Paul Thomas Anderson

Respuesta: Paul Thomas Anderson

Amor NOQUEADO. De ahí el póster.
 
Mayestático. Tanto el videoclip como la canción.


Lo interesante es que ambos roles se pueden (o deberían poderse) cambiar sin problemas. Ser el cuchillo está bien, pero hay veces que lo único que quieres es convertirte en mantequilla y dejar que la otra persona haga contigo lo que quiera. ;)
 
Dicen que Pablito empezó a trabajar en el vídeo antes del comienzo del rodaje de "The Master", con lo que parece que ha vuelto a tomarse su tiempo.

¡Ah! y la otra chica, que hace la segunda voz, Maude Maggart, es la hermana de Fiona.
 
Ha habido algunas noticias puntuales sobre que PTA estaba trabajando en una futura edición, pero lo cierto es que aún no se ha editado en Blu-ray en ningún país.
 
Si aparece avisad... Me la vi esta semana y sigue siendo una cosa muy bestia, necesito tenerla.
 
He oído la mitad y es muy, muy interesante si se es fan del director. Sobre todo porque en entrevistas Anderson suele parecer incómodo y tenso, pero aquí está bastante relajado.

Desde luego esa infancia es un caldo de cultivo para cocos poco grises: crece rodeado de cómicos (enorme la anécdota de Tim Conway y el papel higiénico) orbitando en contracultura pop (¡fue alumno de David Foster Wallace!).

Se le nota todavía un poco resentido hacia Sidney, aunque se ríe bastante de la actitud de artista insobornable que tenía hace años.
 
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Otras curiosidades:

Vuelve a decir que se le fue la olla con la duración Magnolia y que si la hiciese hoy quitaría escenas a capón. Sus cortos de jovencito le parecen una chorrada. Dice que tras Sidney estuvo muy escarmentado y que su última oportunidad fue confiar en Michael DeLuca.

Boogie nights va "de una familia y de la decadencia de los 80". Magnolia "va de su padre", no sólo la parte de Jason Robards (se emociona hablando de él) sino toda la peli. The Master es "una historia de amor, un romance en el que los dos personajes deberían haber follado directamente".

En Punch drunk love quiso hacer una peli de Fred Astaire y Ginger Rogers. Al Sandler personaje no lo usa para colocarlo en una de sus propias pelis, sino que intenta racionalizar cómo es ser ese personaje. Es un gran fan del Sandler comediante (y de Reese Whiterspoon).

Habla sobre su amistad con Ricky Jay y cuenta una historia muy divertida sobre por qué se le ve riéndose en la escena del enfrentamiento de Boogie nights. Sobre su pelea con Burt Reynolds, piensa que éste se sentía amenazado por la ola de jóvenes en la industria.

Sobre rodar un epic (como Pozos de ambición), dice que realmente sólo consiste en encontrar un paisaje impresionante y poner la cámara delante.

Tiene prohibidísimo hablar de sus conversaciones con Pynchon o sobre la opinión de éste sobre la peli. Ésta realmente empezó hace cuatro años, rodando tests con el Phoenix etapa rapero y viejo celuloide que tenía en el garaje, para que luego Elswitt lo replicase.

Su peli favorita es El tesoro de Sierra Madre y su actor es Sterling Hayden.
 
Jajajaja os juro que no estoy haciendo de Mo en el hilo de Spielberg, que lo acabo de leer.
 
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Se le nota todavía un poco resentido hacia Sidney, aunque se ríe bastante de la actitud de artista insobornable que tenía hace años.

Pero al final, el corte es suyo, no?

Dice que su corte inicial duraba como dos horas y media, y que poco a poco fue cediendo cosas... y al final accedió a un acuerdo en el que tenía control sobre el montaje si no excedía cierta duración y se estrenaba como HARD EIGHT (título que él no quería).
 
Pozos de ambición

He aquí una película que crece una barbaridad con el revisionado, una vez superado el desconcierto (relativo) incial. Y no solamente crece, sino que tengo la impresión de haber visto una posible obra maestra de nuestro tiempo, con un importante talento detrás y con unas pretensiones de gran cine clásico (en cuanto a la propia historia, a su trasfondo, a la manera de contarla) justificadas por completo.

Es cine épico, en todos los sentidos de la palabra, más aún en una época donde tal palabra se encuentra tan absolutamente prostituida y asociada a subidones de banda sonora, a historias y personajes de opereta. Daniel Plainview es una creación total, con lo mejor y lo peor del género humano, un personaje lleno de grandeza trágica, con múltiples aristas; heroico, patético, repugnante, conmovedor. Un ser caracterizado por su visión materialista y pragmática de todo, emocionalmente autista, cuya misantropía le hace comparable a un psicópata. Sus intentos por aproximarse a sus semejantes terminan en fracaso, no puede renegar de su verdadera naturaleza, de ser un puto cabrón. No sólo quiere triunfar, sino impedir que los demás triunfen y joderles. La paradoja del hombre hecho a sí mismo, originalmente entregado al progreso, a la prosperidad de los demás... en el fondo les aborrece, y no queda satisfecho hasta haber devorado todo lo que encuentra a su paso. ¿Moraleja? Los padres de la nación, aquellos que la levantaron de la nada con su sudor, en cuyas manos está el poder, están tan podridos como la mentira del sueño americano, en un paralelismo entre la historia de unos individuos y la historia nacional.

Quienes rodean a Plainview son también fascinantes. El hermano falso, contrapartida fracasada suya, sin nada que perder. El hijo, buscando una figura paterna que no existe (sí un socio, nunca un padre). El predicador, un pobre diablo aferrado a su influencia y carisma sobre los pobres, más ambivalente de lo que parece, tras su apariencia de villano de turno. El famoso final es puro “grand giñol”, y además se recrea especialmente en la crueldad, lo veo un acierto por cómo contrasta el humor negro con lo profundamente triste del final, lo triste de que él se haya hecho con la suya (el enfrentamiento era inevitable, la inercia de su triunfo, comparable al triunfo del capitalismo, que trasciende familias, motivaciones y cualquier dimensión humana o personal). Prodigioso primer cuarto de hora, sin diálogo, pura magia a partir de muy pocos elementos que nos introducen en la narración. La inconexión aparente del relato, saltando de una cosa a otra, es precisamente lo que más sugiere, creciendo el argumento en la cabeza del espectador. El efectismo de la banda sonora continúa sacándome de vez en cuanto, pero como pura composición musical es notable, entre clásica y experimental...

Queda por destacar una puesta en escena superlativa, donde cada encuadre está cuidado con un mimo obsesivo, una ambientación de la época realmente fiel (muy inmersiva) y la labor fotográfica, un conjunto de momentos memorables (lo del pozo ardiendo en la noche, por decir algo). Ahora sí que lo digo, un peliculón de principio a fin.
 
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