublados consiguiendo un ambiente húmedo, frío y sudoroso, bello y sucio; y porque la conjunción de Fraser con la gran Patricia Norris y los de arte es excepcional. El trabajo con los fondos, con la iluminación en segundo plano, sea en entornos más recargados (Pitt y Gandolfini en el restaurante con las lámparas, los dos matones y Liotta con las farolas) o más sencillos (Pitt y Gandolfini en el hotel, Pitt y Jenkins en el coche) me parece fantástico, más que la iluminación de los actores (aunque evidentemente con una cosa se busque la otra). Hay un momento sencillo que me ha llamado la atención mucho, con el chico mencionado antes sentado de espaldas a una pared con dos franjas verticales de madera oscura a los lados, y Fraser iluminando desde arriba lo justo para destacarlo.
Sin embargo, no he podido ver lo que ha visto Harmonica, que es la razón por la que he ido a verla
. Incluso tiene un momento que no me gusta nada, el de la paliza, donde de nuevo el edificio del fondo funciona pero se usa principalmente un foco de espaldas a la cámara en ambos puntos de vista y se cambia la velocidad de obturación, lo que unido al desmedido trabajo de sonido me ha producido más rechazo que la paliza en sí. Igual era la intención, pero me parece todo muy basto.
P.S. Bastante mejor Jesse James, y eso que no soy uno de sus defensores.