Durante la promoción de la semana pasada de cara al estreno de Oz, un mundo de fantasía*, el director Sam Raimi se sentó con la gente de Vulture para una charla en la que desveló qué le llevó a abandonar dos de los mayores proyectos en los que se había embarcado en los últimos años: su continuación de la saga de Spider-Man, y la adaptación del videojuego Warcraft que se disponía a realizar justo antes de que Oz apareciera en su camino.
En la entrevista, de recomendable lectura, Raimi se explaya sobre qué le llevó a elegir Oz como su siguiente proyecto tras Arrástrame al infierno, su relación con James Franco o qué le parecen recientes películas de superhéroes como Los Vengadores, pero estas dos anécdotas sobre sus pasados proyectos son quizá la parte más jugosa por la expectación que levantaron en su día.
Sobre Spider-Man 4, todo estaba colocado para que el director continuara las aventuras del personaje: tenían a los actores principales contratados (Tobey Maguire, Kirsten Dunst, Anne Hathaway y John Malkovich), la preproducción estaba en marcha, tenían ya fijada la fecha de estreno, y hasta se hablaba de hacerla en 3D, en pleno boom tras el estreno de Avatar. Sony iba a invertir una buena millonada para conseguir hacerla, pero Raimi no estaba dispuesto a arriesgarla creativamente –se cuenta que las diferentes versiones del guión, escritas por James Vanderbilt, David Lindsay-Abaire y Gary Ross, eran básicamente mierda.
Raimi se abre al respecto por primera vez en esta entrevista, comentando que su separación de la saga se realizó de manera “amistosa” y “sin drama”, y asegura que ese falta de madurez creativa que tenía el proyecto hizo que no quisiera repetir la experiencia que tuvo con la anterior entrega.
“Teníamos unas fechas fijadas y no pude conseguir que la historia funcionase al nivel que quería”, explica el director. “Quedé muy descontento con Spider-Man 3 y quería que Spider-Man 4 acabara a lo grande, que fuera la mejor película de Spider-Man de todas. Pero no pude tener listo el guión a tiempo, así que le dije a la gente de Sony: ‘No quiero hacer una película que vaya a ser menos que genial, así que creo que no deberíamos hacerla. Seguid adelante con el reboot, como ya teníais pensado’”.
Amy Pascal, jefa de Sony, agradeció a Raimi su sinceridad y el resto de la historia ya la conocemos: relanzamiento a cargo de Marc Webb con Andrew Garfield y Emma Stone como protagonistas, y una secuela en marcha en este preciso instante.
Aprovechando la ocasión, Vulture pidió al realizador que despejase la incógnita sobre a quién iba a interpretar a Anne Hathaway en la película y si se trataba de Felicia Hardy. Raimi, además de confirmar que, en efecto, se trataba de ese personaje, dio a entender en su siguiente respuesta que también sería la Gata Negra; ya que, además de alabar las pruebas de audición que hizo la actriz, no se sorprende de que después se hiciera con el papel de Catwoman en El caballero oscuro: La leyenda renace.
Este dato, en apariencia simple, sirve para enterrar un desconcertante rumor que apareció en su día en el que se decía que Hathaway iba a ser en realidad “La buitresa”, hija de Adrian Toomes/El buitre, villano que habría estado interpretado por John Malkovich. El mundo puede volver a respirar tranquilo.
En cuanto a la adaptación del popular videojuego Warcraft, parece que los problemas de guión no se quedaron cortos en comparación a lo ocurrido con Spider-Man 4 y Raimi se suelta la lengua detallando la imposibilidad de llegar a un acuerdo creativo con Blizzard, la compañía responsable del juego.
Todo comenzó cuando Blizzard y Legendary Pictures le propusieron el proyecto, a lo que Raimi respondió: “Sí, me encanta el World of Warcraft, y creo que se podría hacer una gran película”. Raimi leyó el guión que tenían por aquel entonces, realizado por la gente de Blizzard, pero no le acabó de convencer, así que se decidió a realizar una historia original ambientada en este universo. Para ello contrató a Robert Rodat, guionista de Salvar al soldado Ryan, y les mostraron su propuesta a Legendary y a los desarrolladores del juego. Los primeros aceptaron sin problema y la gente de Blizzard tenía algunas dudas con la idea, pero también aceptaron; o eso creía Raimi.
“Robert se puso a escribir el guión, y no fue hasta que lo tuvo terminado cuando supimos que Blizzard tenía poder de veto y que, en realidad, nunca habían aprobado la historia original que les mostramos. Aquellas dudas que tenían era su manera de decir: ‘No aprobamos esta historia y queremos hacerlo de otra manera’. Así que tras pasarnos nueve meses trabajando en esto, tuvimos que empezar de nuevo”. Y el guionista, de hecho, comenzó a escribirlo todo desde cero, pero llegados a este punto las cosas ya no marchaban como se esperaba y a la gente de Blizzard se le acabó la paciencia.
Raimi lamenta que las cosas acabaran así, culpando a la compañía por este fallo de comunicación: “Honestamente creo que fue una mala gestión por su parte no explicarnos que la primera historia había sido vetada. ¿Por qué nos dejaron seguir trabajando en ello? ¿Tenían miedo de decírmelo?”
Tras esto, la película acabó paralizada durante años, y ahora parece que tendrá una segunda oportunidad con la llegada de Duncan Jones. A Raimi le gustó mucho Moon, y se muestra entusiasta ante la idea de que sea este realizador quien se encargue ahora de la versión cinematográfica de Warcraft.