HASTA QUE LLEGÓ SU HORA..............................8,5
Los primeros cuarenta minutos de este western son lo mas grande que he podido ver nunca. La presentación de los cuatro personajes centrales es digna de matricula de honor. Harmonica, Frank, Jill y Cheyenne. Morricone compuso una música para cada uno de ellos, que suena cuando aparecen en pantalla.
Empezamos con Harmonica, tres tipos en una estación de tren lo esperan para dar buena cuenta de el. Esta vez no hay música de Morricone, como banda sonora en la lenta espera de estos tres hombres tenemos el sonido de una veleta, una mosca, una gota de agua que cae sobre un sombrero. Genial.
Llega el tren y no baja nadie, los tres tipos se dan media vuelta para irse, cuando suena una harmonica a sus espaldas acompañada del tema de Morricone y es precisamente el tipo al que esperaban que ha bajado por el otro lado del tren. Un par de frases lapidarias (parece que falta un caballo, dice uno de los tres tipos- yo creo que sobran dos, responde harmonica) y empieza el tiroteo. Joder Sergio, como has hecho un inicio tan grande?
En la casa de los McBain todo esta listo para dar un banquete, todo esta en calma, se oyen las chicharras al fondo, de repente algo va mal, un disparo rompe la tranquilidad, y otros mas le siguen para matar a la familia entera. Solo Timmy que estaba dentro de la casa sigue vivo. Cuando sale se encuentra a los asesinos de su familia. Al jefe lo vemos de espaldas, y poco a poco la cámara, acompañada del tema musical de Frank a todo trapo se gira alrededor de el para que veamos los ojos azules del cabronazo de Henry Fonda. Otras frases magistrales (que hacemos con el, Frank?- bueno, ahora ya me ha visto la cara), y otra vez el ruido del revolver. En la estación de tren, a Jill no viene a recogerla nadie, por lo que decide ella ir al rancho de los McBain, mientras se encamina a la ciudad, suena unos de los temas mas hermosos jamás compuestos en la historia del cine, la cámara la sigue por el anden, y se eleva al compás de una música in crescendo por los tejados de la estación para mostrarnos la ciudad de Flagstone en todo su esplendor. En ese momento casi me tiro al suelo y
Coge un carruaje y se dirige a Sweetwater, paseito por el Monument Valley incluido (toma ya).
El carruaje se detiene a repostar en una cantina y ahí conocemos a Cheyenne, con su música propia compuesta por Morricone.
Si la película hubiese mantenido este nivel todo el metraje, seria sin duda mi película favorita de todos los tiempos, y aunque tiene escenas de altísimo nivel, Jill llegando a Sweetwater, la primera escena de Frank y Morton (el dueño del tren), llega un punto en el que me sobran bastantes cosas, la historia empieza a dar bandazos y no avanza. Me sobra la escena de Harmonica y Cheyenne en el tren, no me convence como Frank obliga a Jill a marcharse, tampoco la subasta de Sweetwater con Harmonica comprando las posesiones a cambio de vender al fugitivo Cheyenne. Le sobra media hora larga.
Y llegamos al final, y volvemos a la genialidad del inicio. Leone reinventa otra vez el duelo final, con el flashback que descubre el secreto de Harmonica, me encanta como corta en seco ese flashback con el desenfundar de los revolveres. Bravo Sergio.
En resumen, me vuelve loco su inicio (la presentación de los personajes) y su final, pero me flojea el desarrollo del guión, aunque la dirección de Leone es soberbia toda la película.