Virus (Id, John Bruno, 1999)
Diría que es una de las peores y más vergonzosas películas de la historia del 7º arte. Basada en el comic de Chuck Pfarrer, la cosa va de un virus informático que se cuela por un satélite hasta dar con un barco ruso y a partir de ahí el okupa letal se carga toda la tripulación (menos a una superviviente, sino de qué van a saber los nuevos la historia de todo lo que ha pasado) y con ayuda de MECANOS convierten a los cuerpos en Terminators con menos gracia que Falete leyendo un listín telefónico. Entre chuflas varias aparece el barco tripulado por Chanquete, digo, por Donald Sutherland más perdido que un pulpo en un garaje y con ellos va el Baldwin más aburrido de todos y Jamie Lee Curtis muy sufrida. Se encuentran el barco ruso a la deriva y se dan cuenta que por una ley costera si encuentran un barco perdido pueden reclamar una pasta gansa a su país de origen.
A partir de aquí todo es una ñorda del tamaño de Texas. No hay por donde cogerla. No hay nada, absolutamente nada que pueda destacar de este engendro mecánico que no transmite miedo (asustarse con algo como esto es tener la guardia muy baja), el suspense es digno de un serial venezolano a la hora de la siesta y los efectos especiales son de pura mediocridad y hablamos del 99. Mecanismos autómatas dignos de museo feriante, explosiones hechas con 4 duros (supongo que la factura la inflarían para pagarse una buena juerga), montaje atropelladísimo y una realización insustancial, deforme, sin salero ni gracia. Actores con una química nula, exceso de mohínes y espavientos para demostrar que están sufriendo y un desastroso intento de imitar productos perfectos en lo suyo como Alien, Abyss o Terminator.
Para el mal recuerdo: Donald Sutherland con un sinfín de maquillaje a base de retales plásticos convirtiéndolo en un hazmereir de los que se mueven cuando les echas un euro.