César Alierta, el presidente de Telefónica, ha anunciado esta mañana que pretende abandonar su cargo tras casi 16 años al frente de la mayor de las multinacionales españolas. Sin embargo, el directivo reconoce que “es imposible darse de baja de esta puta mierda porque te pasan de un operador a otro”.
El presidente, de 71 años, había dispuesto ya una estrategia para su relevo, que iba a liderar José María Álvarez-Pallete. Pese a ello, Yessi Yolaides del departamento de bajas de Telefónica le ha comunicado que “tiene usted un contrato de permanencia vigente hasta diciembre de 2023”.
Fuentes de la compañía confirman que el empresario lleva todo el día colgado al teléfono, intentando que alguien gestione su baja. “Me ponen en espera los desgraciados”, lamenta.
“No estoy descontento, señorita, ni quiero que me mejoren ninguna oferta”, insiste sin éxito el presidente de Telefónica. “Ahora me dejan con un robot. Y me jode el doble porque me acuerdo del dinero que costó el puto robot”, se queja.
A última hora de la tarde, el entorno de César Alierta daba por hecho que su intento de abandonar la compañía había fracasado.