Harkness_666
Son cuatro
Respuesta: Películas que vais viendo en casita
Fat City, ciudad dorada, de John Huston
Drama pugilístico sobre las dificultades que atraviesa un boxeador venido a menos (Stacy Keach) intentando retomar de nuevo su carrera, al tiempo que conoce a un joven y prometedor novato (Jeff Bridges).
Una película que no es tanto sobre el propio deporte del boxeo, sino que es un demoledor retrato de un puñado de personajes fracasados, cuyas vidas han tocado fondo. Todo en ella queda reducido a sus elementos más esenciales, tanto la propia historia sin demasiado hilo conductor, como la austeridad absoluta de la puesta en escena. El resultado es la radiografía del fracaso en toda su significación, de una manera tan real que duele, sin lágrimas ni sentimentalismo postizo (ya todo es lo bastante duro como para que encima lo haya). Gente insignificante y sin salida, sombras de sí mismos que deambulan sin rumbo, intentando ir tirando día tras día y agarrándose al alcohol, a falta de nada mejor. La sensación que transmite es la de un absoluto pesimismo y no se salva nadie, incluso el personaje de Bridges (un imberbe que todavía no ha recibido los palos de la vida) parece abocado al mismo futuro que todos los demás. Es sencillamente, la dura realidad en todo su triste esplendor, que sin embargo representa algo que inevitablemente forma parte de todos nosotros y de una manera directa y cercana, sin grandes pretensiones. El final resulta muy significativo y supone un cierre verdaderamente maestro (quitando ese zoomaco, que lo ve uno hoy y no puede evitar pensar que queda algo cutre). Muy buena.
Fat City, ciudad dorada, de John Huston
Drama pugilístico sobre las dificultades que atraviesa un boxeador venido a menos (Stacy Keach) intentando retomar de nuevo su carrera, al tiempo que conoce a un joven y prometedor novato (Jeff Bridges).
Una película que no es tanto sobre el propio deporte del boxeo, sino que es un demoledor retrato de un puñado de personajes fracasados, cuyas vidas han tocado fondo. Todo en ella queda reducido a sus elementos más esenciales, tanto la propia historia sin demasiado hilo conductor, como la austeridad absoluta de la puesta en escena. El resultado es la radiografía del fracaso en toda su significación, de una manera tan real que duele, sin lágrimas ni sentimentalismo postizo (ya todo es lo bastante duro como para que encima lo haya). Gente insignificante y sin salida, sombras de sí mismos que deambulan sin rumbo, intentando ir tirando día tras día y agarrándose al alcohol, a falta de nada mejor. La sensación que transmite es la de un absoluto pesimismo y no se salva nadie, incluso el personaje de Bridges (un imberbe que todavía no ha recibido los palos de la vida) parece abocado al mismo futuro que todos los demás. Es sencillamente, la dura realidad en todo su triste esplendor, que sin embargo representa algo que inevitablemente forma parte de todos nosotros y de una manera directa y cercana, sin grandes pretensiones. El final resulta muy significativo y supone un cierre verdaderamente maestro (quitando ese zoomaco, que lo ve uno hoy y no puede evitar pensar que queda algo cutre). Muy buena.