Pánico en la Casa Blanca - La Galerna
Todo se desmorona a una velocidad insultante. El imperio que construyó Zinedine Zidane no es más que un castillo de naipes a punto de besar el suelo tras el manotazo de Jovetic en el Sánchez Pizjuán. La flor, regada durante cuarenta partidos, se marchita mientras el sol se esconde. El ambiente es gélido, desapacible, una invitación a esa triste realidad que está a punto de sufrir el Real Madrid. Se ha pasado del todo a la nada en ese típico suspiro que el fútbol regala de vez en cuando. Hay pánico, un temblor propio de invierno de 2016. Lo dicen los ‘tercerones’ y nadie puede evitarlo.