Los equipos con conectores RJ45 se conectarán a la red local a través del switch que tengas, y podrán ser utilizados por cualquier equipo de la misma, pero la velocidad de acceso la limitará la red.
Los equipos con conectores e-SATA se conectarán directamente a un equipo y no serán accesibles por esa interfaz a ningún otro equipo. A cambio, te permiten una mayor velocidad de acceso.
Una vez aclarado ese punto, lo siguiente que necesitas decidir es qué vas a poner dentro del equipo de backup. Puede ser un único disco, pero es un tanto absurdo pues para eso compras un disco externo sin más y te dejas de líos. O puedes comprar dos discos idénticos configurados en RAID 1, para que la copia se haga en los dos discos a la vez. Importante en este caso es saber si dependes de ese equipo para leer los backups en el futuro o los graba de forma estándar y puedes pinchar el disco en otro equipo y leer su contenido sin problemas.
También es importante saber qué es lo que vas a copiar, si son solo directorios o bien bases de datos como SQL Server que requieran de una copia de los datos y de los logs para obtener copias con capacidad de recuperación a un punto consistente.
Si tienes 190GB de datos y son solo directorios, yo no me volvería loco con un NAS.
Algo así es más que suficiente, y puedes jugar con varios discos internos de quita y pon, que son más baratos. Los puedes guardar en un tupperware y te los llevas a un punto externo de la empresa para tener a buen recaudo la información.