Respuesta: Misión Imposible: Protocolo Fantasma (M:I - Ghost Protocol)
Y TOMMY VUELVE A SALVAR EL MUNDO, GRACIAS TOMMY
Título: Mission: Impossible – Ghost Protocol
Director: Brad Bird
Reparto: Tom Cruise, Jeremy Renner, Simon Pegg, Paula Patton, Michael Nyqvist, Josh Holloway
Guión: André Nemec, Josh Appelbahum
Música: Michael Giacchino
Año: 2011
Nacionalidad: EEUU
Género: Acción.
Desde lo más profundo de Hollywood nos llega este anuncio publicitario de 150 millones de dólares de presupuesto (hay que pagar la factura). Entre las distintas secciones dedicadas a Canon, Apple o BMW y Tom Cruise, se ha tenido a bien escribir un guión para enlazar los distintos espacios publicitarios y contratar a varias estrellas para presentar los novedosos productos de esta firma, así como volver a establecer que Super Tommy es el amo.
Lo malo, y es que pese a lo que pueda parecer el anuncio dirigido por Brad Bird no está subvencionado en los cines, por lo que hay que pagar para ver lo seguros y tecnológicamente avanzados que son los BMW o las prestaciones del iPad 8.
¿Más de ahí? Pues no hay mucho más, una historia convencional donde un sueco quiere que el fin del mundo llegue como forma de construir algo nuevo y más fuerte. Para ello sus planes son volar el Kremlin y que parezca que lo han hecho los americanos para posteriormente hacerse con los códigos de lanzamiento de misiles rusos y saltándose toda la cadena de mando, lanzar un ataque nuclear sobre Estados Unidos buscando una guerra atómica.
Pero no sabe nuestro amigo sueco contra quien se enfrenta. Ni más ni menos que contra Tommy. Y Tommy es el amo, el ángel salvador, el tipo que corre como Dios, escala los edificios más altos del mundo mejor que el hombre araña, que sobrevive a explosiones con ligeras conmociones que no le incapacitan momentaneamente para seguir siendo nuestro héroe.
Es un vehículo para el lucimiento, una vez más, de Tom Cruise, un anuncio para él como estrella devaluada. Después de tantas polémicas con Paramount, de ese despido que hizo correr rios de tinta y de ese reinicio de la saga de Misión Imposible sin él, al final volvió, y ha vuelto más fuerte que nunca. Los años no pasan en balde, Tom es Dios, debemos creer en él, en su estrella... Él nos salva, nos marca el camino.
Y como siempre, en esta saga donde él ahora mismo es el amo y señor junto con JJ. Abrams, tenemos un cocktail de difícil digestión. Y es que vamos a ver, si en cada película quieres el estilo de un director, el contratar a alguien como Brad Bird y tenerle encadenado, es desperdiciar talento, mucho talento.
Sí, ya sabemos que Brad Bird es primerizo en películas de acción real, que el pobre solo busca una oportunidad para que Warner de una vez le de dinero para hacer junto con Pixar su gran proyecto 1906. Pero es que en cine de animación ha dirigido lo que para mí son tres obras maestras, tres delicias cada una en su género dentro de la animación como son El Gigante de Hierro, Los Increibles y Ratatouille, estas dos últimas de las manos de Pixar, estudio que le debe gran parte de su prestigio.
En su paso a la acción real, no lo hace nada mal, pero se observa que ha estado bastante cohartado a las exigencias de los estudios y los productores, que tienen sus propias escenas, por ejemplo ese final ñoño propio de Abrams o los planos para sacar guapo al amigo Cruise, así como las concesiones a la audiencia, factor que creo que es el último al que tienes que hacer concesiones como secundarios graciosos cargantes. No, eso sobra y no es propio de Bird que aquí aunque con su genio no hace más labor que la de mero director de encargo.
Pero claro, hay que hacerla espectacular. ¿Cómo lo hacemos? Tenemos que ir a Dubai, que el gobierno de allí nos suelta dinero para promocionar sus vigas y hormigones. ¡Tienen el edificio más alto del mundo y luce bien en una película! Nos vamos a Bombay y también nos vamos a Europa del Este, que rodar allí sale baratito. ¿Sentido en el guión? Más absurdo del que le quieren dar, pero vale, si soportamos los gastos de la película en base a meter publicidad y vender las localizaciones como una etapa ciclista, todo vale para después darle al público un entretenimiento de muy dudosa calidad.
En la partitura volvemos a tener al virtuoso Michael Giacchino, que hace un trabajo notable adaptando el mítico tema de la serie y la franquicia y repitiendo por segunda vez su labor en la saga tras haber sido también el compositor en la película de Abrams. Normal, es el compositor de referencia de ambos directores. De igual forma tenemos unos excelentes títulos de crédito quehacen un recorrido por lo que será la película.
Lástima que el buen trabajo de toda esta gente no sea suficiente para que la película no naufrague como las tres anteriores. Se hace demasiado larga, algunas visitas a esos parajes exóticos donde se desarrolla si bien se hace como en forma de capítulos, resultan cansinas con la búsqueda constante del más difícil todavía, que como no solo puede resolver Tom. Desaprovechan a un actor como Jeremy Renner que tiene todo el carisma que el director quiera y más, y aun así se come con patatas a Tom Cruise, más preocupado en su labor de superestrella. Intentan dar a Cruise una profundidad por otra parte que además de forzada queda ridícula. Ethan Hunt tal y como nos es mostrado en esta película parece el maestro de James Bond. Pero queda muy lejos, lejísimos de otras grandes películas de Superespías. Por ejemplo, Casino Royale resultaba modélica como blockbuster de aventuras y acción de la mano de un James Bond recuperado tras la convalecencia que supusieron las últimas películas con el papel bajo Pierce Brosnan. No hablemos ya de la saga Bourne. Ethan Hunt frente a estos Bond y Bourne se quedan pequeños.