EGLO probados. El diseño del panel es muy fino, puede colocarse de unas cuantas formas, que en mi caso es con unas pletinas que atornillas al techo. Trae un mando a distancia (bluetooth) que tienes que enlazar y que permite elegir entre diferentes tonos de blanco, diferentes colores, subir o bajar la intensidad, etc. El mando en sí no está mal, pero al elegir los tonos blancos, no me quedó muy claro si con un toque hacía algo, porque no notas nada. Si mantienes pulsado el botón sí ves que cambia y bastante rápido. Pero no es ninguna maravilla en ese aspecto.
Luego puedes instalar una aplicación y manejarlo desde ahí. Enlazo el móvil y lo primero que me dice es que hay que actualizar el firmware del panel. Joder, ¿a qué punto hemos llegado para que haya que actualizar una bombilla? En fin, lo actualizo y empiezo a manejarlo. Por una parte tienes una pantalla con colores predefinidos, donde vienen 4 tonos de blanco. Y después otra pantalla donde está el típico selector de toda la gama de colores de cualquier aplicación y debajo un selector parecido exclusivo de tonos de blanco. Está bien, pero el manejo es de aquella manera. El selector llega hasta los bordes del móvil y se hace difícil llegar hasta ahí. Luego que estamos eligiendo entre miles de colores y para acertar en el tono exacto es realmente complicado. Lo mismo ocurre con los blancos. Habrá 50.000 según ellos, pero yo no llegué ni a la decena.
Y ahí entramos en comparativa con el panel de IKEA. Que trae 3 blancos y ya está. Con los 50.000 blancos del EGLO fui incapaz de acercarme al tono intermedio del panel de IKEA. Así como el de IKEA tira algo más al naranja, dando un tono casi exacto al de una bombilla tradicional, el de EGLO tiene una tendencia al verde muy marcada, se nota, no hay que ser ningún experto. Si estuviésemos en un programa de revelado, además de la temperatura de color, tendríamos que corregir el matiz, esa barra que oscila entre el verde y el magenta.
Claramente los tonos blancos no están perfectamente regulados en este panel. Curiosamente me lo había avisado un fotógrafo que conozco, que algunos paneles me iban a contaminar las fotos con verde.
Así que la decisión final, a pesar de que los paneles de IKEA son básicos comparados con los de EGLO, realmente no necesito colores, solamente un tono blanco acogedor, por lo que me quedo con los de IKEA. Ahora bien, si la estancia que estoy reformando algún día la transformo en la habitación de la tortura de Cincuenta sombras de Grey, sin duda pondría los EGLO.