Quentin Tarantino. The post.

Respuesta: Quentin Tarantino. The post.

Por Tarantino o Spielberg, últimamente y a estas alturas, no tengo que pelearme en absoluto. No hay que defenderles. Tienen impronta en la historia.

Es echarle un ojo a sus filmografías y soltar un PARA QUÉ.
 
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Es acojonante el caso que se les hace a algunos personajes populares por, seguramente, un rebuzno que se soltara en una entrevista, sin mayor trascendencia para el burro ocasional. Y la cosa es que la plebe mantiene viva la llama de la estupidez de la declaración durante toda la vida.
 
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Simplemente sorprende que un buen director se cague en otro buen director con una chorrada rebuznada como otra cualquiera.

Sus filmos siguen estando intocables e intachables. El orden de factores no altera el producto.
 
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¿Pero alguien ha puesto en duda la valía como directores de Tarantino o Spielberg?

Respecto a las declaraciones, Tarantino es un bocas de toda la vida... y eso no invalida nada su cine.
 
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Ayer me puse Pulp Fiction. Es increible como compone los planos el cabrón.
 
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Detractores de Tarantino. Detractores de Ford. Tom Hooper is not amused.

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No me refería a Tarantino, sino a Welles. Y Tarantino puede rebuznar tanto como cualquiera, pero escuchándole no he visto tanta pasión bien verbalizada en mi vida. Renunciar a sus declaraciones, por regla general, es renunciar a algo histórico.
 
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Magno, cualquier cineasta puede hablar con pasión y seguro que cada uno creerá tener la razón pero hay veces, unas cuantas, que estos cineastas se les va la bola. Otra cosa es que porque nos caigan bien o nos guste su cine quizás se lo perdonemos.

A mi me pasa con Spi o con muchos otros. Incluso con Tarantino mismamente, me gusta escucharlo pero cuando se le va la flapa también hay que señalarlo. Sino acabaríamos perdonando lo que aquí criticamos con otros.
 
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Si yo no digo lo contrario. Pero generalizar por aquí sobre sus declaraciones por regla, me parece absurdo.
 
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(Claro, por eso cuando ha dicho que Bailando es el mejor western de estos 30 años se lo he aplaudido, las cosas como son). :cuniao:p
 
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Bueno, el gusto de Tarantino con el cine, por regla general, ha sido de salir corriendo.
 
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jajaj, jugón.

(Eso es lo que le achaqué al comienzo de todo el debate vs. Ford y provoqué un cortocircuito en Ropit). :cortina
 
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A mi Tarantino me encanta cuando habla de cine; refleja pasión y defiende sus posturas con vehemencia e inteligencia. Además suele argumentar desde perspectivas muy cachondas que merecen mucho la pena.

Lo de Ford sin embargo es no haberse enterado de nada y me parece más una boutade tontaina que algo a ser tomado en cuenta. Algo así como cuando dice que le encanta Papá piquillo y lo argumenta; me río pero sé que esta de coña. Como bien ha dicho Ropit, sus gustos reales o las que defiende como las mejores no tienen nada que ver con la mayoría de cintas que menciona.
 
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Es que con Tarantino siempre pasa lo mismo, ejemplo clarísimo, Death Proof, que si le gusta la mierda, que si la serie Z, que si sus frikadas, pero sin embargo, al margen de Russ Meyer, las 2 referencias/influencias más reconocibles de la peli son 2 joyazas de 2 maestros: Halloween y Psicosis.
 
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Y Vanishing Point y Carretera asfaltada en dos direcciones, que son dos pelis muy culoduras.

Tarantino es muy culoduro, como demuestra en todas sus películas. Otra cosa es que cuando le toque hablar de favoritas del año escoja a amiguetes o a películas que él cree que merecen cierta repercusión, pero en el fondo es un tío que se traga a Godard en vena.
 
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Pues... levanto la mano y digo sin sonrojarme, que a mí me gustó Death Proof, de hecho la he visto por lo menos cuatro veces y la he comprado el otro día en BD para disfrutarla en breve de nuevo en HD.
 
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Lo mismo, a mi DP me parece cojonuda y no se me hacen pesados los dialogos ni nada, la disfrute muchisimo cuando la vi, no es su mejor pelicula pero no es para nada mala y aunque sea de las mas atipicas tiene el sello de Tarantino.

Mi ranking tarantiniano de mas a menos

Pulp Fiction
Malditos Bastardos
Kill Bill
Jackie Brown (no me pegueis por ponerla tan abajo)
Death Proof
Reservoir dogs
 
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Es la mirada del mediocre.
 
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jajaja, es verdad. Parece Cameron 10 años menos. La mirada del tío ese es: "¿me he dejado el video encendido?".
 
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Lo mejor es que en esa charla era él el coñazo absoluto cada vez que abría la boca.
 
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Decid lo que querais pero Hooper no tiene desencuadre mal tirado.
 
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Dedicada a mi compadre Ropit. ;) (con spoilers).


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(Inglorious basterds, 2009)​


Érase una vez en la Francia ocupada por los nazis...


Malditos bastardos fue el punto y aparte de la filmografía de Tarantino. Desde que hiciese acto de presencia con "Pulp Fiction" el mundo se rindió ante esta esponja humana que absorvía referencias cinéfilas y las regurgitada en forma de clásicos por derecho propio pero los más incisivos, de vez en cuando, podían acabar criticándolo por no ser otra cosa que creador de coolismo cinéfilo sin más interés que sorprender, confundiar y molar a partes iguales. Después del díptico oriental enfocado a homenajear los clásicos del Kung Fu con aroma a Shaw Brothers y Bruce Lee como estandarte el siguiente trabajo, con el ojo puesto en el bélico, suscitaba a partes iguales admiración por sus fans más acérrimos como dudas (quizás infundadas) por sus detractores más patentes.

