Culloden (Peter Watkins. 1964)
recreación como reportaje periodístico de la batalla de Culloden (punto final de la integración de Escocia en UK) como si estuviese filmada en realidad, excelentemente filmada de paso, ultrarrealismo alejado de la épica cinematográfica al uso y seguramente mas cercano a la miseria real de la guerra, además, algo mas novedoso, con una carga política brutal, que enriquece lo que a priori sería interesante ensayo-experimento, en su filmografía Watkins, siempre en busca de nuevos horizontes, seguirá ahondando en esta formula, algo así como predecesor del falso documental, y muy transgresor en su fondo; además el texto, especialmente en sus últimos minutos es desolador, dejando un film de gran calidad.
Je t'aime, je t'aime (Alain Resnais. 1968)
Resnais es un tipo tan especial que en el fondo siempre ha hecho cine de género fantástico sin que nadie se entere, aquí y siempre habla de la memoria y construye un film bellísimo, trágico y existencialista con un suicida recordando a su desaparecida mujer, aparte la música de Penderecki le da un tono elegiaco que en el fondo remarca lo que es un viaje en el tiempo, la muerte en el presente y es la paradoja brutal que construye, un hombre atrapado por voluntad propia en el pasado.. negando la vida-realidad, pero a su vez muriendo en el presente para huir de la muerte en que se ha convertido su vida, el amor como una dimensión totalmente aparte de todo,
y la tragedia y el sufrimiento como pura repetición ineludible, el auto-engaño perpetuo, si volviésemos a nacer cometeríamos otra vez todos los mismos putos errores, una película complejísima, con un protagonista fabuloso, el minoritario Claude Rich y sólo posible en el mejor cine francés de los 60.