Mensch Maschine
Santur
El dragón del lago de fuego (Matthew Robbins, 1981)
Interesante entrega de fantasía medieval, justo de la época en la que el subgénero empezaba a ponerse de moda a rebufo de los elementos en común que guardaba con la saga 'Star wars', que cuenta con un imponente acabado audiovisual gracias a un diseño de producción que ha influido notablemente en películas, series y videojuegos modernos, una magnífica fotografía de Derek Vanlint (aunque sensiblemente inferior al magistral trabajo que ofreció en 'Alien') y unos excelentes fx de la ILM en su mejor época.
Sin embargo, a pesar de que la peli no escatima en erotismo light y violencia, sobre todo para tratarse de un producto apadrinado por la Disney, adolece de la falta de personalidad y la audacia de otros productos similares de su época como Conan o Excalibur. Quizá por ello se trate de un producto relegado a cierto olvido, seguramente en parte por expreso deseo de Disney, y únicamente rescatado del mismo por un férreo culto friki, pero sin el tirón e impacto popular de las cintas ya mencionadas. Aunque también es cierto que al menos este film ha tenido una reciente y digna edición UHD en USA, mientras que por ejemplo la cinta de John Boorman sigue esperando una restauración en condiciones que nunca acaba de llegar.
Un saludete.
Interesante entrega de fantasía medieval, justo de la época en la que el subgénero empezaba a ponerse de moda a rebufo de los elementos en común que guardaba con la saga 'Star wars', que cuenta con un imponente acabado audiovisual gracias a un diseño de producción que ha influido notablemente en películas, series y videojuegos modernos, una magnífica fotografía de Derek Vanlint (aunque sensiblemente inferior al magistral trabajo que ofreció en 'Alien') y unos excelentes fx de la ILM en su mejor época.
Sin embargo, a pesar de que la peli no escatima en erotismo light y violencia, sobre todo para tratarse de un producto apadrinado por la Disney, adolece de la falta de personalidad y la audacia de otros productos similares de su época como Conan o Excalibur. Quizá por ello se trate de un producto relegado a cierto olvido, seguramente en parte por expreso deseo de Disney, y únicamente rescatado del mismo por un férreo culto friki, pero sin el tirón e impacto popular de las cintas ya mencionadas. Aunque también es cierto que al menos este film ha tenido una reciente y digna edición UHD en USA, mientras que por ejemplo la cinta de John Boorman sigue esperando una restauración en condiciones que nunca acaba de llegar.
Un saludete.