El problema es la parodia burda. A mi particularmente no me ha hecho nada de gracia, pero el humor es subjetivo y ahí no entro. Si lo hago en el modo de utilizar una sátira que está delineada con la delicadeza de una morcilla de Burgos. Cuando ya la realidad es tan esperpéntica, pretender una hipérbole hace que resulte estomagante, máxime cuando los personajes están compuestos de forma bochornosa. Lo de Mario Casas es tan simple que asusta, parece un show de Carlos Latre. El guión va dando bandazos sin llegar a nada, sin desarrollar más que el propio descontrol que ni siquiera es generalizado, quedándose todo en la pura imitación boba: chistes de una línea y réplicas. Todo son primeras capas de idea, atisbos... como el amiguete haciendo de hijoputa para darle un matiz político y hacer crítica, que se queda en otro brochazo ejecutado "porquesí", a ver si en conjunto y de lejos el cuadro adquiere perspectiva. Lo más grave es el resultado final. Pretender la denuncia de la España más cañí y garrula a través de los espacios televisivos que mejor la representan, y que al final tu película acabe convertida en lo que denuncias. Para hacer mella en semejante estructura hay que usar un arma un poco más eficaz o la caspa te devora, y es exactamente lo que ha pasado. Hay un cambio de plano que lo resume muy bien, el agente de Casas (another cliché: el argentino que insulta, chilla y jura de forma alambicada) exclama, "la concha de tu madre"... y pasamos a plano de una entrepierna femenina bien explícito. En serio? De verdad es este Álex de la Iglesia? No encuentro ninguna diferencia con un Año Mariano, en plan vamos a hacer humor con cintas de gasolinera! Hinchar el kitsch sólo produce flatulencia visual, y te deja abotargado y sin capacidad de maniobra.