EL PISTOLERO, de Henry King:
Sobresaliente Western, en tono casi minimalista. De tintes reposados y sombríos cuenta la historia del tipo más rápido, despiadado y por ende el más famoso del Oeste. Y como esa fama, a pesar de haber cambiado, le perseguirá como una maldición ya que cualquier mequetefre bravucón querrá hacerse famoso a su costa.Impagable Gregory Peck con aires cansados. Casi rodadada entera en el interior de un bar, mientras todo transcurre fuera a tiempo real. Muy, muy buena.
FUERZA BRUTA de Jules Dassin:
Muy desconocida obra maestra, del recientemente fallecido y nunca suficientemente reivindicado Jules Dassin. Drama carcelario brutal. Con un Burt Lancaster en estado de gracia. Contada con asombrosa maestría y con unos diaálogos ejemplares (guión a cargo de Richard Brooks, casi nada). Una historia que atrapa desde el primer fotograma, a pesar de hablar de lo de casi siempre tratándose de una carcel. Jefe de guardias salvaje, injusticias varias, mafias internas y ganas de escapar. Me gustan mucho las secuencias donde se cuentan las breves descripciones en libertad de los acompañantes de celda de Lancaster, en plan ensoñación. Todo respira realismo y veracidad. Acojonante el final, violento y demoledor.