Respuesta: Ciclo Paul Thomas Anderson
Ayer se repitió un poco el esquema del día anterior: 4 asistentes (3, en un acto impresentable, nos dejaron colgados), un PTA, debate, cena, copa y puro. Cambiamos a una chica guapa y soltera por Vegania y éste sostuvo la ausencia bien.
Vamos a ello.
BOOGIE NIGHTS: Obra redonda, perfecta y maestra que desemboca en un título clave de los 90 y en un trabajo a estudiar por generaciones actuales y venideras. Estábamos allí todos apabullados por la concanetación (perfecta en elección de músicas, transiciones y encadenados de sonido) de set pieces que van ofreciendo el descenso y la caída de un actor porno mientras se nos presenta, con cariño y sin abandonar el sentido crítico, el circo de la industria pornográfica (impagable el tema musical de los créditos, que define un circo loco a la perfección).
En el debate tuvimos que tirar de varios momentos ya proyectados para explicar semejante locura. PTA prácticamente se marca un hallazgo en cada plano y todo ello sin abandonar a sus deliciosos personajes y su genial estructura. Fuertemente influida por Uno de los nuestros y Toro Salvaje, consigue adelantar a la primera e igualarse a la segunda debido a una redondez formal en todos los aspectos y unas temáticas que, con dos películas, definen fuertemente a un autor desde el punto de vista del perdón, las segundas oportunidades, el costumbrismo simulado (es decir, diálogos que parecen ser cotidianos y por debajo nos traen mucha chicha) y la condena.
Momentos como el cuadro de La piedad cuando vuelve Dirk a casa de Reynolds, ese combate de mortales en la piscina para que observemos que Reilly fue un Dirk Diggler ya mayorcito y ahora tiene que dejar pasar al cachorro (nuevo "hijo" de Juliane Moore), Little Bill sin reírse toda la película hasta antes de pegarse un tiro, la recreación de las dos décadas, su diseño de producción o una de las secuencias más fabulosas que he visto en mi vida (ésa de la tensión a través de petardos, con un momento de minuto y poco de Mark Whalberg en primer plano sostenido haciendo que infartemos) hacen,entre otras muchas cosas, que Boogie Nights pueda ser una de las películas preferidas de cualquiera.
Pero no olvidemos el desfile de actores y la dirección de los mismos. PTA no sólo hace un casting familiar sumado de otro que rescata viejas glorias o no tanto, sino que encima consigue que todos realicen la interpretación de su vida.
Por otro lado, es muy curioso ver las secuencias eliminadas. Hay varias obras geniales en ellas (la reacción de todos al recoger Dirk el premio, la explicación de por qué Whalberg tiene el coche golpeado al final de la película en una brutal secuencia de malos tratos o el momentazo donde Alfred Molina tiene miedo de salir a actuar porque tiene el pito pequeño) aunque es cierto que están bien quitadas, por cuestión de ritmo.
Perfecta. Un clásico irrefutable.