La pregunta que hice sobre a qué van a jugar los que se la compran de salida era curiosidad en vista de que apenas hay juegos exclusivos de next-gen de lanzamiento que justifiquen "las prisas" por hacerse con una.
Es decir, al final, salvo quizá el Demons Souls que es un espectacular remake de un juego ya lejano de PS3, casi todo lo demás también está disponible en PS4 aunque las versiones PS5 estén un escalón por encima a nivel técnico.
Yo por supuesto respeto y entiendo lo de comprar una consola nueva, pero mi impresión es que ahora hay menos argumentos para comprar una de los que habrá dentro de unos meses o un año, sobre todo teniendo en cuenta el coste de la consola. Aún así, cuanto más se juegue más partido se le sacará a la diferencia entre una PS5 y una PS4, claro.