A día de hoy se puede decir con la boca abierta y clamor a los cuatro vientos de que la película, toda ella, es por derecho propio una auténtica obra maestra, una joya del séptimo arte sin escatimar en excelsos adjetivos calificativos y sentirse uno contento de emplearlos. Sin ir más lejos tan sólo hay que ver las formas empleadas para darse cuenta uno que Tarantino ha madurado, ha alcanzado el cenit y encima contento de ello. Sólo hay que ver el primer capítulo de los que pueblan esta atractiva, hipnótica y rabiosa película sobre nazis y vengadores, apodados los bastardos, para descubrir con asombro lo bien hecha que está. Claro, es imposible obviar que el leiv motiv de la película, como suele suceder en la filmografía completa de Tarantino, es la venganza y el ajuste de cuentas de la forma más cruda, salvaje, extrema y espectacular a partes iguales.


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Sustentada en dos historias, por un lado tenemos al coronel Hans Landa, el Cazajudíos, implacable y metódico (sus dotes detectivescas son efectivas, encima Tarantino le customiza una pipa digna del mejor Sherlock Holmes para redondear su rol maquiavélico) quien mata sistemáticamente a todo judío que encuentra escapándosele uno, en este caso Shosanna Dreyfus, que es la que protagoniza o domina la segunda mitad y por otro lado tenemos la banda de bastardos, comandada por Aldo Raine, a quien llaman "El apache", metódico y sistemático, que cuenta con una banda de soldados quienes están preparados y programados para acabar y vencer a los nazis que encuentran en su camino, con sus cabelleras a modo de trofeos y que no escatimarán en emplear la fuerza bruta y la violencia necesaria para acabar con el premio mayor: dar muerte a Hitler.

Tarantino se regodea y babea (con todo lujo de detalles) con uno de los clásicos por antonomasia de la Historia Universal: haber dado caza al mayor dictador que haya existido y si es necesario montar todo este magistral, serio, seco y contundente sueño para construir una historia básica en cuanto a detalles de guión (matar y vengarse) para luego ir escarbando y descubriendo cada vez más matices, historias secundarias, personajes famosos que forman parte del entramado como si, por una vez más, hubiese podido darse esa casualidad heroica finalizada en esa reunión del mal en estado puro en una sala de puro metacine (cine dentro del mismo) para acabar deparando un festival de sangre, sudor, lágrimas y espectáculo sin ambiguo resultado, pero que nunca deja de sorprender lo mucho que puede dar de sí el cine del maestro del cine contemporáneo.


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Para empezar no hay mejor forma de dar el pistoletazo de salida con ese episodio (para mi gusto lo mejor filmado hasta la fecha de toda la filmografía de Tarantino) donde la cruda y triste realidad se da cita en una habitación claustrofóbica, un interrogatorio cada vez más retorcido y un Christoph Waltz, cuya presencia aterra e intimida a partes iguales por su metódica crueldad y su fría presencia encarnando al mal en estado puro. El momento donde ese francés delata a sus protegidos, con una lágrima que grita y esa satisfacción de Landa por haber hecho "bien" su trabajo es una demostración de estar contemplando uno de los momentos más Stendhalizados de la historia del cine. Pero encima Tarantino se calza un guiño/homenaje al western (en sí la película no fue tildada de Spaguetti western porque sí) con Landa en el exterior visto a través de la puerta e intentando matar a Shosanna y gritándole un "au revoir, Shosanna" casi semejante al "te perdono" de Fiennes en La lista de Schindler, sabiendo que es sólo cuestión de tiempo para darle caza y muerte.

Si por algo funciona "Malditos bastardos" es por su metódica presentación de personajes, por su cuidada puesta en escena, logrando hacer creíble esa Francia invadida y dominada por el enemigo, por su relación concisa y como las historias fluyen, al igual que los pequeños detalles dan mayor valor artístico y cinematográfico a cada una de esas historias. Pero lo mejor de todo es que Tarantino no puede evitar darle su sello de identidad, darle esa aura de modernismo al más mínimo plano, para reconocer su estilo y no perder su seña de identidad. Porque no hay mejor forma de seguir siendo uno mismo que por más géneros que uno toque y por más historias que uno cuente no alejarse de un estilo tan perfeccionista, tan meticulosamente cuidado pero con la (supuesta) intención de que todo es por pura casualidad.


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Tan sólo hay que ver la larga pero interesante escena del bar, con el juego de cartas a modo de divertimento liviano pero reforzando el carácter extremo y un tanto lunático por parte de los nazis para acabar convirtiéndolo en un duelo como si de un western se tratase (el modo en como se da el pistoletazo de salida y como los planos cortos y el montaje atrevido rompe por completo con las normas claras del cine bélico) o como Tarantino juega con el suspense y el tono de la escena cuando Landa hace esperar a Shosanna la nata del Strudel (vaso de leche incluído). Algo que puede pasar desapercibido pero está todo puesto de una forma metódica, casi irritante, para conseguir demostrar quien domina la situación, quien controla a quien y como nada está puesto al azar. Al igual que la escena donde Bridget Von Hammersmark, una Diane Diane Kruger pletórica, es interrogada a su vez por Raine, sin evitar aplicarle dolor para saber del bando que está (ese dedo metido en la herida es tan real que abruma).


- Continua en el siguiente post -
 
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