Respuesta: Noticias que nos dejan con mal cuerpo (o mala leche...)
Cuesta creerlo, pero
una joven de 15 años víctima de violencia sexual ¡ha sido condenada a recibir 100 latigazos en público! Pongamos fin a esta locura dándole al gobierno de
Islas Maldivas donde más le duele: su industria turística.
El padrastro de esta joven está acusado de
violarla durante años y de asesinar al bebé fruto de sus abusos. Pero el tribunal ha dictado que es ella quien debe ser azotada por haber mantenido “relaciones sexuales antes del matrimonio” con otro hombre ¡cuya identidad ni siquiera ha sido revelada! El Sr. Waheed, Presidente de las Islas Maldivas, ya está bajo una enorme presión internacional, y podemos forzarle a salvar a esta niña y a modificar la ley para evitar que otras víctimas sufran este cruel castigo. Así es como podemos terminar la Guerra contra las Mujeres: alzando nuestra voz cada vez que sucedan atrocidades como esta.
El turismo es la principal fuente de ingresos de la élite empresarial y política de las Maldivas. Juntemos un millón de voces en esta petición dirigida al Presidente Waheed esta semana, y amenacemos después la reputación de las islas con anuncios impactantes en Internet y en revistas especializadas en turismo hasta que intervenga para salvarla y abolir esa ley atroz. Firma y reenvía este correo ahora para que logremos el apoyo de un millón de voces:
http://www.avaaz.org/es/maldives_global_nm/?btinBeb&v=24091
Las Maldivas son un paraíso para los turistas. Pero no siempre es el caso para las mujeres que viven allí. Hay otros países donde la interpretación de la ley islámica (Sharia) es incluso más severa, pero en las Maldivas las mujeres y las niñas pueden ser castigadas con latigazos en público si se les declara culpables de sexo extramarital o adulterio. La ‘fornicación’ premarital es ilegal, pero aunque siempre implica a un hombre y una mujer, ¡
el 90% de los castigos los sufren las mujeres! Una de cada tres mujeres de entre 15 y 49 años de edad ha sufrido abuso físico o sexual, mientras que en los últimos tres años no ha sido encarcelado ni un solo violador.
Ganar esta batalla puede ayudar a mujeres de todo el mundo, ya que el Gobierno de las Maldivas es candidato para ocupar un alto cargo en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, nada menos que en una plataforma especializada en los derechos de las mujeres. Las Maldivas ya tienen su propio plan de transición democrática y quieren convertirse un ‘modelo de democracia islámica’. El Presidente le ha pedido al Fiscal General que apele la sentencia contra esta joven de 15 años. Pero eso no es suficiente. Los extremistas de su país le obligarán a abandonar las reformas si se disipa la atención internacional. Digámosle a las Maldivas que están en riesgo de perder su reputación como destino turístico romántico si no actúan rápidamente en defensa de los derechos humanos universales, incluidos los de las mujeres.
Si somos muchos los que alzamos la voz ahora, podemos conseguir que el Presidente Waheed y los miembros del parlamento se enfrenten a los extremistas. El Presidente ya se ha visto empujado a actuar a causa de esta historia vergonzosa y trágica. Aprovechemos este momento para prevenir más injusticias atroces contra mujeres y niñas. Firma la petición, y después circula ampliamente este correo:
http://www.avaaz.org/es/maldives_global_nm/?btinBeb&v=24091
Cuando casos extremos como este captan la atención pública global, es importante que levantemos la voz, tanto si ocurre en EE.UU., India o las Maldivas. Los miembros de Avaaz hemos librado ya muchas batallas en la guerra global contra las mujeres. En Afganistán, ayudamos a proteger a una joven que habló con valentía sobre su espantosa violación; en Honduras luchamos junto a sus mujeres contra una ley que proponía el encarcelamiento de quienes tomasen la píldora anticonceptiva de emergencia. Ahora es el momento de apoyar a las mujeres de las Maldivas.